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Cuando Rakan estuvo listo, salió de la tienda y reconoció el campamento con solo una mirada.
Habían por lo menos 10 tiendas posicionadas en el claro y en uno de los bordes del campamento se encontraban las mesas y fogata donde cocinaban y convivían como un comedor al aire libre.
Era un buen lugar para planear, entrenar y vivir por un tiempo. Un río cercano les proporcionaba agua, comida y por las noches protección almenos por uno de los flancos, así que los vigilantes solo debían rotar en los 3 flancos faltantes.

Rakan continuaba sintiendo un poco de extrañes desde la anterior noche, sentía que estaba viviendo un dejavú, con cada cosa o solo estaba confundido.
Recordaba que este lugar era hasta el momento su favorito en el cual habían establecido el campamento, pero también Recordaba que en otoño encontrarían un paraíso cuando se trasladarán al noroeste... pero es que todavía faltaban meses para otoño. ¿Como podía recordar algo que aún no pasaba?
Sacudió las dudas y decidió centrarse en el aquí y en el ahora, se acercó hacia el grupo jovial de vastayas, quienes estaban de muy buen humor este día.
Se servían de una olla un plato de avena y ya cada uno aumentaba de sus provisiones para darle un mejor sabor a ese plato base.
Algunos le echaban frutos, otros lo endulzaban con miel, otros lo dejaban así, pero complementaban con carne seca y pan.
Se acercó como de costumbre y saludo alegre al equipo, quienes no dudaron en darle una bienvenida.
Decidió sentarse junto a Lyonn, un vastaya con características de pantera y Valiz una vastaya con características de antílope. Observó a su alrededor, todos estaban aquí, Prika, Shamo, Trello, Garbit y Mili, todos menos...

Rakan: chicos...vieron a Xayah?

Lyonn: Descuida loovali'k (loco enamorado) solo fue a patrullar un poco las afueras del limite norte con Faylon.

Tras escuchar el nombre del felino sintió como su corazón se aceleró, una ola de energía paso por su cuerpo encrespando sus plumas, no entendía el porqué, pero algo en el nombre de su amigo gatilló en el una forma de alerta casi instintiva y no podía evitar mostrar en su ceño fruncido el malestar ante esa respuesta.

Valiz: Rakan? E-estas bien? Te ves un poco pálido

Shamo: Es cierto compañero, sucedió algo otra vez con ese gato? No me digas que después de todo este tiempo piensas que Xayah te abandonará por él.

Respirando profundo, su corazón volvió a latir con normalidad, sus plumas bajaron nuevamente a su posición normal y se repetía internamente que todo estaba bien. Poco a poco su enérgico y encantador exterior volvió a la normalidad.

Rakan: NO, no jejeje para nada Shamo, estamos más fuertes que nunca, solo me extraño no encontrarla aquí desayunando con nosotros...saben si desayuno?

Pregunto de manera genuina y duda habitual, algunos en la mesa lo miraron con ternura, otros con algo de preocupación por el evidente cambio en su actitud, otros volvieron a sus charlas habituales de como extrañaban su hogar y lo dichosos que serían volviendo a habitar sus tierras una vez las recuperen.

Valiz, alcanzandole otro plato de avena le respondió: No llegó a servirse, Faylon encontró algo por las afueras del territorio del campamento, algo que mencionó no era urgente como para estar atentos, pero que era mejor si Xayah le daba un vistazo, puedes darles alcance si quieres, pero en este punto ya deben estar de regreso.

Rakan: oh..entiendo, entiendo...muchas gracias Valiz.
Mientras continuaban con la charla matutina los vastayas iban terminando de comer y levantándose para prepararse para el entrenamiento del día.
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Shamo, un vastaya muy grande de piel bronceada, barda tupida negra y orejas y garras de oso, guerrero y cocinero designado por la mayoría, se acercó a Rakan quien esperaba todavía pacientemente mientras jugaba con lo que quedaba de su avena a que Xayah regresará.

Tras Las Líneas Del AmorWhere stories live. Discover now