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"No sé cocinar, pero sé componer canciones"

Roseanne entró al departamento que compartía con su prometida; "prometida" ya solo pensar que eran prometidas sentía una hermosa calidez, no podía imaginar cómo sería cuando la llamara "esposa".

Cerró la puerta con llave al ya estar dentro del departamento. Solo se escuchaba la lluvia, más nada.

Frunció el ceño confundida, si no se equivocaba su prometida debería ya estar fuera del trabajo. Dejó las llaves en su colgador correspondiente, caminó por el pasillo hasta llegar al salón, donde encontró a Jennie sentada en el suelo escribiendo en un cuaderno junto con una taza de café a su lado.

—¿Estás componiendo? —Jennie se sobresaltó en su lugar. Levantó la mirada, haciendo contacto visual con Roseanne.

—Joder, me asustaste —suspiró cansada, pasando sus manos por su cabello.

Roseanne sonrió apenada.

—Lo siento —se agachó un poco dándole un beso en los labios a su pareja en forma de saludo. Cuando se separaron, Roseanne se sacó su chaqueta y la dejó colgada en la primera silla que vio— ¿Estás escribiendo una nueva canción?

Jennie asintió volviendo a poner su atención en sus escritos

—Sí, es una de las nuevas canciones para el álbum de Nayeon, la debo entregar el jueves —la volvió a mirar, ocultando su cara con sus manos— Ay no, hoy me tocaba a mi cocinar... Lo siento, me olvidé. Hay Ramen en la cocina, si quieres puedo hacer eso, porque otra cosa no se me ocurre —dijo apenada haciendo un leve mohín. Roseanne sonrió enternecida.

—Tranquila, podemos pedir comida —sacó su celular, empezando a buscar una página de comida rápida para pedir— Qué prefieres, ¿Nuggets o brochetas de cordero?

—Llevamos cuatro años siendo pareja, creí que a estas alturas ya sabrías mis preferencias, amor —bromeó. La respuesta era obvia.

—Brochetas de cordero será —se sentó al lado de Jennie mientras seguía ordenando.

La mayor tomó la canción que escribió y empezó a revisarla, preocupada por si le faltaba algo a la letra. Roseanne se dio cuenta de lo que hacía su pareja, terminó de pedir y anotar la dirección para poner total atención a Jennie.

Jennie soltó un bufido y le pasó el cuaderno a Roseanne.

—¿Puedes decirme tu opinión? —la menor asintió tomando el cuaderno.

Empezó a leer la letra, amándola de inmediato. Jennie estaba pendiente de cada reacción de Roseanne, la cual solo sonreía al leer cada párrafo. Levantó la mirada cuando terminó de leer toda la canción, encontrándose con la mirada expectante de la castaña.

—Sigo preguntándome cómo puedes crear canciones tan hermosas —Jennie soltó un suspiro aliviada, soltando todo el aire que retuvo.

—Vamos a ver si la empresa junto con Nayeon piensa lo mismo que tú —Roseanne dejó el cuaderno en la mesa del comedor. Pasó una de sus manos por la cadera de Jennie, atrayéndola más a ella, mientras que con la otra acariciaba la mejilla de la contraria. La castaña acomodó su cabeza en el hombro de su pareja, cerrando los ojos cansada y cómoda, disfrutando de las delicadas caricias que le daba la castaña.

—¿Sabes? Lisa se ofreció para ayudar en la boda, aunque por ella organizaría todo —dijo Roseanne en tono suave y tranquilo.

—Uhm... ¿Y si dejamos que organice todo? —levantó su cabeza y miró a Roseanne, quien la miró expectante— A ninguna de las dos nos gusta organizar fiestas, ¿Por qué no la dejamos elegir el sitio y todo eso? Ya sabes que le gusta decorar y esas cosas.

—Cierto, no es mala idea. Le avisaré luego a Lisa, creo que ella está más emocionada que nosotras mismas con la boda —bromeó. Jennie negó con una sonrisa.

El timbre sonó, anunciando que alguien estaba llamando. Roseanne se levantó y miró por la mirilla, viendo a un chico con una caja de comida. Abrió la puerta, el chico la miró y le saludó cordialmente.

—Buenas noches, le traigo su pedido —le ofreció la caja. Roseanne sonrió, salía un rico aroma de la comida que estaba dentro.

—Muchas gracias —agradeció haciendo una rápida reverencia, siendo correspondida por el repartidor. Cuando ya tenía la comida en manos, y el repartidor ya se había ido, cerró la puerta para empezar a sacar la comida.

Jennie sacó algunos platos, donde dejaron las brochetas de cordero y en otro las papas fritas. Dejó los platos con comida en la mesa del salón, acomodó unos cojines en el suelo frente a la televisión y la prendió, empezando a buscar alguna película en Netflix.

Roseanne había ido al refrigerador para sacar dos cervezas frías. Volvió al salón y las dejó en la mesa, sentándose al lado de Jennie.

La castaña seleccionó la película "Estación zombie: Tren a Busan". Se acomodaron en los cojines juntándose, listas para pasar una noche de pareja, ¿Y qué mejor que con un maratón de películas y una rica comida? 

𝑫𝒆𝒂𝒓 𝑭𝒖𝒕𝒖𝒓𝒆 𝑾𝒊𝒇𝒆 - 𝑪𝒉𝒂𝒆𝒏𝒏𝒊𝒆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora