Capítulo 15.

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Iwamoto arrancó la toalla de su cabeza y la tiró a sus pies... Fue una medida violenta e inesperada. Se subió al sofá con las rodillas a horcajadas mientras que yo solo intentaba acomodarme tan bien como me fuera posible. Está lo suficientemente cerca como para escuchar su respiración y ver que está temblando... Me sentía abrumado y, me enamoré un poquito más de él. Iluminado por las luces LED. Aunque estaba oscuro, la expresión de Iwamoto era claramente visible para mí. Era, más que perfecta.

A diferencia de cualquier expresión que le haya visto hacer antes, esta era una cara misteriosa que parecía terriblemente hambrienta y satisfactoria. Me miró y se inclinó. Sabía que no podía ser ese el caso, pero también parecía tímido.

"¿Estás nervioso ...?"

Iwamoto me tocó el cuello y susurró estas palabras. Eso fue exactamente lo que dijo. Solía ser rígido, pero ahora estaba feliz. Se impulsó un poco, y dejó caer sus caderas. ¿Será posible que pueda acariciar su trasero y sus muslos a la vez? Tenía la sensación de que había agua hirviendo en mi pecho. Burbujeando y subiendo...

"¿En serio eres virgen?"

Iwamoto acarició amorosamente mis hombros y mi espalda. Cada vez que se mueve su palma caliente para arriba y para abajo, la emoción de un placer intenso recorre mi columna vertebral. Él tiembla más, sacude la barbilla, abre la boca hasta la mitad y me mira. Parece que ya estaba jadeando... Sentí que me convertí en su perro.

"Sí..."

"¿Es esta la primera vez del doctor?" "Sí ... No he tocado a nadie." "¿Puedo besarte?"

"Puedes..."

Me besó las orejas, el cuello, y me apretó hasta que sentí que podía ponerme a llorar. Oh, que cómodo es. Quiero más, Definitivamente más.

"Estás temblado ..."

Pude ver a Iwamoto, riéndose con alegría justo al lado de mi cara. Dios, su rostro era fascinante.

Me quitó los anteojos... Su boca es suave, caliente, fría y húmeda. Sus labios y la lengua de Iwamoto, gruesa, trazan mis labios delgados hasta consumirlos todos.

Parece que quiere comerme... Así que yo quiero comérmelo también. Lentamente, su cintura flexible se hace para adelante, su trasero es pesado, su cuerpo es pesado...

Pero en este momento solo puedo pensar que él es mío. Es solo para mí. Mi hermoso hombre. Estaba loco por sus manos y lo abracé con fuerza. Mis brazos son más largos que los de las personas normales así que puedo disfrutar plenamente de su espalda gruesa, fuerte y ancha.


Abre la boca y me deja probar su lengua lentamente. No se como hacerlo... Pero de pronto también abrió los ojos y gimió... El núcleo de mi cabeza se calienta, siento, que ya ni siquiera puedo verlo. Respirando con mucha dificultad, puse la mano debajo de su sudadera suelta y acaricié su suave espalda desnuda.

El l1ndo hombre que puede quedar embarazado.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora