Debí decirte que te amaba
cuando tenía ocasión.
Debi decirte abuela mía
que hoy por ti yo soy mejor.
Pero sabes como soy,
pensé que serías eterna,
y no has visto cómo estoy,
me da vueltas la cabeza.
¿Y qué no te valoré?
¡Diablos, eso ya lo sé!
¿Y qué siempre lloraré?
Claro, si no te veré.
Eres mi segunda madre,
por no decir la primera.
Eres mi bastón, mi aguante,
fuiste mi primera escuela.
Jamás lo voy a aceptar;
yo te amo tanto y tanto
que nunca voy a llenar
el vacío de tu manto.
Extraño hasta tus regaños,
aunque suene masoquista,
porque todos estos años
siempre estuviste a la vista.
Todos tienen ojos tristes,
cuando nadie te miraba.
Y hoy que desapareciste
se dan cuenta que te aman.
Recuerdo cuando me diste
el dinero que te pedí,
ese fue el último instante
en que te vi sonreír.
Luego se que te perdía
y no había solución,
y rezaba todo el día
por un milagro de Dios.
Pero cuando te perdí
me pensaba preparada.
Luego cuando no te vi
el corazón me temblaba.
Mi corazón aún tiembla
desde aquella semana.
Mis ojos aún anhelan
volver a mirar tu cara.
Y.D
