Esa misma noche, ese primero de Febrero, ese en el que Minho no paraba de mirar a ese chico.
Pudo haber sido extraño, sí, pero en primer lugar; Lee era abiertamente gay, y, en segundo, su amigo Seungmin lo había obligado a asistir a dicha fiesta, la...
Nota: Para mejor lectura, sugiero reproducir la canción que puedes ver arriba en spotify, 😺❤️
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Ver el pasillo vacío reconfortó a Han. Era el segundo piso, y Leeknow sabía las condiciones de ese lugar en esas horas de la mañana.
—¿Mejor?—Murmuró el mayor.
Él solo sonrió, asintiendo, observando todo a su alrededor; —¿Es normal que este piso esté tan solo?
—Si, normalmente...—Se desvió un momento; esa sonrisa era hermosa—.Normalmente, los de segundo año tienen clases afuera y se olvidan de este lugar... Este año tienen un proyecto naturista, o algo así.
—oh, Ya veo...
No tener conversación era una manera sencilla de volver lo que era comodidad un completo desastre, y al parecer Minho y Jisung lo estaban comprobando.
¿Alguno iba a romper el silencio?
Si, claro que sí, evidentemente iba a ser Lee, quien había notado el comportamiento poco sociable de Han Jisung.
—Han... Ayer—Sobó su nuca y rió algo nervioso—. ¿La luna llena se puede ver desde tu casa?—Sonrió de forma simple.
Jisung solo asintió levemente, ¿Qué más debía decir?, Él no hablaba con muchas personas: —¿No viste mi mensaje...?
Minho dio dos parpadeos confundido, se detuvo un momento y buscó su teléfono entre su bolso.
Cierto, no encontraba el cargador desde la noche anterior. Por desordenado, diría Seungmin.
—Han Jisung, pues—Sacó su móvil, dejándolo a la vista del mencionado—, Soy tan tonto, que no he logrado encenderlo, creo que me quedé sin batería ayer...
—¿Osea que, Perdiste el cargador de tu celular?—Ladeó ligeramente la cabeza. Recién lo conocía, pero no quería creer que en verdad alguien fuese capaz de perder su propio cargador en menos de dos horas. Si eso llegaba a ser cierto, dudaba no terminar riéndose del sujeto.
—Am, sí—Admitió conteniendo sus ganas de salir corriendo. Estaba pareciendo un idiota frente a él.
Jisung rió por lo bajito, no se iba a abstener, iba a ser evidente a más no poder; quizá Leeknow ya le estaba comenzando a dar esa confianza, o al menos eso había sentido él.
—¿Minho hablas en serio?—Contuvo un aire risueño de repente, solo para escucharlo—, ¿En serio en serio?
—Si...
Han soltó una carcajada por un momento, y en seguida se dió cuenta de ese mismo hecho: —¡Ay, lo siento!
Minho negó con la cabeza y se acercó a él, quedando a una distancia perfecta y plena; ni muy lejos ni muy cerca, solo juntos.
—No te disculpes—Jadeó mientras llegaban al final del pasillo—, yo también me reiría de mí mismo.
La música del horario matutino comenzaba a sonar por encima del techo, extendiéndose hasta el patio inferior y los salones de arriba.
"Muy buenos días, jóvenes estudiantes. Esta es una hermosa mañana para pasar el rato con amigos y comenzar el periodo escolar; nuestros compañeros, los estudiantes de primer año, tuvieron la oportunidad de hoy escoger la música de la que vamos a disfrutar, tengan buenos días y no tarden en regresar a sus salones, ¡feliz comienzo de semana y año!»
—¿Como te llevas con los de primer año?
Han bajó saliva y rascó su cabeza nervioso: —No, Minho-hyung, no me gusta hablar con mucha gente... En-En serio...
¿Han Jisung era alguien introvertido?, ¿En verdad lo era?
Lee retomó su teoría de que había algo que no sabía en Changbin y Jisung, pero qué más daba.
Los acordes apenas tuvieron que sonar; Lee había reconocido esa obra de arte al instante. Solo sonrió, levantando la mirada de Han, y fijándose en que el pasillo estuviese vacío.
Lo tomó con suavidad de la muñeca, buscando un espacio, un pequeño espacio.
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«There's no way to say this song's, about someone else...» Minho murmuró, conocía a la perfección tal obra de arte.
El ambiente comenzaba a ser alegre. Por un momento, Han Jisung podía olvidar todas las cosas en las que se había puesto a pensar.
—Han Jisung... ¿Bailarías esta pieza conmigo?
La música se arrastraba por todo el pasillo, sus voces eran pequeñas ante tal sonido; era como una pista de baile, una en la que, solo con una pareja, ibas a poder cruzar.
Han solo sonrió, se estaba dejando llevar, bailando y quizá disfrutando. Después de tanto tiempo, comenzaba a sentirse bien.
«la, da, dee, doo, la, da, dee doo La, da, da, me, la, da, da, you»
Movía su cuerpo al ritmo de la letra, dando un par de brincos tomados de las manos. Estar así, ahí, se sentía bien.
Los ojos brillantes de Lee Minho solo lo veían él; la música la era todo, pero más lo eran ellos, y ese momento.
