Capítulo 35

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Louis terminó de atar sus botines de futbol sentado en el borde de su cama.

Se levantó, arregló apenas su cabello frente al espejo y tomó su mochila para irse.

Se cruzó con Lottie sentada con su espalda contra el tronco de un árbol a la sombra con sus ojos cerrados. Louis creía que se parecía a Jay cuando el dolor atacaba y decía que el sonido de las aves la sanaban.

"Hey, ya me voy Lotts" informó.

"Está bien, suerte a tu equipo, Boo" sonrió.

"Gracias, cuídate y llámame cualquier cosa, es probable que hoy no vuelva" Lottie asintió y suspiró.

"Cuídate tu también"

Louis siguió su camino entre los árboles hasta el punto de encuentro que siempre tenía con el alfa, allí debía de estar esperándolo.

Pensó en las palabras de Niall del día anterior, tenía razón, claro que la tenía. Pero no pensaba dejar las cosas sin luchar antes sin hacer algo para poder estar a un lado de Harry.

No quería escapar, por qué sabía que aquella era una opción pero no quería dejar a Lottie, no quería dejar a sus primos omegas y a los cachorros. Creía que tal vez podría hacerse cargo él solo, cambiar las cosas para bien, no dejar que abusen de los omegas de una vez por todas y hacer de la manada una familia sana.

Sabía que era imposible, que jamás lo dejarían, que querían un estúpido alfa al mando y que jamás cederían pero buscaría la manera.

Llegó dónde el alfa lo esperaba y pronto su cintura fue envuelta por sus brazos.

"¿Listo para ganar, cachorro?" Louis lo miró un momento y sonrió.

Llevaba una camiseta del mismo equipo de Louis con su apellido detrás. Louis la había conseguido para él ya que se había ofendido un poco cuando sus amigos habían conseguido unas y el alfa no tenía una propia.

"Siempre, alfa"

Harry tomó su mano y caminaron entre los árboles hasta el auto y condujeron hasta el instituto. El omega estaba extrañamente callado y el rizado le daba miradas furtivas de vez en cuando.

"¿Que pasa, amor?" preguntó cuando aparcó en el estacionamiento.

"¿Que pasa de que?" lo miró extrañado.

"Estás callado" giró su cuerpo desde su asiento para quedar frente al omega.

"Oh, no es nada...solo...estaba pensando" el alfa alargó una mano y acarició los cortos cabellos de su nuca creando un estremecimiento.

"¿Quieres contarme, cachorro?" Louis negó.

"Alfa..." posó ambas manos en los muslos del rizado.

"¿Si?" bajó la mirada a sus muslos sonriendo de lado.

"Te quiero, mucho y eres el mejor alfa que podría haber tenido" el alfa lo miró con el brillo en sus ojos y pudo nuevamente notar como los ojos de Louis se volvían ligeramente verdosos.

"Yo también te quiero mucho, mi hermoso omega" tiró de su nuca para unir sus labios con fervor.

Las manos del menor se deslizaron por los muslos con lentitud, el alfa presionó más de su nuca elevando el ritmo de sus labios.

Tal vez no era momento de aquello, de que el ambiente en el auto completamente cerrado con sus olores los sofocara de manera exquisita. No era momento de que los besos del alfa bajaran por el cuello del omega.

"Alfa..." jadeó cuando la piel de la parte exacta de su cuello fue succionada.

"Quiero dejar marcas por tu cuerpo, quiero que huelas más a mi antes de entrar con esos alfas" gruñó ciñendo sus manos en la cintura "Que mis dedos queden marcados, que sepan que eres mío"

Mi agresivo omegaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora