Esa misma noche, ese primero de Febrero, ese en el que Minho no paraba de mirar a ese chico.
Pudo haber sido extraño, sí, pero en primer lugar; Lee era abiertamente gay, y, en segundo, su amigo Seungmin lo había obligado a asistir a dicha fiesta, la...
Antes del aterrizaje repentino en Seoul-Corea, se había jurado a sí mismo pensar más en sus logros y menos en los de los demás ya que, de cierta manera, esto había afectado su presente ahogado en problemas y más problemas.
Antes de su vida como "extranjero" en ese lugar, tenía una en Inchon, podría decirse que cada pequeño detalle de su vida y principios de ella estaban de allá; en esa casa vieja y despistada, quizá del siglo pasado. Recordaba haber tenido toda clase de aventuras pero, vaya que ya no eran parte de su presente.
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;Septiembre doce del 2020 ; Inchan - Corea del Sur
—Jisung, mi vida, ¿Quieres hablarnos de como te fue hoy en la escuela?
La voz dulce de su madre volvió a retumbar en sus oídos, dándole la reacción casi inmediata de bajar, luego de dejar su maleta en la habitación, a darle un abrazo fuerte y lleno de emoción.
—¡Mamá, mamá, fuí una de las mejores notas!— Brincó de la emoción, con una sonrisa tenue pero llena de vida.
La mujer mayor sonrió, acariciando la cabecita de su pequeño con cuidado.
—Felicidades, eres un chico listo Hannie...
Mientras eso ocurría, Changbin miraba de lejos, suspirando pesado mientras seguía buscando una forma en la que sus padres habían decidido irse más temprano ese día, y ahora iba a tener que llevar a Jisung a su ensayo de canto y, quizá, faltar a su clase propia de teoría musical para que él no faltará la se día.
—Es mi única opción...—Pensó en voz alta, y contempló la escena con fascinación—. Madre, tengo que llevar al pequeño Jisung a coro... ¿Puede él comenzar a alistarse?—Insistente, rascándose la cabeza.
Ella solo negó algo exaltada por su petición, cosa que Jisung no había entendido, pero de todas formas le seguía el habla y sugerencia.
—Changbin, deja de preocuparte tanto por todo—La dulce voz de la mujer se acercó esta vez a él. Siendo interrumpida de inmediato por una más grave y dura.
—No, mujer, él debe ser un hombre de verdad. Si no es un buen hermano,¿cómo esperas que sea un buen hijo y padre algún día?
Ella suspiró y lo observó con una sonrisa triste, asintiendo cuando su esposo se acercó con lentitud y se se llevó al mayor de los hermanos un poco más lejos de su esposa y su hijastro. Murmurando algo, algo que no quería que, ni su hermano ni su madre escucharan.
