𐐪Moonlight𐑂

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A Felix le gustaba su compañero de baile.

Y eso no tiene nada de malo, que te guste alguien es completamente normal, es un sentimiento humano.

Él ya tenía novio y lo quería demasiado, era su chico. Podía pasar horas observándolo, creyendo que era la persona más bella del universo y era tan suertudo de estar con alguien como su pareja. Llevaban 2 años de relación, casi 3, y se sentía como el ser más afortunado de todo el universo.

Se habían conocido desde que eran niños, pero sus sentimientos florecieron en secundaria y no fue hasta universidad que su actual novio decidiera declararse.

Ese fue el día más feliz de su vida.

Al entrar a la universidad, ingresaron al cuerpo de baile y fue donde lo conoció.

A él.

Era callado, reservado y a veces parecía ser una persona fría y con sentimientos enterrados, pero Felix sacaba a relucir su verdadera personalidad. Estudiaban la misma carrera y compartían todas las clases así que se la vivían juntos y rápidamente se hicieron mejores amigos.

Su mejor amigo consiguió novio y a Felix le caía bien. Su pareja le preguntaba si no se sentía celoso de que pasara más tiempo con el nuevo chico, pero el pecoso siempre lo negaba.

Era feliz si él lo estaba.

Sus novios pasaban tiempo entre ellos y era entendible, también compartían carrera. Se sentía emocionado de que los 4 se pudieran entender y caerse bien para tener citas dobles, todo estaba saliendo bien.

O eso creía.

Cada día que pasaba, sentía que no había tiempo para estar con su novio. Cuando quería salir con él, siempre había una excusa: "tengo mucha tarea", "estoy cansado", "ya quedé con alguien más".

A Felix no le molestaba, entendía que ya estaban en su último año de universidad y estaban saturados de trabajo. Era un chico comprensible y atento, siendo demasiado ingenuo y no había motivo alguno para sospechar de su novio.

O eso creía él.

Se acercaba su aniversario de 3 años y tenía algo grande planeado. Quería darle una sorpresa por todo lo que han vivido juntos, y para ello le pidió ayuda a su mejor amigo. Iba a organizar el mejor regalo de pareja que se le pudiera ocurrir: una cena en su departamento (él era un excelente cocinero) y después iban a salir a observar las estrellas desde la azotea.

Su mejor amigo llegó a su departamento por la tarde (ambos de sus novios se habían quedado en la universidad trabajando) y ambos chicos tenían el resto del día para preparar la sorpresa.

En algún punto, cuando salieron a conseguir unas rosas rojas y regresaron a la casa del pecoso, notaron que la puerta principal estaba cerrada. Solamente habían bajado a un puesto en la calle y vivían en el quinto piso, no recordaba haber cerrado la puerta.

Felix se acercó a mover la perilla desesperadamente, sus llaves se habían quedado dentro. Intentó sacar su teléfono para marcarle al cerrajero cuando un sonido proveniente de su departamento lo paró en seco.

Era un gemido. 

Ambos chicos se quedaron en silencio, intentando escuchar mejor los sonidos para diferenciar la voz de aquel sujeto, o de aquellos porque una segunda voz se le unió.

Y allí es donde cayeron en cuenta.

Eran sus novios.


Para celebrar los 100 seguidores, el capítulo de la verdad :3

De verdad muchas gracias por todo el apoyo que le han dado a la historia, en mi TikTok he estado subiendo varios videos del fanfic, por si los quieren ver.

Les quiero mucho <3

LustDonde viven las historias. Descúbrelo ahora