Rompiendo la barrera [FINALIZADO]

Capitulo 39

Suena un timbre en la habitación.

Más fuerte.

y mas fuerte

"Maldita sea, Saitama, ¿por qué no haces que tu alarma sea un poco más silencioso?" Tornado gime, moviéndose para salir de su brazo que era molestamente pesado sobre ella.

Saitama bosteza, sentándose lentamente, "No creo que esa sea mi alarma... tú también has estado recibiendo algo así".

Mientras Tatsumaki escucha, escucha el leve timbre de su propio teléfono.

Pero ni siquiera pongo alarmas... piensa la esper, rascándose la nuca. "¿Quién diablos nos estaría llamando a esta hora?"

"Bueno, no es Genos", responde Saitama, tronándose el cuello. "Asociación de Héroes".

"Uf, ¿Qué quieren ahora?" Tatsumaki hace un puchero, frotándose el sueño de los ojos.

"Ni idea..." Saitama chasquea la lengua. "¿Realmente necesitamos responder?"

Mientras la mujer de cabello verde con aspecto de niña se levanta del futón, camina hacia el baño, "Nop. Todavía no. Una vez que nos den una alerta oficial, lo consideraré".

Llega un tono de llamada, esta vez, no incesante y molesto.

"... ¿Ese era Genos?" Tatsumaki pregunta, sabiendo ya la respuesta.

"Nop. Aparentemente, queremos que vayamos a la Sede lo antes posible".

"Sí, no. Tan pronto como sea posible será en unas pocas horas para nosotros dos".

"¿Porque eso?" Saitama pregunta, un poco confuso. "No creo que tenga nada que hacer hoy".

"Sí, pero el problema es", explica Tornado con un gesto distraído. "Quiero pasar el rato contigo... y además, realmente no me importa lo que diga la Asociación de Héroes. Además, si se trata de la Asociación de Monstruos, podemos inventar una excusa de mierda que tendrán que tomar porque vivimos aquí."

El Cabo Calvo se encoge de hombros, tomando el razonamiento como lo suficientemente sólido como para aceptarlo, "Bien, pero tengo ganas de salir. ¿Te parece bien?"

"¿A donde?" Ella murmura, su boca actualmente ocupada por un cepillo de dientes. Prácticamente podía oler el hedor del sueño cansado saliendo de ella en oleadas, y necesitaba remediarlo lo más rápido posible.

"Donde quieras", bosteza Saitama, caminando por el pasillo casero y apagando el timbre de Tornado.

"Entonces supongo que ir a casa de Tetsuya estaría bien, ¿crees?" Ella murmura después de escupir un poco de pasta de dientes. "Oy, ¿tienes enjuague bucal o algo aquí?"

"Tengo Listerine", dice Saitama desde la otra habitación. Había decidido mirar en su refrigerador, que prácticamente se había convertido en otra área de almacenamiento para los alimentos que obtuvo del Día de la ganga.

"Como si. Estoy tratando de limpiar mi boca, no quemarla con ácido literal", resopla Tornado. "¿Algo que los seres humanos normales pueden manejar?"

"Quiero decir... Genos usa Colgate. Debería estar debajo del fregadero", dice Saitama, y ​​por supuesto, ahí está.

"...Esta vacío."

"Entonces supongo que tienes que usar  Listerine, ¿eh?"

"Ay, lárgate".

Una voz solemne admite: "Realmente pensé que ese monstruo gigante derribaría al menos una ciudad entera... ¡pero fue pulverizado de un solo golpe!"

Otra voz expresada: "¡Me alegro de que King esté de nuestro lado!"