Becoming Supergirl (SuperCorp)

Capítulo 35 : Saltando sobre el océano como una piedra

A Kara le encantaba su nueva vida en la universidad. Ella y Lucy se habían hecho amigas rápidamente. Siempre que podía convencer a Kara, Lucy la arrastraba a las fiestas del campus. Lucy solía ser el alma de la fiesta y algunas noches se emborrachaba demasiado. En esas noches, Kara la vigilaba y se aseguraba de que volviera sana y salva a la residencia. Ambas llamaban mucho la atención en las fiestas, tanto de mujeres como de hombres. Muchos intentaban convencer a Kara de que bailara y ella se negaba rotundamente. No tenía el beneficio del alcohol para hacerse valiente y sentía que no tenía ni idea de lo que estaba haciendo. Una noche, Lucy finalmente la arrastró a la pista. Por supuesto que no podía obligar físicamente a Kara a hacer nada, pero no aceptaba un no por respuesta. Lucy se soltaba y Kara intentaba seguirla tanto como podía. Se lo pasó en grande dejándose llevar y moviéndose al ritmo de la música con Lucy. Aquella noche se estaba divirtiendo mucho, y se le ocurrió que era una tontería preocuparse por su aspecto ante los demás. La mayoría de las personas eran tan terribles como ella y se estaban divirtiendo mucho. Después de eso a Kara ya no le importaba, simplemente salía a la pista y se divertía.

Por primera vez desde que llegó a la Tierra, Kara se sentía anónima, como si pudiera ser una persona diferente y no tuviera que preocuparse por ningún reflejo o impacto en su familia o en cualquier otra persona. Lucy siempre se burlaba y coqueteaba con ella y a Kara le divertía. Le intrigaba la idea de que pudiera llevar a algo más, pero veía que sería muy complicado y se conformaba con disfrutar de conocer a Lucy. Kara habló con Clark y él le aseguró que Lois no le había dicho nada a Lucy sobre que él fuera Superman. En cuanto a su otro gran secreto, sabía que tenía que hablar con Lucy sobre ello. Pero antes de que se atreviera, un incidente hizo innecesaria la gran revelación.

Durante el fin de semana después de su segunda semana en la escuela, ella y Lucy pasaron el día con nuevos amigos en la playa. Kara se cuidó de llevar unos buenos pantalones cortos de compresión bajo el bañador y, ahora que controlaba mejor su cuerpo, todo fue bien en cuanto a mantener las cosas "en secreto". Ese día, Lucy trajo su tabla de surf, pero se dedicó más a hacer el tonto que a intentar surfear en serio. A última hora del día, todos dieron un largo paseo y acabaron llegando a una vieja torre de agua. Era similar a la que había en la playa de Midvale, y le recordó a Kara uno de sus recuerdos favoritos con Lena, abrazada a la torre mientras miraban juntas las estrellas. Tuvo una aguda punzada de añoranza, pero rápidamente volvió a divertirse, echando una carrera hacia el océano y dando un salto en el aire para estrellarse contra una enorme ola y salir de ella. Ese sentimiento de añoranza ya no se producía casi nunca, pero cuando lo hacía a veces se le quedaba grabado, haciendo que Kara se sintiera triste y vacía antes de que acabara por recomponerse y dejarlo atrás. Aquel día se lo pasó muy bien en la playa, pero esa noche, de vuelta en el dormitorio, el recuerdo de aquel día se trasladó a sus sueños. Soñó que veía a Lena en la playa, y se vio a sí misma acercándose a ella por detrás y rodeándola con sus brazos, apoyando la barbilla en el hombro de Lena mientras ésta le acariciaba el pelo.

"¿Dónde estabas?" Preguntó la Lena del sueño.

"Te estaba buscando". Kara susurró, sus labios rozando el borde de la oreja de Lena.

"Has estado fuera tanto tiempo. Dios, te he echado de menos". dijo Lena, provocando un dolor en el pecho de Kara. En el sueño, Lena giró la cabeza para atrapar los labios de Kara, mordiendo y lamiendo antes de facilitar su lengua dentro de la boca de Kara. Lena se giró entre sus brazos y le pasó la mano por detrás del cuello para mantenerla cerca, luego se apartó del beso para mirarla a los ojos y susurrar. "Eres la única, Kara. Siempre serás la única".

En su sueño, Kara jadeó al oír las palabras de Lena, y luego tiró de las caderas de Lena para acercarse, y sólo entonces se dio cuenta de lo dura que estaba. Lena sonrió al sentir la polla de Kara contra su estómago.