𝑯𝒆𝒕𝒆𝒓𝒐𝒄𝒉𝒓𝒐𝒎𝒊𝒂 - [Kaeya x Diluc x Tu]

capítulo II: Retomando.

La siguiente semana, Diluc fue a la ciudad por trabajo, yo me quedé en mi recámara como siempre, escribiendo o tejiendo, pero justo ese día, alguien toco a mi puerta.

- ¡adelante¡ -. Adelinde abrió la puerta, su cara se veía un poco desconsertada pero alegre, no entendía por que estaba así, hasta que Kaeya se asomó y se recostó en el marco de la puerta.

- ¡Kaeya! ¿como...? -. no podía creer que de verdad había convencido a Adelinde de su ingenioso plan.

- te dije que podría convencerla. -. mis ojos se sentían húmedos, ahora podía ver a mi amigo de la infancia sin problemas.

- ¿por que no habías hecho esto antes? -. pregunte con lagrimas en los ojos. Kaeya se acercó y limpió mis mejillas.

- cuando te vi en aquel acantilado, fue cuando me enteré que estabas aquí. No sabia que Diluc pudiera ser tan hijo de perra para encerrar a su "novio/a" en la casa. -. el frunció el ceño enojado. - además, primero quería asegurarme de tu posición, quería antes hablar y plantearte mi plan para saber si estabas de acuerdo, quiero sacarte de aquí. -. el no había venido solo para ayudarme a controlar mi visión, si no también para sacarme de este lugar.

- bueno, cambiando de tema, te traje ropa nueva. -. el me sonrió y luego saco unas prendas de una bolsa negra que trajo Adelinde. - no puedes entrenar o salir con unos trapos viejos. -. tenia razón, la única ropa que tenia era la misma de hace 3 años.

El puso toda la ropa en la cama y la vi, un short de medio muslo negro; unas mangas abultadas blancas; una especie de vestido abierto por los laterales de las piernas y espalda de color azul pastel con algunos detalles dorados; y por último, un hermoso corset de color vino

- ehh, Kaeya, ¿no crees que un corset seria muy incómodo para entrenar? -. lo miré.

- oh querido/a, eso no es cualquier corset, esta diseñado con un material muy flexible, no te incomodara en nada. -. hablo con aires de grandeza.

- entonces, me pondré la ropa así que shu shu vete de aquí. -. comencé a echarlo de la habitación.

- ah, yo quería ser espectador. -. quede paralizado/a ante sus palabras, el solo me miro y comenzó a reir.

- JAJAJA, it's a joke, ya me voy, te espero afuera. -. procedió a salir y cerro la puerta consigo, yo aun estaba aturdido/a con lo que acababa de escuchar aun sintiéndome extraño/a de que Kaeya haya cambiado tanto.

***

Me había puesto toda la ropa aunque me faltaba el corset, pero no sabía ponerlo. Abrí la puerta y llamé a Adelinde pero esta no contestaba, en cambio, Kaeya hizo presencia.

- ¿en apuros lindura? -. Kaeya se detuvo en seco y me miro de arriba a abajo. - ¿q-que necesitas? -. quedé impresionado/a, jamás había visto a alguien cambiar de tono tan rápido.

- necesito que me ayudes a poner el corset, nunca había usado uno. -. lo miré atento/a.

- ah, s-si claro. -. se notaba nervioso, no entendía el porque, pero supongo que después de todo, sigue siendo el mismo de antes.

Paso el corset de manera sutil por mi cintura y comenzó a abotonar cuidadosamente por la parte de adelante, noté que en ningún momento hizo contacto visual conmigo, además, trataba de mantenerse alejado lo mas posible. Luego paso por la parte trasera, estiró con firmeza el listón que adornaba el corset y un tímido "listo" se escurrió por mis oidos.

- ¿puedes poner mi visión en la parte del listón? -. Kaeya no dijo nada, solo accedió y colocó la visión donde le indiqué. - ¿y ahora por que tan callado? -. el me miró con susto y luego se recompuso.

- ujm, bueno lindura, te espero abajo cuando estés listo/a. -. me guiñó un ojo (o tal vez pestañeo, ni idea, no logro ver el otro ojo con el parche). Me pareció un poco extraño su actitud de evasión, pero no le tome mucha importancia, tomé mi libro de notas y bajé.

***

- bien ____, aprenderás lo que es tener una visión. -. Kaeya yacía en el patio en la postura de combate. Yo tomé una espada de madera igual que la de el y me posicione en cualquier postura, el moreno me vio y soltó una pequeña risita.

- ¿de que te ríes sopenco? -. éste comenzó a reír mas alto. - negro tenias que ser. -. se detuvo y me miró como si estuviera ofendido.

- nunca pensé que fueras tan malo/a. -. seguía en una posición ofendida.

- no te hagas. -. rápidamente comenzó a reír. Cada vez sentía que recuperaba todos los años perdidos.

- bueno a ver, déjame enseñarte como es la postura. -. se acercó a mi y me tomó de la cintura, un escalofrío recorrió toda mi espalda.

- tienes que estar recto/a, cabeza en alto, hombros atrás, brazos firmes, y piernas rectas, esa es la posición inicial. -. se apartó y volvió a su lugar.

Me posicione como él me indicó y me acerqué apresuradamente para atacarlo, este hábilmente me esquivo y me empujó al suelo haciéndome caer de cara.

- primero: no corras a tu oponente sin antes pensar en como atacar. Segundo: no dobles tanto la muñeca al sostener la espada, te la vas a quebrar. Y tercero: no agarres la espada como si fuera bate de béisbol. -. su determinación y manera de explicar era impecable, de verdad me sorprende lo que ha cambiado. Me ayudó a levantarme y luego volvió a su sitio.

***

Estuvimos en total 2 horas entrenando, aun me parecía incómodo usar la espada, no estaba acostumbrado/a.

- ¿cuando me enseñaras a usar la visión? -. pregunté.

- no apresures las cosas, primero debes aprender a tener disciplina, agilidad y resistencia. -. habló. - creo que eso es todo por hoy, mañana volveré a venir, aunque me tendré que ir temprano debido a cierto pelirrojo. -.

Me sentí triste por un momento, ¿enserio debía aguantar todo esto?, coloqué la espada en su lugar y luego entramos a la mansión.

- debería bañarme, estoy muy sudado/a. -. opiné.

- bien, entonces yo me iré. -.

- ¿que?, ¿no vas a quedarte? -. me miró por unos segundos y luego habló.

- ujm, bueno, podría quedarme esta noche. -. sonreí alegre, de verdad quería hablar mas con Kaeya.

- bueno, me iré a bañar. -. rápidamente subí a mi recámara para quitarme la ropa he ir al baño.

El agua caliente corría por mi cuerpo que actualmente era frío, enjabone bien mis partes, mi pelo lo lave y luego salí en mi toalla. Me vestí y con un pequeño artefacto anemo sequé mi pelo.

- ¡listo! -. Kaeya saltó en su asiento debido a mi aparición repentina.

- vaya, eso fue rápido. -. el comenzó a mirar mi pelo y luego rió.

- ¿qué? -. pregunté.

- so. -.

- ... -. me acerqué, tome un cojín del sofá y se lo aventé a la cara.

- auch. -. se quejo.

- por andar de chistosItto. -.

- oye, tienes muy buena puntería, creo que ya se en que puedes canalizar el elemento de tu visión. -. opinó, yo lo vi fijamente, creo que sabia a que se refería.

- ¿entonces mañana podré usar mi visión? -. pregunté con cierto brillo en mis ojos.

- jaja, no. Primero tenemos que hacer lo que te dije, se paciente. -. me sente en el sofá bruscamente con los brazos cruzados.

- no haz cambiado en nada jaja. -. rió, yo lo mire y le devolví la risa.

Estuvimos toda la noche hablando las cosas que han pasado estos últimos años, aunque yo no tenia mucho que contar. Ni siquiera nos fijamos en el tiempo, pareciera como si se hubiera detenido solo para poder hablar por mas tiempo, y así fue como ambos caímos dormidos uno al lado del otro sin siquiera habernos dado cuenta.