Mi agresivo omega

Capítulo 22

Harry sabía que probablemente no estaba bien hacer aquello pero su alfa sería capaz de salirse de su pecho para gruñirle si no lo hacía.

Está mal.

Muy mal.

Solo debía ver qué estaba bien e irse.

Era fácil, muy fácil.

Llega, ve como está y se va.

Y se va.

Llega, ve como está y se va.

Y se va.

Simple, ¿verdad?.

Había acordado con Louis hace media hora que se encontrarían donde siempre, sabía que necesitaba de él días previos al celo y...durante pero aquello no lo habían hablado así que asumiría que no lo necesitaba. Claramente no había llegado y no contestaba los mensajes y llamadas.

Tal vez se había adelantado el celo, era lo más probable de hecho, pero su alfa y él mismo no estaba tranquilos sin saber realmente la razón de su ausencia.

Por eso simplemente iría hasta su casa, se aseguraría de que estaba bien y se iría.

Solo eso.

Iría, se aseguraría que estaba bien y listo.

Y listo.

Estaba llegando cuando dos lobos se pararon frente a él impidiendo el paso gruñendo amenazantes.

Gruñó de vuelta, su alfa tenía el control.

Los lobos se acercaron dispuestos a atacar cuando uno llegó sorpresivamente deteniendolos.

Lottie.

Ella parecía hablar con ellos de alguna manera, no estaban contentos pero finalmente ella les gruñó un tanto brusco y se hicieron a un lado para dejar camino libre el rizado.

"Gracias..." agradeció a Lottie quien solo asintió.

Y llegó, la gran casa de madera frente a él.

Dió unos pasos hacia la entrada, apenas llegó a la puerta el olor del omega llegó a sus fosas nasales.

Gruñó con fuerza y cerró sus puños hasta que sus nudillos quedaron blancos. Sus colmillos crecieron grandes y afilados.

Omega, omega, vamos. Nos necesita.

"N-No." murmuró entre dientes "Está bien y ahora nos tenemos que ir" gruñó.

No lo había llamado, ni lo había pedido, no tenía por qué quedarse. Y aunque doliera un poco que no haya considerado la idea de dejarlo ayudarle por qué después de todo es su compañero y se necesitaban.

Con toda su fuerza de voluntad se dió la vuelta para irse. Su alfa gruñía molesto pero no le importaba en ese momento, no iba a hacer una estupidez solo por sus instintos.

Paró en seco cuando la puerta se abrió a sus espaldas, cerró sus ojos con fuerza y aguantó la respiración sabiendo que causaría si olfateaba ahora el aire.

Un jadeo llegó a sus oídos.

"Ha-Harry..." suplicó.

No debía, no debía darse la vuelta.

Sus piernas comenzaban a actuar por si solas cuando lo hizo y lo vió. De rodillas en el marco de la puerta con apenas unos shorts y clavando sus uñas en los muslos, jadeaba.

"Por favor...alfa, a-ayúdame" dijo con dificultad.

El alfa gruñó y jadeó, negó.

"No...no estás en tus cinco sentidos" la saliva se comenzaba a acumular en su boca.

"¿Q-Que estás diciendo?" gruñó molesto.

Harry rió apenas, bueno, su lado racional estaba al menos. Caminó hasta él y se puso a su altura, tomó el rostro entre sus manos.

"Ve a tu habitación, cierra con llave y-" las manos ligeramente temblorosas tomaron su camisa con fuerza.

"No me dejes aquí, ayúdame" un puchero se asomaba por sus labios y soltó un quejido cuando sintió el dolor en su espalda baja. "Alfa, duele demasiado" apoyó su frente ligeramente sudada en su pecho soltando bajos quejidos.

"No debo hacerlo, cachorro" sus manos picaban por tocarlo, quería aliviar su dolor.

"¿P-por qué?" los ojos se le llenaban de lágrimas.

Harry pudo ver de reojo dos pares de brillantes ojos viéndolos desde lejos. Gruñó y tomó rápidamente a Louis haciéndolo jadear de sorpresa, sus piernas se envolvieron en su cadera y comenzó a olfatearlo con desespero. Harry entró y cerró la puerta rápidamente.

"¿Dónde está tu habitación, omega?" preguntó mientras cerraba con llave.

"¿V-vas a ayudarme?" preguntó ilusionado restregando su nariz contra la piel del cuello.

Harry no respondió y se dirigió a dónde señaló el menor. La habitación era espaciosa y bastante acogedora, la cama era grande y estaba totalmente desordenada.

Caminó hasta allí y con dificultad dejó al omega allí quien se quejó.

"Escucha, cachorro" tomó las manos del omega que se aferraban a él y acarició el dorso. "Quedate aquí"

"No, no, no me dejes aquí, me duele" se retorció gimiendo de dolor. Sus mejillas rojas y su rostro, pecho perlado en sudor.

"Lo sé, se que duele" tragó saliva nervioso.

Nos necesita, nuestro omega.

Louis tiró de la camisa y unió sus labios con desespero, el alfa jadeo sobre sus labios y deslizó sus manos por los muslos desnudos.

Correspondió deslizando sus lengua a la cavidad bucal del menor quien se aferró a él con sus piernas y brazos haciendo caer su cadera contra la suya.

Harry gruñó apretando los muslos entre sus dedos, el olor a lubricante llegaba a su nariz haciéndolo aumentar la intensidad del beso.

"Q-quedate" suplicó sobre sus labios "solo...necesito que estés aquí, por f-favor" Harry se apartó de sus labios.

Dirigió sus besos por su mandíbula hasta su cuello con lentitud tortuosa, acarició con delicadeza su cintura y cadera marcandolo con su olor. Succionó la piel de su cuello e hizo aquella marca más grande y notoria.

Louis gimió llevando sus manos a los rizos tirando de ellos suavemente.

Harry finalmente luego de hacer aquello se apartó, el omega lo miró confundido con sus ojos llorosos.

"No me dejes aquí, alfa" lloriqueó ante la falta de su calor.

"Tu solo...quédate aquí, cachorro" dejó un último beso en sus labios.

"¿A dónde vas?" se retorció mirando como el alfa caminaba hasta la puerta "¿V-vas a volver?"

"Si, no te preocupes, amor" tragó saliva y salió rápidamente.

Harry no volvió.

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Louis lloriqueaba sintiendo su piel quemar, era peor, mucho peor que la última vez.

Sabía que se debía a qué Harry lo había abandonado allí, por qué lo hacía peor que hubiese estado presente pero de hubiese ido.

No quería enojarse o sentirse mal justo en el momento que se retorcía de dolor físico. Pero no podía evitarlo, su omega ya se retorcía más por el abandono de su alfa que por el celo en si.

Alfa, nos abandonó.

"Cállate" dijo entre dientes.

Su lado humano estaba enojado y su animal triste. Buena combinación.

Ni siquiera quería follar, solo quería olerlo y sentirlo con él. Estúpidos alfas, estúpida dependencia inevitable por ellos.