Rompiendo la barrera [FINALIZADO]

Capitulo 2

Solo había pasado un día desde los eventos de Vaccine Man aterrorizando a City Z hasta que Saitama lo destruyó. La ciudad había sido reparada mínimamente, solo lo necesario, ya que se pensó que una ciudad fantasma después de que grandes cantidades de monstruos comenzaran a habitarla por cualquier razón.

Cuando Saitama encendió el pequeño televisor en su apartamento, miró las noticias mientras se vestía con su atuendo informal; no esperaba que ocurriera demasiado hoy teniendo en cuenta la cantidad de personas que pasaban por alto la reparación de Ciudad Z, incluso si la reparación era mínima. Al principio, ninguna de las noticias realmente le importaba; poco lo hizo, desde que fue dominado. Sin embargo, ver un destello familiar de cabello verde brillante llamó su atención.

"Y el cadáver del monstruo había sido encontrado por el héroe de rango S Tornado, quien presumiblemente había sido el que eliminó al monstruo", anunció el reportero. "Además, también rescató a dos personas que estaban cerca, una de las cuales, según ella, 'la ayudó a derrotar al monstruo', aunque se sabe poco más sobre este ayudante".

Saitama miró fijamente la televisión, una sonrisa amable asomándose a su rostro sin que él se diera cuenta al darse cuenta de que Tornado se benefició de este encuentro que tuvieron los dos. Bostezando, se rascó la cabeza cuando finalmente terminó de ponerse su atuendo informal.

"En otra nota, aquellos que viven en la Ciudad Z, se recomienda que evacúen pronto; se informa que un enjambre de mosquitos parece muy grande dirigirse hacia la Ciudad Z. Quédense adentro y esperen más información hasta que sea seguro salir". sus casas", finalizó el reportero. En ese momento, Saitama apagó la televisión y caminó hacia su balcón para mirar su cactus.

Mientras regaba su cactus sin hacer nada, no pudo evitar perderse en sus pensamientos y, en consecuencia, accidentalmente regar demasiado su cactus. El hombre calvo solo fue sacado de su tren de pensamientos por un mosquito que se posó en su brazo.

Golpeando rápidamente donde estaba el mosquito, se sorprendió mucho al ver que el mosquito había sobrevivido al ataque. Dondequiera que se moviera el mosquito, trató de extinguir a golpes, aunque el mosquito había evadido todos y cada uno de los golpes, lo que llevó a una batalla increíblemente larga entre Saitama y el pequeño mosquito.

Un hombre rubio, alto y flaco salió de la joyería con una mochila grande que parecía estar llena de objetos robados. Lucía una sonrisa de comemierda, acompañada de su apariencia deslucida y ropa que le quedaría al ser de un degenerado.

"Enjambre de mosquitos, mi culo", exclamó, riendo a carcajadas. "¡Las picaduras de mosquitos no pueden matar a nadie! ¡A quién le importa perder un poco de sangre si eso significa que puedo robar todo esto!"

En ese momento, sopló un viento rápido que casi lo derriba. Mirando a su alrededor, no pude encontrar nada ni nadie que pudiera haberlo empujado así.

"¿Viento?" Preguntó, un poco preocupado. Antes de que pudiera decir mucho más, un enjambre de mosquitos lo inundó, cubriendo cada milímetro cuadrado de su cuerpo. No había escapatoria para él. El hombre rubio podía sentir cada gota de su sangre siendo succionada de él; desde sus ojos, su nariz, los mosquitos estaban por todas partes en su cuerpo, por dentro y por fuera. El hombre estaba siendo secado, como lo seria una pasa. Los gritos de agonía fueron ahogados por el zumbido de las alas de los mosquitos, su terror no fue escuchado y sus gritos de auxilio fueron en vano.

Una vez que no quedaron gritos, no es que se escuchara ninguno, los mosquitos volaron todos a la vez como si ocasionalmente una mente colmena, dejando al hombre rubio literalmente como un caparazón de lo que era. Colapsando, casi rompiéndose por el impacto de la caída, su cabeza aterrizó casualmente cerca de la bolsa de bienes robados que llevaba.