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___ estaba sirviéndose una taza de café mientras revisaba el último archivo del día. Aparentemente un hombre caucásico había sido arrestado y procesado después de haber atacado a su esposa y a sus hijos. Sintió asco de solo leer el informe que su subordinado le entregó. ¿Cómo era posible que los hombres se atrevan a golpear mujeres indefensas? Y lo que es peor. A los niños.
Dejó escapar un largo suspiro caminando a su escritorio para dejarse caer en su silla y firmar el archivo para luego colocarlo dentro de una caja y ponerle fin al caso.
- Oye, ___. - Un oficial hizo acto de aparición. - Los chicos y yo iremos un rato al bar, ¿Vienes? Te vendría bien, viejo.
- Gracias, Iker. Pero sinceramente no quiero ir. Estoy algo cansado y aún no he terminado de trabajar, así que.
- Viejo, te vas a amargar. Sirve que encuentras a una mujer con quién pasar la noche, ¿Eh, eh? - Burlón le codeó mientras levantaba ambas cejas.
- No quiero. Ten buena velada, Iker. - Finalizó él antes de retirarse a los archivos ya registrados para dejar el que recién había firmado. Al bajar en el elevador se encontró con el detective Mike quien le saludó cortés.
Al llegar al lugar deseado colocó la caja en un lugar que vió libre para luego hacer más papeleo. Dando aviso de que había sido él quién había dado fin a dicho caso.
Habían pasado quince minutos desde que llegó a su casa cuando escuchó su celular sonar. Irritado estiró la mano para tomarlo.
- ¿Diga?(...) Si. (...) Uh, bueno tardaré unos cuántos minutos en llegar. (...) Si. (...) Deme unos veinte minutos o menos, no tardaré.
El rubio exhaló el aire retenido en sus pulmones antes de dejar su móvil en su lugar y cerrar la llave del agua, pues estaba dándose una ducha. Siempre lo hacía después de regresar de trabajar. Secó su cuerpo con una toalla antes de ahora secar su cabello he ir desnudo a su habitación para buscar ropa y vestirse. Había un nuevo caso por investigar. Víctimas deshuesadas y colgadas. Como alguna clase de rito o iniciación.
No tardó demasiado en llegar. Cuando mucho diecisiete minutos. Se colocó su identificación cerca para mostrarla a los oficiales y le dejarán pasar, así hasta llegar a la escena del crimen. Cruzó la cinta oficial y se acercó a algunos oficiales.
- ¿Algún informe? - Preguntó él y colocó ambas manos en su pecho, cruzandolas.
- Era un grupo de maleantes. Había un grupo grande como lo está observando. Pero lo curioso fue que algo les hizo perder la vida a todos al mismo tiempo. - Le explicó una chica.
- ¿Al mismo tiempo dices?
- Así es. Aparentemente había alguien más con ellos y acabó con todos.
