Capítulo 25.

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"¡Felicitaciones por tu matrimonio apresurado!" "¡Ya te dije que no se trata de eso!"

"Que lindo, un obstetra casándose con un paciente por haberlo dejado con un niño adentro... Parece trama de una porno."

"Maldita sea, ¡No digas eso cuando estamos en servicio!"

Pero seguía estando en un tremendo dilema por el malentendido que se había generado con Shimabukuro. Él a menudo habla sobre lo descuidado que fuí y lo tradicionalista que le parecía que me casara con Iwamoto a penas nos enteramos de su embarazo. No es para nada el caso pero, como ginecólogo veterano, supongo que está en condiciones de promover la correcta planificación familiar.

"Él y yo ya habíamos hecho planes para casarnos... Tenemos casi dos años saliendo, es solo que no te lo conté."

"Es demasiado sospechoso. Te hubiera creído si no fueras un doctor pero, vives con él ¿Y no sabías que tenía tres meses? Lo descubriste hace una semana ¿No? ¿Y qué hiciste? ¡Te casaste! Me suena a un completo chantaje."

"En realidad tiene seis semanas..."

Y han pasado seis días desde que nos casamos.

Fue un día deslumbrante. Una boda muy rápida así que no tuvimos luna de miel... Pero si lo pensabas con cuidado, todos los días pasaban sobre nosotros como si fuera una.

Apenas salí del trabajo, fuimos al registro civil. Le habíamos avisado a nuestra familia las causas y los motivos así que todos estaban esperando por nosotros con unos vestidos bastante rebuscados y exageradamente elegantes. Mi madre, mi abuela, y su pequeña hermana universitaria.

Iwamoto iba en un traje blanco hermoso... Los vestido de novia a veces son muy anchos así que me parece, que haré una boda mucho más grande después y definitivamente compraré uno de esos para él.

"¿Qué tal una luna de miel igual de rápida...?" Dijo Iwamoto, mientras acariciaba mi mejilla y dejaba que el sudor de mi piel se combinara con el que estaba en sus dedos.

En un soleado día de bodas, una desnudez robusta baila sobre las sábanas blancas y brillantes de la cama. "No tienes que estar tan nervioso... Te trataré bien."

No puedo decir ninguna palabra en contra porque amo a Iwamoto con demasiada fuerza.

¿Puede existir una criatura que me haga sentir tan bien y tan absolutamente perdido como lo hace este hombre? Imposible.

"Solo... Podemos frotarnos." "De acuerdo."

Pero igual terminé gimiendo de placer cuando Iwamoto me tocó.


"Te amo..."

Lamiéndose el labio superior, sujeté aquella cintura cubierta por músculos firmes.

El l1ndo hombre que puede quedar embarazado.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora