Gwen/______ Stone es una chica de catorce años, a ido de familia en familia desde que sus padres murieron cuando sólo tenía cinco años. Tras el bombardeo de su casa de acogida, su "madre" Karen decidió enviarla a otro lugar donde también acogían a n...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
La mujer dejó que los cinco bajaran de aquel carruaje y empezó a caminar hacia la casa. Susan abrió la boca ante la sorpresa al ver el gran jardín y la enorme casa. Gwen empezó a bajar con fastidio aquellas maletas, pero la voz de la mujer la detuvo.
—No te preocupes, querida, hay gente encargada de eso —sonrió un poco, y la rubia le devolvió el gesto, siguiendo a los demás.
Edmund sonrió y se encaminó hacia los jardines. Peter lo miró y de inmediato se acercó a él con cuidado, tiró de su abrigo y lo colocó delante de él, sin musitar ni una sola palabra. La mujer les dedicó una mirada confusa, a lo que ellos pusieron su mejor cara, simulando que nada había pasado.
Abrió la gran puerta color marrón y una cálida y acogedora sensación los invadió por completo. Entraron después de la señora McCready, admirando aquel lugar.
Gwen miró a su alrededor, viendo las estatuas y armaduras a los lados. Siguió avanzando, hasta que la espalda de alguien se lo impidió. Rápidamente se separó, viendo que era Peter. Éste le dedicó una mirada confusa, pero luego siguió avanzando.
La chica lo miró mal por la mala mirada que le había dado el rubio. Se giró, buscando algo para lanzarle, mientras que la mujer seguía explicando las reglas de la casa.
Sonrió y se acercó a la puerta aún abierta, saliendo al portal para agarrar unas pequeñas piedras. Hizo un ruido cuando el bolso que colgaba de su hombro chocó con el marco de la puerta, y cuando todos se giraron para ver que pasaba, rápidamente cerró la puerta.
—Continúe, por favor —pidió ella, mirando como la mujer la miraba confundida.
Ella rodó los ojos, girándose para continuar explicando las reglas.
Cuando Peter ya se había girado, tiró una de esas pequeñas piedras a su espalda. El rubio paró de caminar drásticamente, se giró a mirarla y alzó una ceja. Gwen siguió caminando, quedando al lado de Edmund y Lucy.
Peter la empujó por los hombros, haciendo que ella avanzara unos cuantos pasos. Sonrió divertido ante la cara de la rubia y continuó caminando.
Susan los observó confundida y negó con la cabeza. Lucy sonrió y miró a la mujer cuando esta le dedicó una rápida mirada. Gwen no se quedó atrás y se adelantó unos pasos, empujando de lado a Peter en el progreso.
Éste se balanceó hacia la derecha ante el empujón, casi cayéndose al suelo. La mujer siguió explicando, sin percatarse de lo que pasaba detrás de ella. Edmund siguió mirando la casa como si nada estuviera pasando a su lado.
—No se puede molestar al profesor Diggory, eso tiene que estar claro —continuó la señora McCready, empezando a subir las escaleras.
Gwen seguía con la sonrisa en los labios hasta que Peter pasó con rapidez por su lado, dándole un codazo para empujarla como ella había hecho anteriormente.