Emma Lambert

Pelea

Un día a las 20:00pm Emma y Anton Lambert, su padre, estaban teniendo una pelea.

Adeline Schmidt, la madre de Emma, intentaba frenarlos, pero aún no lo conseguía.

Ambos peleaban por la empresa, ya que Emma no quería trabajar más y su padre estaba enojado por la decisión que estaba tomando ella.

Emma no quería vivir en la sombra de su padre, no quería seguir sus pasos, odiaba fingir que le gustaba su trabajo como secretaria.

Anton odiaba que su hija tenga ese tipo de pensamientos, que ella sea diferente a él. Esa chica estaba por arruinar todo su trabajo pero él no lo iba a permitir. Años trabajando en esa empresa y ella iba a arruinar absolutamente todo por no ser como él.

—Por favor podrían dejar de pelear y empezar a comer— dijo Adeline con un tono enojado.

—Perdón madre, pero no quiero trabajar más para él, no quiero ser igual a él.— dijo Emma un poco irritada.

Ya habían llevado más de 20 minutos peleando y Adeline no los podía frenar. Emma estaba llorando y Anton estaba más que enojado.

—Me iré a mi habitación, mil disculpas madre por las molestias.— dijo Emma, luego, antes de irse, miró a su padre con odio.

Cuando Emma llegó a su habitación empezó a escuchar gritos, se asomó por la puerta para ver de quién se trataba, vio a Anton y a Adeline discutiendo. Dentro de su familia eso era "normal", Emma ya estaba más que acostumbrada a eso.

Al día siguiente, antes de ir a su trabajo, vio a su madre llorando, Adeline estaba con una hoja en su mano llena de lágrimas.

Emma se acercó hacia Adeline, no se había dado cuenta que su hija estaba ahí, escuchó que algo se había caído e inmediatamente supo que alguien estaba allí observando con mucho silencio como ella había llorado, Adeline de giró para ver quien era y vio a su amada hija parada viendo como ella lloraba.

—Mamá, ¿qué pasó?.— preguntó un poco asustada la joven Emma.

—¿Eh?, nada, por favor ve al trabajo o llegarás tarde y Anton estará más que furioso —dijo secándose las lágrimas rápidamente mientras escondía el papel que hace unos minutos sostenía con lágrimas.

Emma no quería ir al trabajo, después de lo que había pasado anoche, bueno, es normal que no quiera ir, ¿no?

—Está bien, madre. —dijo Emma.

Al salir de la casa Emma se fue por otra dirección, ¿cómo que por otra dirección?, bueno, resulta que no quería ni ver a su padre, lo mejor era que se vaya a un lugar más alejado para que no verlo, ¿no?.

Emma, al llegar a un bosque, se sentó cerca de un árbol. Emma estaba segura de que su padre ni su madre la encontrarían.