Tras Las Líneas Del Amor

(1)

La guerra había alcanzado los bosques de Jonia ya hace unas cuantas lunas; Los soldados de Noxus recorrían el bosque mientras recolectaban todo lo que podría serles útil para la guerra.

Con Irelia en el frente de la batalla a campo abierto y Karma defendiendo las costas era deber de los vastayas defender los bosques.

Una pareja de guerreros se encontraban en una de las ramas más altas de un árbol, esperando el momento preciso para atacar.

X: -recuerda...si algo sale mal...-
R: -siempre sale algo mal-
X: -no siempre-
R: -¿casi siempre?-
X: -jeje casi siempre sale algo mal-
R: -por eso estoy aquí-

Se los conocía como Xayah, la rebelde y Rakan, el encantador. Vastayas de sangre vieja con alas, un dúo al cual temer si te les enfrentabas, ambos tenían habilidades mágicas que les daban protección y los volvían un peligro en batalla, sin mencionar que el amor que se tenían era tan grande que verlos pelear en la guerra era como verlos bailar en una fiesta.
.
.
.
Pero siempre sale algo mal.
.
.
.
-¡No logro atravesar sus escudos! Xayah, debemos retirarnos- hablo uno de los guerreros que se encontraba ahí, con características de gato.

Xayah: -No estamos viendo algo importante, ¡Deben tener un punto débil!- la rebelde lanzaba sus plumas hacia los soldados, quienes parecían no inmutarse si quiera de que les estaban lanzando cuchillos.

¿Como es que todo esto paso? Se siguió el plan al pie de la letra, rastrearon al enemigo y lo observaron con cuidado, no había nada anormal que diferenciará a este pelotón del que vencieron hace sólo 3 horas...pero algo les daba ventaja en este momento.

Uno de los soldados se abalanzó a la ojiambar con intensiones de herirla con su hacha, más logro esquivar el arma con facilidad, lo que no estaba logrando en el momento era distanciarse de su enemigo para adquirir mayor ventaja.

Rakan, quien se encontraba curando y escudando a los otros 3 guerreros vastaya vio como su chica se enfrentaba cuerpo a cuerpo a uno de los soldados mientras se alejaba del grupo.
-demonios...¡Xayah!-

Xayah volteo a Rakan y le dio la señal de retirada, no valía la pena arriesgar más vidas en una batalla donde tenían claramente nulas posibilidades de ganar.

-Faylon, ayuda a los otros, tenemos que retirarnos, intentaré distraer a los demás soldados.-

-entendido-

Rakan se abalanzó al grupo de noxianos y los levantó en el aire con su gran entrada. "Mierda...son más pesados que un humano promedio" pensó el rubio esquivando con dificultad algunos filos de espadas que se dirigían a él.

-son fuertes, pero se mueven muy despacio...atrapenme si pueden noxidiotas- dicho esto el rubio corrió hacia la dirección contraria de su equipo.

Perderlos fue sencillo y le dio tiempo a su equipo de reagruparse y retirarse, pero no había señal de Xayah por ningún lado y eso le inquietaba.
Se subió a un árbol para mejorar su visión cuando la vio, seguía escapando, pero estaba lastimada, una herida abierta en su pierna izquierda le impedía moverse con facilidad y dejaba un rastro de sangre que le impedía también esconderse.

Rakan no perdió el tiempo y salto de rama hacia otro árbol y así hasta que cada vez estuvo más cerca de ella.
El atacante avanzaba a paso lento y con una sonrisa en su boca, disfrutando como la rebelde intentaba escapar de él.

Soldado: -es una lastima que tenga que matarte pajarita, pero nos haz dado muchos problemas últimamente-

Xayah: -vete al diablo-

Soldado: -Jajajaja que simpática, me gustan las chicas como tú, con carácter...sabes, podríamos hacer un trato- el hombre se acercó peligrosamente a Xayah rompiendo la distancia que ella había establecido, la acorraló entre un árbol caído y agarro con una de sus manos su mentón obligandola a verlo a la cara, mientras que con la otra mano acariciaba su pierna mientras subía lentamente levantando su falda. -yo te dejo vivir, pero vienes conmigo a casa...tengo una linda jaula más o menos de tu tamaño y quien sabe, con esa cara de ángel hasta podría olvidarme que eres mitad bestia.-