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A la mañana siguiente un somnoliento y cansado Seungmin peleaba por mantenerse despierto en su banca. Tener cálculo tan temprano nunca le había molestado, era bastante bueno a decir verdad, pero el que tres alucinaciones lo hayan mantenido despierto toda la noche no le ayudaba mucho.

-Ptss Minnie ¿te encuentras bien?- susurro Minho a su lado.

-¿Mmh? mmsi, solo estoy algo cansado- respondió semi dormido- no pude dormir bien.

-¿Demasiadas voces?- sonrió el azabache.

-Mas de las que me gustaría- le devolvió la sonrisa.

Solo había pasado un día de conocerse, pero Seungmin se sentía cómodo junto a Minho. Por fin alguien no lo prejuiciaba o lo consideraba un lunático; de cierta forma Minho era igual a él y eso le daba algo de consuelo. Todavía no le contaba sobre sus alucinaciones, aún no estaba listo, pero no le había negado la existencia de su enfermedad.

La clase terminó, se despidieron y quedaron de verse para almorzar, ya que eran de diferentes carreras. Minho estudiaba Ciencias de la Computación, desde joven había sido bueno para los sistemas, la programación y la tecnología; Jisung le apodaba "el sexy nerd de las computadoras". Pero ingresar comandos y saber códigos no era lo único que le interesaba, su verdadera pasión era el baile. Además de alegrarlo, el baile le había ayudado a reducir sus ataques o eso le había contado a Seungmin. El bailar le daba cierta paz y era el único momento en donde no percibía a Hyunjin, tal vez porque su mente encontraba estabilidad cuando bailaba.

Minho no solo era bueno, era el mejor, pero entonces ¿qué hacía estudiando computación y no siendo el mejor bailarín del país? Una palabra.

Esquizofrenia.

Él no había renunciado al baile lo habían obligado, prácticamente lo habían corrido de su equipo. Eso lo destrozó tanto que duró meses sin poder hacer nada, hasta que después de varias visitas al psiquiátrico y mucho medicamento logró retomar las riendas de su vida. 

Las personas le habían hecho tanto daño que no iba a permitir que le hicieran lo mismo a Seungmin, porque no, la clase de cálculo no era la primera vez que se encontraba con el menor. De hecho, Minho había visto al pelirrojo hacia tres meses en la biblioteca.

Tres meses atrás

-¡Hey Leeknow!

El nombrado volteó confundido, nadie además de sus ex compañeros de baile lo llamaba así, nadie a excepción de una persona.

-Hey Boo ¿qué haces aquí? ¿acaso no odiabas la biblioteca?

El chico de grandes mejillas hizo un puchero viendo al azabache con recelo.

-No estoy aquí por voluntad propia ¿sabes?- sacó la lengua- el estúpido maestro de algebra lineal dejó un trabajo en equipo y pues heme aquí confinado en esta prisión- dijo con dramatismo.

Minho rio.

Boo Seungkwan era una de las pocas personas que podía considerar su amigo. Se habían conocido a inicios de la carrera en una materia y por azares del destino se encontraban en una o dos clases cada semestre, así que eventualmente terminaron siendo amigos.

El azabache nunca hablaba más de la cuenta con el rubio, pero un día Seungkwan le había comentado sobre un video de baile donde aparecía él bajo el nombre de "Leeknow". Minho casi se desmaya cuando se lo dijo, así que después de una coca y una breve explicación le pidió al rubio jamás hablar de ello otra vez, a cambio de su ayuda con las tareas claro.

Desde ese momento Seungkwan lo llamaba por su apodo por simple diversión, cosa que no  incomodaba al azabache.

-Pero si es un trabajo en equipo ¿dónde está tu supuesto compañero?

-Fue a buscar unos libros, de hecho ahí viene.

Minho giró para ver al mencionado y de pronto todo sucedió en cámara lenta.

Un muchacho alto, pelirrojo y de lentes redondos se acercaba con varios libros en la mano. Su delgada figura se movía con ligereza y su lechosa piel brillaba con los rayos de sol que entraban por los ventanales.

Minho se quedó sin habla, jamás en su vida había visto a un chico con un aura tan única. Se podría decir que todo en el pelirrojo gritaba elegancia, pero en sus ojos se veía la mirada de una persona humilde y compasiva.

-¡LEEKNOW!

El azabache dio un salto en su lugar sorprendido.

-Hasta que volteas dios de mi alma- reclamó el rubio volteando a ver al recién llegado- perdónalo Minnie es que no es muy listo.

Minho estaba que se moria de pena, sin querer se había embobado tanto con el pelirrojo que no escuchó a su amigo hablar.

-Te estaba diciendo que él es Kim Seungmin, mi compañero de algebra- se giró hacia el de lentes- y él es Leeknow mi amigo de la carrera, Minnie.

-Mucho gusto Leeknow- dijo educadamente el pelirrojo.

-¿Eh? Ah sí, encantado- respondió sonrojado.

-Ay que expresivos son, en fin, no es por correrte Leenito mi vida, pero necesitamos terminar el trabajo, así que keep your distance hágase pa' allá- agitó sus manos ahuyentando al nombrado.

-Un placer Leeknow- se despidió Seungmin haciendo una pequeña reverencia.

-I-igualmente, hasta luego... te veo después Boo.

Minho salió corriendo de la biblioteca hecho un tomate. Todo había sido muy vergonzoso, pero de algo estaba seguro tenía que conocer a ese chico de grandes lentes y mirada tierna a como diera lugar.

Desde ese momento Minho empezó a observar a Seungmin a la distancia. No quería parecer un acosador, pero no sabia como acercarse, el muchacho de lentes se veía tan ajeno a su entorno que dudaba que se acordara de él.

Fue ahí cuando notó ciertas cosas en Seungmin.

🐝☀️

Ay nuestro Linito todo bobo y todo enamorado, será capaz de enamorar a nuestro cachorrito?
Lo averiguaremos.

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Lina 🦔

『There's so many voices』 KNOWMIN\2MINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora