Becoming Supergirl (SuperCorp)

Capítulo 24 : No quiero esperar en vano

Aquella noche Kara se las arregló para salirse con la suya con sólo una pequeña reprimenda de Alex por llevar a Lena. Argumentó que en realidad ya no importaba, puesto que iba a decírselo a Lena muy pronto. Le costó dormirse, imaginando a Lena durmiendo justo abajo. Finalmente se quedó dormida, pero se despertó muy temprano, antes de que amaneciera. Bajó sigilosamente las escaleras y escuchó fuera de la puerta de la habitación de invitados. Podía oír la respiración constante de Lena y se daba cuenta de que estaba dormida. Intentó alejarse hasta el salón, pero primero se permitió echar un rápido vistazo a la habitación. Vio a Lena profundamente dormida, con la cabeza apoyada en la mano y su sedoso cabello esparcido con gracia sobre la almohada. Kara inhaló bruscamente al ver lo hermosa que era mientras dormía, lo tranquila que estaba. Su cerebro le pedía a gritos que se alejara y cerrara la puerta, pero, como ocurría a menudo con Lena, su cuerpo no obedecía a su cerebro.

Por desgracia para Kara, su fuerte inhalación hizo que Lena se removiera. Se puso de espaldas y bajó los brazos. Kara se sobresaltó, pero avanzó sin poder resistirse a observar la nueva posición de Lena, que era tan hermosa como cuando estaba tumbada de lado. Ahora podía ver su camiseta del "Midvale Women's Rugby" extendida sobre el pecho de Lena y le producía una sensación cálida y apretada en el pecho, como si quisiera envolver a Lena y protegerla de la gente cruel e irreflexiva que no veía lo increíble que era. Finalmente, Kara se convenció a sí misma de que debía marcharse, pero de alguna manera se golpeó contra una pequeña mesa mientras se retiraba, haciendo que un libro cayera al suelo. Era un libro grande que aterrizó con un golpe. Los ojos de Kara se dirigieron al libro y luego volvieron a Lena, cuyos ojos revoloteaban. Kara se apresuró a salir y cerró la puerta rápidamente. Sin embargo, no pudo evitar oír a Lena a través de la puerta.

"¿Kara?"

Estaba atrapada. Abrió la puerta con facilidad y se asomó. Lena la miraba con los párpados pesados.

"¡Lo siento, Lena! No quería despertarte. No pude resistirme a mirar. ¿Dormiste bien?"

"Absolutamente. Es decir, hasta que alguien empezó a chocar en mi habitación antes del amanecer".

"Lo siento mucho. Te dejaré volver a dormir". Dijo Kara tímidamente, saliendo de la habitación.

"¡Espera! Ahora que estás aquí, siento un poco de frío. ¿Por qué no vienes a calentarme?"

Kara no pudo resistirse a acercarse y tumbarse en la cama. Lena le cogió la mano y se apartó de ella, tirando del brazo de Kara para rodearla mientras se acurrucaba de nuevo entre las sábanas. Kara se quedó encima de las sábanas y la envolvió en un apretado abrazo.

"Anoche soñé contigo". Susurró justo detrás de la oreja de Lena.

"¿Lo hiciste?" Lena sonrió. "Cuéntalo".

"Soñé que cabalgábamos, lejos en el bosque. De vuelta a ese viejo granero abandonado. Nadie nos buscaba. Nadie sabía dónde estábamos. Nos tumbábamos juntos en la vieja pila de heno..."

"Oh, recuerdo lo que pasó en ese heno. Y lo que podría haber pasado si no nos hubieran interrumpido tan bruscamente..." Lena se rió.

"Sí, lo recuerdo. Supongo que he pensado tanto en ello que se ha trasladado a mis sueños".

"Kara, ven a quedarte en mi casa conmigo esta noche. Después de que todas las festividades del día de Navidad de tu familia hayan terminado". Lena suplicó. "Mis padres no volverán hasta mañana. Podríamos tener toda la noche para nosotros, sin preocuparnos de que alguien venga a buscarnos o golpee la puerta. Aunque sólo durmamos, sería bonito tener una sola noche juntos..."

"Lena, eso suena increíble. Pero ya les pregunté a Eliza y a Jeremiah si podía quedarme a dormir contigo y me dijeron que no podía mientras tus padres estuvieran fuera".