⋆៹˚. 𝙥𝙧𝙤́𝙡𝙤𝙜𝙤

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ꮼ ִ ࣪ . 𝓞̈𝖭𝖲𝖮̈𝖹 ❜

 𝓞̈𝖭𝖲𝖮̈𝖹 ❜

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Suspire felizmente mientras me acostaba en el césped frente al cálido sol de verano sobre mi. Sentí a mi hermana a mi lado moverse un poco incómoda antes de volver a sentarme.

—Esto es tan relajante que me voy a quedar dormida pronto —bromeo mi hermana a mi lado haciéndome reír un poco con ella.

Antes de que pudiera decir algo escuchamos las campanas indicando que un barco estaba a punto de atracar en nuestras costas.

Me puse de pie y caminé hacia el borde del acantilado para mirar. Jadee en estado de shock ante la bandera que decoraba el barco.

—Levántate, tenemos que irnos.

Levante a mi hermana. Empezó a protestar sin saber que estaba pasando.

—¡Detente! Por que tenemos que irnos-

Ella se congeló mirando detrás de mi con miedo. Me di la vuelta para ver a uno de los piratas. ¿Como llegó aquí tan rápido?

—¡Corre Mariam! —le grite sacando la daga de mi padre que le robe antes de salir. Le corte la cara haciéndolo retroceder.

—No te acerques

Dije en su idioma sabiendo exactamente de donde era. Es una escoria turca, suelen venir aquí a robar chicas de sus familias para venderlas en su país como esclavas.

—¿Que vas a hacer si no lo hago? —pregunto descaradamente mostrando una sonrisa desdentada, casi vomito al verlo.

Lo corte de nuevo, pero esta vez agarro mi mano con fuerza apretándola con fuerza haciéndome soltar la daga.

—Si no hubiera tenido ordenes del capitán, te habría tomado aquí mismo y ahora mismo —me estremecí de asco ante la idea.

—Déjame ir.

Intente apartar su mano mientras el me empujaba hacia los muelles donde podía ver al resto de los piratas acumulando las cosas que robaron de nuestra pequeña isla.

—Ahh, otra chica —dijo el único que no estaba participando.

Vestía ropa más elegante y parecía mayor que el resto, lo que me hizo suponer que el era el capitán.

—Déjame ir —gruñí luchando contra el agarre de los piratas, pero no sirvió de nada, el era demasiado fuerte para mi.

—¡Shams! —escuche una voz familiar gritar.

Finalmente pude liberarme del pirata y corrí hacia el borde del bote apoyándome contra la barandilla.

—¡Papa! —grite tratando de trepar para saltar al agua, pero me agarraron de la cintura y me empujaron hacia el barco.

—¡Papa!

—¡Shams!

Me tiraron debajo de la cubierta con un montón de chicas tanto de mi isla como de las islas que pasaron antes de venir aquí.

—¿Shams? —mire a mi lado para ver a Ferial, una de las chicas que vivían en mi isla.

—¿Ferial?

me acerque a ella, me senté a su lado y me acurruqué más cerca la una de la otra por miedo a lo que sucedería.

—¿A donde crees que nos llevarán? —pregunto o más bien susurro sin querer ser escuchada por nadie mas.

—Al infierno obviamente, Estambul —dije sin importarme que tan ruidosa fui.

Ella me hizo callar mirando a su alrededor con ojos aterrorizados pero simplemente la ignoré.

—Llegaremos a la capital mañana, Capitan Kheder —escuche desde arriba.

Sabía que mi isla estaba cerca de la capital, pero no sabía que estaba tan cerca. Sentí un escalofrío recorrer mi espalda al pensar en ser vendida a una casa de esclavos.

Las puertas se abrieron de nuevo y entraron dos tipos con una olla y unos platos. Las mujeres corrieron a hacer fila excepto Ferial y yo, todas tomaron platos llenos de algún tipo de sopa que yo apenas podía soportar el olor.

—¿No comerán?

uno de ellos pregunto mirándonos. Estaba a punto de decirle que empujara su sopa al cara-

—No tenemos hambre —Ferial me impido siquiera pensarlo, sabiendo lo que iba a decir.

—Ustedes se lo pierden.

Se encogió de hombros saliendo con el otro chico y la comida. Una chica sentada cerca se deslizó aún más cerca haciéndome oler la horrible sopa de nuevo. Estuve a punto de vomitar, pero me contuve.

A la mañana siguiente, nos despertamos en la capital. Inmediatamente nos llevaron al castillo donde unas chicas fueron elegidas y otras no, yo fui una de las que no fueron elegidas para ir al castillo.

Las que no fueron vendidas al castillo fueron enviadas inmediatamente a una casa de esclavos. Sostuve la mano de Ferial con fuerza sintiendo que el miedo se acumulaba dentro de mi a medida que mi turno se acercaba mas y mas.

Me subieron a la plataforma donde más de treinta hombres me miraban de pies a cabeza.

Antes de que el hombre pudiera decir algo, uno de los hombres pregunto: —¿Porque se balancea tanto?

—Ella no se balancea, probablemente sea un truco de la luz —dijo el hombre antes de inclinarse susurrándome al oído con dureza para que me portase bien.

Solo podía jadear sin aliento, sintiéndome mareada por no haber comido nada en el camino aquí. Mire a la multitud para ver qué algunos de ellos se veían un poco extraños, como si no pertenecieran aquí en absoluto.

Ya no me podía poner de pie, sintiendo que toda mi energía salía de mi cuerpo y me caí. Pude sentir al hombre pateándome, lo que probablemente me lastimaría después, pero eso estaba fuera de mi mente en ese momento.

—¿Que creen que están haciendo?

Escuche una voz joven gritar haciéndo que las patadas se detuvieran y pude oír a la multitud jadear.

—¡Abran pasó, el Sultán Suleiman Khan y los príncipes Mustafá y Mehmed han llegado!

Sentí que mi corazón se detuvo ante el anuncio. ¿Que estaban haciendo aquí entre la multitud? Pensé que gobernaban desde su castillo donde podían ver a las personas como hormigas, exactamente como las trataban.

Sentí una mano suave en mi hombro, abrí un ojo y vi a un muchacho que me daba un poco de agua. Me ayudo a sentarme y beber un poco de agua de la botella, dándome algo de energía para levantarme con su ayuda.

𝐌𝐘 𝐏𝐑𝐈𝐍𝐂𝐄 ━ 𝐬𝐞𝐡𝐳𝐚𝐝𝐞 𝐦𝐞𝐡𝐦𝐞𝐝Donde viven las historias. Descúbrelo ahora