Rompiendo la barrera [FINALIZADO]

Capitulo 41

"No puedo creer que me hayas convencido de vivir aquí, Tats".

"Oye, tú fuiste quien realmente estuvo de acuerdo. Además, es más fácil para los dos ya que es solo un apartamento más grande".

"Está todo el camino en la Ciudad A. El ataque es en dos días, ya que Sekingal eligió tener la reunión mientras mi casa se estaba apagando en el fondo, y estamos viviendo muy, muy lejos".

"Meh".

Por supuesto, la única razón por la que Saitama fue incluso convencido de vivir en la Sede de la Asociación de Héroes fue por una sola razón y solo una razón.

Era gratis.

Ellos cubrieron todos los costos posibles. Agua, luz, calor, lo que sea te lo proveen. Todo lo que necesitaba reparación salió gratis, todo lo que se quemó salió gratis. Era demasiado para que Saitama se negara.

El único problema era el supermercado.

Todavía todo el camino en la Ciudad Z, tomaría alrededor de 5 minutos de ida y 5 minutos de regreso. Diez minutos de ida y vuelta.

Es decir, a menos que Saitama fuera a ir realmente a su máxima velocidad. Quién sabe qué tan rápido podría ir y venir entre las ciudades.

Por supuesto, eso en sí mismo trajo otro problema en cuestión.

Lo más probable es que las leyes de la naturaleza y la ciencia no funcionen aquí, pero según Saitama, ir a cierta velocidad generalmente haría que la fricción fuera lo suficientemente alta como para prender fuego a las bolsas de plástico. Eso no funcionaría. Además, ir un poco por debajo de esa velocidad sigue siendo arriesgado debido a que Saitama es torpe a veces, especialmente cuando lanza golpes al azar. Probablemente destruiría la mitad de las cosas por las que pasa.

"Calvo, ¿escuchaste lo que nos dijeron cuando llegamos aquí?" Tornado puso una mano en su cadera mientras ella ponía una mano en su hombro (tuvo que estirar la mano para realmente sostenerla ahí, pero ese no era el punto).

"¿Eh?" Él tarareó, mirando a un lado. Se encogió de hombros, con una mirada aburrida en sus ojos.

"Nos están permitiendo tomar cualquier tipo de ingrediente que necesitemos del gigantesco almacén de alimentos que tienen en Hero Barracks. Estarás bien".

"Oh..." chasqueó la lengua, su tono falso.

Sí, este fue el momento decisivo en el que Tornado supo que pronto tiene que poner sobre la mesa lo que había estado pensando, especialmente teniendo en cuenta la redada que se acercaba cada vez más.

El hombre del que se había enamorado, el hombre que creía que conocía mejor que nadie, y el hombre con el que había vivido durante bastante tiempo, estaba en una especie de depresión emocional.

Sabía que él no tenía demasiadas emociones, pero cuando sintió algo, realmente significó mucho para él.

La comida era una de esas cosas, especialmente cuando estaba involucrada la idea de que no costaría nada. Cualquier cosa que fuera gratis, en realidad.

Es por eso que la situación frente a ella era tan obviamente horrenda que sabía que tenía que tomar medidas.

El Saitama que había llegado a conocer y por el que tenía algún tipo de afecto romántico nunca se sentiría ni parecería tan apático por obtener algo de comida gratis a expensas de nadie.

"¿Por qué llamas a nuestra puerta en este momento impío?" Fubuki puso una mano en su cadera, apartándose del camino. Desde que habían comenzado a tratar de pasar tiempo juntas como hermanas, Fubuki había aprendido a usar su voz contra su hermana mayor, discutiendo con ella correctamente como suelen hacer los hermanos.