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"Incluso cuando esté actuando como loca, dime que todo estará bien"

Estaba revisando algunos nuevos platos para realizar y agregar a su restaurante, además de anotar en un papel posible mezclas que podrían quedar deliciosos.

Estaba tan concentrada que cuando escuchó la puerta principal del apartamento fue abierta de golpe se asustó de inmediato. Miró al pasillo, donde venía un Jennie ansiosa buscando quien sabe qué.

—Amor, ¿Qué pasa? —preguntó Roseanne, levantándose de su lugar, siguiendo con la mirada a su prometida.

—Perdí la canción, ¿Cómo es posible que la haya perdido? —buscaba por todo el salón moviéndose de un lado otro, y al ver que en cada intento no encontraba la hoja donde estaba la nueva canción de Nayeon, se ponía cada vez más nerviosa— ¡Joder! ¿Dónde mierda dejé la canción? —pasó sus manos por su cabello, diciéndose mentalmente que era una idiota. Ya estaba empezando a morder sus uñas, lo cual solo hacía cuando realmente estaba ansiosa.

—Tranquila, amor, la encontraremos —dijo Roseanne acercándose a Jennie, pero no le hizo caso. Jennie siguió buscando con sus manos temblando aquella hoja— Nini... —la llamó. Al ver que no conseguía la atención de su pareja, lo intentó de nuevo— Jennie.

—La empresa me va a matar si no encuentro la hoja, me van a despedir —pasó sus manos por su cara, ahora furiosa consigo misma— ¡Soy una idiota! —Roseanne se acercó a Jennie tomando sus manos— Roseanne, suéltame —la mencionada negó, manteniendo el agarre. Sabía que su pareja al ponerse nerviosa, podía estar pasando al frente de lo que busca y no encontrarlo, menos cuando estaba toda desesperada— ¡Park! —forcejeó.

—Jennie, escúchame —habló firme. La castaña dejó de forcejear, pero mirando enfadada a Roseanne— Si sigues buscando así no lograrás nada, puede estar la hoja frente tuyo y no la verás si estas así de nerviosa. Así que inhala, exhala, y piensa bien donde dejaste la hoja, te ayudaré a buscarla. Todo estará bien —Jennie hizo una mueca, pero le hizo caso, Roseanne sabía cómo hacerla entrar en razón. Inhaló y exhaló, intentando calmarse. Cuando la rubia vio que su novia ya estaba más calmada, decidió hablar— Dime, ¿Qué pasó exactamente?

—Llegué a la empresa para entregar la canción, pero cuando estaba por entregarla, me di cuenta que no estaba en la carpeta donde la había dejado. Busqué en la agencia y no estaba por ninguna parte, también en el auto, solo me quedaba revisar acá —inconscientemente hizo un mohín, sus ojos estaba medio llorosos. Eran demasiadas emociones negativas al mismo tiempo.

Roseanne acarició las mejillas de la mayor con cariño. La castaña cerró los ojos tranquilizándose, y cuando ya se calmó, empezó a pensar donde podría estar la hoja con la canción.

Empezaron a buscar calmadas por el apartamento, revisando cada rincón, incluso en el baño y la ducha. La rubia estaba revisando la habitación de ellas, miró debajo de la cama y nada, buscó debajo de los muebles y tampoco encontró algo, luego recordó algo: Jennie anoche tenía una hoja en manos cuando abrió el armario y sacó una de sus playeras, las cuales, aunque midieran casi lo mismo, por las contexturas de sus cuerpos le quedaba mucho más grande a la castaña.

Abrió el armario, el cual estaba dividido en dos, una parte era para la ropa de su pareja y el otro para ella. Buscó en su ropa, en la parte donde estaban sus playeras y ahí la buscada hoja estaba. Sonrió y la tomó, caminó hasta el salón y le mostró el papel a Jennie, quien soltó un suspiro aliviada.

Tomó la hoja y la guardó en una carpeta, asegurándose que no se vaya a perder nuevamente.

—Tenías razón, gracias —dijo Jennie. Abrazó a Roseanne, sonriendo y dejando varios besos cortos en los labios de la otra— Que bueno que me voy a casar contigo —la rubia sonrió encantada por los besos que le daba Jennie, reposó sus manos en la cadera de la otra y se dedicó a disfrutar del toque suave.

—Sí, eres todo una afortunada —la besó en los labios, terminando juntando sus frentes— ¿No se te va a hacer tarde?

—¡Cierto! —tomó sus llaves que había dejado en la mesa— Nos vemos luego —le dejó un rápido beso en los labios y caminó rápido, saliendo de la casa para irse nuevamente a la agencia.

—¿Y yo que estaba haciendo...? —preguntó a la nada y suspiró agotada. Bueno, mejor pondría aprueba las recetas que había escrito.

𝑫𝒆𝒂𝒓 𝑭𝒖𝒕𝒖𝒓𝒆 𝑾𝒊𝒇𝒆 - 𝑪𝒉𝒂𝒆𝒏𝒏𝒊𝒆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora