my fairy | yoonmin

the end

━ 마치다

Seis largos meses habían pasado con demasiada lentitud dentro del castillo, Jimin se había acostumbrado de nuevo a su vida de príncipe, aprendiendo nuevas cosas y manteniéndose dentro los límites de su hogar, comportándose y siendo obediente. SeokJin llegaba a visitarlo de vez en cuando, y ahora que TaeHyung había obtenido el puesto de soldado oficial del castillo, tenía menos tiempo para pasar con él, por lo que sus días se habían vuelto demasiado aburridos para su gusto. A veces pasaba el rato con su madre, pero ella siempre tenía algo que hacer, y era en esas situaciones en las que extrañaba a su molesto y amargado hermano mayor que no había vuelto a ver desde la última vez que los visitó.

Recordar ese día causaba una serie de sentimientos encontrados dentro de él, la mayoría se inclinaban más a la tristeza, porque, aunque estuviera feliz porque YoonGi por fin fue liberado, su felicidad se veía un tanto opacada por la falta de su presencia, pero estaba seguro de que prefería sentirse de esa manera antes que tener que visitarlo en esa horrible prisión cada día a la que no regresó de nuevo.

Inspeccionó una vez su vestimenta, evitando quejarse por lo incómodo que se sentía con sus ropas finas, ya debía estar más que acostumbrado. Acomodó su corona en su cabello peinado hacia atrás con la frente descubierta de manera ordenada, reluciendo un color gris brillante que lo hacía lucir mucho mejor, a su lado, tomó algunos anillos que debían decorar sus dedos, estando entre éstos el par de anillos que YoonGi dejó la primera noche que se quedó en su habitación, los había tomado de nuevo el día del ataque antes de salir de su casa, solo como un pequeño recordatorio de lo que había sido su vida en la ciudad junto a él, por lo que en esa ocasión los estaba usando como un recordatorio de que YoonGi estaría presente por mucho tiempo en su vida; su madre no necesitaba saber de dónde los había sacado puesto que no se veían delicados como los que solía utilizar.

ㅡBuenos días, príncipe Jimin ㅡsaludó uno de sus guardias al verlo salir de la habitación, haciendo una reverencia ㅡSu madre espera por usted.

ㅡBuenos días ㅡsaludó amablemente, haciendo un asentimiento ante el anuncio.

Caminó con tranquilidad hasta el comedor, juntando sus manos en su espalda baja y manteniendo una expresión más seria.

Desde que JungKook se fue, le tocó asumir ciertas responsabilidades dentro del castillo ya que ahora, él era el heredero al trono, por lo que actuar como un niño malcriado y rebelde ya no era algo apropiado, tuvo que empezar a madurar, además, muchos problemas había causado ya al dejarse llevar por sus impulsos y falta de consideración, no quería seguir decepcionando a su madre, deseaba que JungKook pudiera sentirse orgulloso y dejara de verlo como un hermano menor problemático.

Esperaba poder lograrlo.

ㅡJimin, ven, siéntate ㅡhabló su madre tan pronto lo vio pasar las puertas del comedor, regalándole una corta sonrisa.