.
..
...
....
PUNTO DE VISTA DE RUBÍ
[👺]Me desperté a causa de un grito proveniente de algún lado de la casa.
—¿Hmm...?
Murmúramos los tres al unísono, aparentemente se trataba del padre de Ann que la llamaba para desayunar.
"¡V-Vooooy!"
Frotó sus ojos y se levantó en dirección al piso inferior en el cual se encontraba la cocina.
—Vamos Ouro, no se nos puede adelantar.
Dije tirando de él mediante mi cola pues seguía adormecido. Observamos como Ann desayunaba y mantenía una animada conversación con su padre, siempre en torno al tema de la mudanza.
"¡Mañana ya es el día! Estoy muy nerviosa, ja, ja."
"Hacía tiempo que no te veía de tan buen humor."
"¡Es que voy a ir a visitar al señor y señora Brown! Me dijeron que tenían un regalo de despedida para mi."
"Eso suena genial, date prisa o llegarás tarde, hace horas que ha amanecido."
Ann terminó fugazmente y subió hasta su habitación para peinarse y vestirse.
—El armario de esta chica está lleno de ropa totalmente idéntica...
"¡Se nota que le gusta el azul!"
—Ya, pero, ¿hasta esos extremos?
"Supongo que tampoco hay mucha variedad en las tiendas de ropa de un pueblo taaan pequeño..."
Ann bajó las escaleras tan rápido que casi se tropezó, salió por la puerta sin despedirse.
—(Madre mía... No pensaba que pudiese llegar a ser tan descuidada.)
La acompañamos corriendo exhaustos pues un paso suyo eran 10 nuestros, finalmente frenó un poco.
"Todas estas calles... las conozco."
—... Ahora que lo pienso, jamás me has hablado de porqué moriste tú, supongo que Lirio sí lo sabe.
"..."
Di por hecho que no era una pregunta agradable, además, Ouro siempre había sido algo sensible y cerrado en torno a ese tema. Finalmente llegamos a la casa de los dos ancianos mencionados anteriormente y recibieron a Ann con una sonrisa. El regalo eran 40 dólares, le dijeron que se fuese a la librería a comprarse los libros que quisiera de recuerdo, Ann al principio se negó a aceptarlo pero terminó cayendo en la tentación. Nos metimos a unos callejones que nos llevaron hasta una pequeña librería algo apartada de la urbanización.
"Parece acogedora."
—Supongo.
Entramos y pasamos como 2 horas allí, Ann tenía una lista de 40 libros que quería comprarse y tardó una eternidad en escoger en cuáles se gastaría el dinero para esta ocasión. Yo también estuve ojeando en los estantes y encontré el libro que Ann mencionaba anoche en su diario, el libro de Charlie.
ESTÁS LEYENDO
Death Burrow
ParanormalEsta es ese tipo de historias que deben leerse sin saber sobre que irán. Si quieres hacerte a la idea de si será de tu agrado, puedes mirar los #.