EI día en que Hyunjin conoció a Jeongin, el menor no lo había mirado, ni escuchado, ni siquiera un segundo. Por más que el mayor lo había saludado con suavidad, Jeongin no se encontraba conectado al mundo ese día.
— Oh, él es mi hermano, del medio —había dicho Minho, él tenía otro hermano además de Jeongin, Yongbok, pero no se encontraba en la casa en ese momento—. Tiene autismo, no te va a hacer caso.
Ese día, Hyunjin tenía dieciséis años, y Jeongin tenía catorce, su estado aún estaba en un autismo severo, estaba en su mundo la mayoría del tiempo, y la única persona que reconocía completamente era a su padre, y otras veces a Minho y a Yongbok, aunque también los ignoraba de vez en cuando.
Algo que Minho le explicó después es que Jeongin era adoptado, tenía el apellido de otra familia y había sido abandonado una y otra vez, primero por sus padres biológicos y después por sus otros hogares, nadie sabía cómo tratarlo y Jeongin cada vez se había vuelto más cerrado en sí mismo, cada vez confiaba menos en las personas y su autismo empeoraba un poco más.
Con el paso del tiempo, y con las visitas a la casa de su mejor amigo, Hyunjin comenzó a observar a Jeongin con mayor y mayor curiosidad.
Debía admitir que el menor era muy tierno. Tenía el cabello castaño oscuro, y lo llevaba bastante largo, era difícil cortarlo porque no le gustaba, así que sólo esperaban a que él no lo aguantara y dijera que lo quería distinto.
Le gustaban las estrellas, tenía posters de constelaciones por todo su dormitorio, junto con libros de astronomía. También le gustaban las cosas con brillos, porque para él parecían estrellas también.
Su color favorito era el rosado y solía coleccionar cosas de ese color, su programa favorito era El Universo que pasaban en un canal de ciencias, también le gustaban algunas películas de ciencia ficción pero que no tuvieran mucha violencia, Jeongin odiaba la violencia.
Casi nunca hablaba, incluso cuando parecía hablar solo, no hacía ni un ruido, era prácticamente mudo.
Hyunjin había conocido a Jeongin en muchos aspectos, sin que Minho le dijera nada, y sin que Jeongin lo hubiera notado a su lado siquiera una vez.
Minho no era de pasar mucho tiempo con Jeongin, no lo odiaba, no le caía mal, no era malo con él, es sólo que nunca había logrado conectar con el menor del todo, así que intentaba pasar poco tiempo, y enfocarse en otras cosas, solía evitarlo también, principalmente en los momentos donde sentía no tener paciencia para nadie o cuando se molestaba.
Y fue un día donde Minho estaba especialmente molesto porque su celular nuevo había desaparecido, Hyunjin estando con él y negando haberlo escondido en forma de broma, en que Jeongin conoció a Hyunjin finalmente. Fue cerca de dos años después de que Hyunjin conociera a Jeongin, el mayor tenía dieciocho y el menor dieciséis.
Mientras el mayor de los Lee buscaba por toda la casa con cara de que iba a matar a alguien, a Hyunjin se le ocurrió la brillante respuesta a los diez minutos de empezar el drama por el celular perdido, y comenzó a buscar al menor por toda la casa, hasta encontrarlo, en su cuarto, con el celular de Minho entre sus manitos.
Vió con una sonrisa como jugaba con la funda de éste, era de color rosa claro, tenía agua y brillos flotando en esta, Minho era un idiota si creía que Jeongin no se quedaría con la funda y el celular incluído.
Con algo de nervios, se agachó frente a él para hablarle por primera vez.
— Jeongin, eso no es tuyo —los deditos del menor se detuvieron, supo que lo había escuchado, estiró sus manos hacia el teléfono y lo tomó con suavidad, sin hacer fuerza, sólo apoyando sus dedos sobre este, no sabía cómo reaccionaría el pequeño al contacto físico—. ¿Me lo das? Minho lo está buscando.
Jeongin comprendió y dejó que tomara el teléfono, pero después se dió cuenta que lo quería y que no podía dejarlo, se estaba entreteniendo demasiado, un sonido quejoso como un pequeño llanto escapó de él al frustrarse, sin poder dejarlo ni quedárselo.
— Muy bien, Jeongin, muy bien —dijo el mayor, y con un leve tirón se llevó el móvil, una vez que ya no estuvo en sus manos Jeongin se sintió mejor y en un reflejo alzó la vista hacia él.
Por primera vez en su vida, Hyunjin y Jeongin se miraron a los ojos, los ojitos del menor eran marrón chocolate, los del mayor eran negros.
Hyunjin vió a Jeongin sonreír, sus ojitos se hicieron dos líneas y sus manos se agitaron de felicidad.
El mayor no pudo evitar sonreír con él, totalmente encantado de esa primera vez que Jeongin conectaba con él.
Jeongin sintió su rostro más caliente al verlo hacer aquel gesto, no sabía porqué, era esa sonrisa y esos ojitos que le provocaron emociones que le gustaron, llevó sus manos hacia sus mejillas con fuerza para apagar ese calor, al golpearse sintió dolor pero estaba acostumbrado a regularse con eso, así que se sintió más aliviado, pero quien no entendió aquello fue Hyunjin, y su sonrisa se borró.
— Jeongin, no te golpees así... —llevó sus manos a las del menor, acariciándolas suavemente, los ojitos de Jeongin lo volvieron a mirar pero se sintió extraño, como si lo mirara con miedo, así que se separó de él, llevándose el celular de su amigo, al voltear de nuevo hacia él antes de salir del cuarto, Jeongin ya había vuelto a su mundo.
Fue hasta el cuarto de Minho, donde él seguía molesto y no le hablaba a nadie mientras miraba el suelo cruzado de brazos.
— Toma —dijo Hyunjin extendiendo el celular hacia él.
— Sí lo tenías tú, idiota, te odio, ¿todo el puto día-?
— Lo tenía Jeongin, no me jodas, ¿no se te ocurrió que tu funda le iba a gustar demasiado y se lo llevaría?
— ¿Qué tiene mi funda? —Minho la miró, viendo el líquido y los brillos algo desacomodados aún por el reciente toqueteo.
— Es rosada, a Jeongin le gusta mucho el rosa, tiene brillos y a él le gustan las estrellas, y además se puede quedar horas jugando con el agua que tiene, estaba haciendo eso cuando lo encontré.
Minho se quedó mirándolo un momento, y se preguntó de dónde sabía tanto de su hermano, muchas veces Jeongin era un misterio para los demás y no podrían comprenderlo por más que intentaran, estaba algo sorprendido.
— Bueno, tienes razón —le dijo, finalmente, miró la carcasa y suspiró—. Tómala —la quitó rápidamente—. Dásela a Jeongin.
— ¿Yo?
— Sí, tú —dijo Minho, se ve que seguía estando enojado, Hyunjin rodó los ojos con fastidio, tomó la funda y fue por segunda vez al cuarto del menor.
Jeongin seguía allí, ordenando sus cositas de color rosa en la estantería, tenía muchísimas cosas diferentes, le gustaban las cosas pequeñas porque podía juntar muchas, tenía desde tapas de botellas, dinosaurios de juguetes, accesorios como anillos y aros, útiles escolares y un par de flores también, pero solía tirarlas a la basura cuando se marchitaban y cambiaban a color marrón.
— Jeongin.
El menor no reaccionó a su voz, así que Hyunjin se acercó a él de todas formas, colocándose a un lado y mostrándole la funda de celular que tanto le había gustado, poniéndola a la altura de sus ojos, haciendo que Jeongin la viera enseguida.
Lo vió sonreír de nuevo y tomó la funda entre sus manos, y por un momento se quedo allí, esperando que lo mirara, pero no lo hizo.
Sonrió con algo de pena, en verdad le encantaría conectar con él, pero no era muy fácil.
— De nada, Jeonginnie —dijo Hyunjin al retirarse.
— Gra-cias.
En verdad no esperaba que hubiera una contestación, y tuvo que detenerse un segundo para mirarlo sin creer que había escuchado su voz después de tanto tiempo de sólo silencio.
Con una sonrisa, conforme, demasiado feliz por algo que no debía de ser para tanto, se fue a su casa sintiendo como si hubiera ganado un premio.
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── sarang !
De Todohyun + in ⚝ hyunjin es el amigo de minho, minho es hermano de jeongin, jeongin tiene autismo y no sabe qué es ese sentimiento que aparece en él cada vez que está con hyunjin. ¿cuánto tiempo tardará jeongin en descubrirlo? ¿y cuándo será que esa emo...