Estaba acostado en mi cama, mi reloj marcaba las doce de la tarde, hace tres horas tendría que haberme levantado a hacer el desayuno, pero no tenia ganas de hacer nada, por lo menos por ahora. Seguía sin querer moverme de la cama, hasta que mi móvil empezó a sonar, pero incluso para eso tenía pereza, pero igualmente conteste para saber quien era.
—¿Diga?
—¿Estabas durmiendo?
—Más o menos, pero escuchar tu voz me levanta el animo.
—Me alegra escuchar eso.
—¿Y tú que haces?
—Regresando de entrenar, y ahora iba a darme un baño.
—Como me encantaría estar ahí para bañarme contigo.
—Podrías venir un día.
—Te tomare la palabra. –Respondí riendo.
—¿Así que no has hecho nada hoy?
—Solo estar acostado en la cama.
—Eso está mal mi pecador, se llama pereza.
—Pensé que mi pecado era solo la lujuria. –Dije riéndome.
—Tienes más de uno. Entonces, no tienes ganas de hacer nada.
—Ahora mismo no.
—Pues es una pena, y yo que quería invitarte a salir.
—¿De verdad?
—Si, pero si estás cansado, pues lo dejamos para otro día.
—En realidad no estoy tan cansado.
—De acuerdo, de acuerdo. –Decía riéndose– Entonces, ¿quieres salir conmigo?
—Estaba esperando a que me dijeras eso. ¿Y dónde iremos?
—Es una sorpresa.
—No tienes ni idea verdad.
—Por eso es una sorpresa.
—Y ya sabes mi respuesta.
—¿A las seis?
—Puede ser a la y media, tengo que hacer unas cosas
—Perfecto, pasaré por ti.
—Estaré esperando que llegue la tarde.
Salí de mi habitación y bajé las escaleras, para irme directo a la cocina para prepararme algo de comer. En eso la puerta de la casa se había abierto, por lo que mi padre o mi hermana acaban de llegar, pero no tenía ganas de saber quién era.
—¿Recién te levantas?
—En verdad llevo despierto desde las nueve, pero no tenía ganas de levantarme de la cama. ¿Qué has estado haciendo?
—Me he ido a pasear al gato.
—¿Has usado el coche?
—Es la única forma en la que puede salir de casa. Y bueno, ¿qué vas hacer?
—Luke me ha invitado a salir esta tarde.
—Eso es estupendo, por fin tendrás la cita con el hombre de tu vida.
—El hombre de mi vida, que mal suena eso. Tampoco lo llamaría así.
—Bueno, tú novio.
—Todo depende de como termine esta noche.
—En fin, me alegro por ti, sería bueno que encuentres a alguien que de verdad te quiera por como eres.
—Dicho así parece que soy una persona muy difícil.
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Besaría tu nombre
Teen FictionAmbientado al principio de los 2000 dos jóvenes empiezan a entablar una amistad, que hará que sus vidas cambie por completo. El auto descubrimiento de lo que siente, de lo que quieren ser, o cómo creen que no deberían ser según la sociedad