Capítulo 2: Dia 1

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La mujer seguía conduciendo su auto por la autopista bajo la lluvia, después de un poco de tiempo llegaría a su casa la cual estaba a las afueras de la pequeña ciudad y la cual no era nada modesta. Era una casa de dos pisos de color blanco además contaba con su propio jardín y garaje, la mujer estacióno su auto dentro del garaje el cual contaba con una puerta que se abría automáticamente cuando alguien entraba o salía gracias a un interruptor que había dentro de los autos, después de que la mujer estacióno el auto dentro del garaje, bajo de este y se dirigió a la puerta trasera para sacar al chico del auto.

En ese instante la mujer escucha un auto estacionarse fuera del garaje, un intenso sentimiento de miedo recorrió el cuerpo de la hermosa mujer, ese sonido sólo significaba que su marido había llegado a casa, rápidamente dejó al chico en el auto, apagó las luces del garaje y fue a recibir a su esposa en la entrada de su casa.

La mujer corrió lo más rápido posible a la entrada de su casa, se deshizo de las arrugas de su falda pasando sus manos por esta, la puerta de la casa se abrió lentamente abriéndole paso a un hombre de unos 34 años, este vestía con un traje negro algo desarreglado y en su mano derecha tenía un maletin de color negro de esos que llevan hombres de negocios importantes, pero este hombre no era uno de esos, este era sólo un oficinista más en una gran compañía de seguros vehículares.

-Bienvenido a casa querido.

Diría la hermosa mujer con una sonrisa mientras inclinaba levemente su cabeza, el hombre solo cerraría la puerta e iría directamente a su habitación subiendo las escaleras ignorando a su esposa, la mujer daría un pequeño suspiro e iría a la cocina para servirle la cena a su esposo, por suerte ella había preparado un estofado de carne y verduras antes de salir a visitar a su amiga solo era cosa de calentarlo.

Mientras colocaba el estofado al fuego de la estufa ella escuchaba como su esposo bajaba los escalones lentamente.

-Dame un poco de tiempo cariño la cena estará pronto.

Diría la hermosa mujer mientras se colocaba un delatar y revolvía el estofado con un cucharón de madera, ella tenía una pequeña pero hermosa sonrisa en su rostro pensaba que está vez su esposo alagaria su comida, su sonrisa desaparición al ver a su esposo caminando a la puerta con una maleta.

La mujer sabía que significaba esto, su esposo desde hace unos años había sido invitado a reuniones de negocios fuera de la ciudad o del país, pese a estar acostumbrada a que su esposo saliera de repente a estas reuniones de negocios sin avisarle, le dolía mucho verlo irse sin despedirse de ella.

-Ten un buen via...

La mujer antes de terminar la frase seria interrumpids por el hombre el cual sin despedirse o hacer algún gesto salió de la lujosa casa.

La mujer permaneció de pie en la cocina por varios minutos teniendo su mirada en el suelo, un par de lágrimas recorrieron sus mejillas, no sabía que estaba mal en ella para que su esposo la ignorara de esa manera todas las noches o bueno las pocas noches que llegaba a casa.

Mientras se limpiaba sus lágrimas con sus manos, los pensamientos concentrados en sus imperfecciones seguían pasando por su mente.

-Tal vez no le guste mi comida.

Diría la mujer con un tono triste mientras recordaba los primeros días de casados, durante su infancia fue enseñada por su madre y familiares femeninos que para ser una buena esposa era importante ser una buena ama de casa eso incluía ser una buena cocinare, ella pensaba que su esposo le gustaría su comida pero poco tiempo después de la boda el empezaría a quejarse de la comida de su esposa, los insultos de su esposo iban desde un "No tiene sabor la comida" hasta un "no me gusta esto sirveme otra cosa", el utilizaba todas las oportunidad posibles para demigrar y despreciar su comida.

-O tal vez sea por que ya no me ve atractiva.

Diría la mujer con lágrimas en su rostro mientras recordaba la última vez que tuvieron relaciónes, lo cual fue hace 10 años, cada vez que su esposo llegaba de trabajar ella intentaba seducirlo con vestidos cortos y con escotes muy reveladores, ademas utilizaba sus mejores perfumes pero nunca dieron resultados, cada vez que el llegaba la ignoraba y cuando ella pedía salir o siquiera estar un momento con el, el siempre la despreciaba o le gritaba, la hacía sentir menos pero eso no la detuvo en seguir intentándolo, ella quería ser una buena esposa es por ello que día con día practicaba el cocinar y se esforzaba mucho en limpiar la casa.

La mujer se limpio las lágrimas en sus ojos ya que recordó al chico que trajo a su casa, ella fue al garaje, encendió las luces y abrió la puerta trasera del auto, el chico seguía ahí acostado y sin moverse aún que la mujer pudo ver como el pecho del chico daba pequeñas señales de seguir respirando lo cual alivio a la mujer, lo cargo como pudo y lo acostó en el sillón de la sala, al lado del sillón dejó la mochila del chico.

-Vaya que desastre.

Diría la mujer mientras observaba como el lodo que llevaba el chico había dejado un rastro hasta la sala y mancho el sillón, la mujer soltó un pequeño suspiro.

-Lo limpiare después.

Diría mientras comenzaba a revisar al chico, este tenía varios moretones en su rostro parecía como si alguien lo ubiera golpeado.

-Pobrecito quién te abra hecho esto.

Diría la mujer mientras acariciaba una mejilla del chico gentilmente.

-Tranquilo yo te cuidare.

La mujer fue a la cocina por un trapo el cual humedecio con agua del lava manos para después regresar con el chico y comenzar a limpiar su rostro gentilmente, comenzó a pensar que era mejor llevar al chico a un hospital ya que podía tener heridas graves o internas pero no podía hacerlo, su esposo controlaba sus tarjetas de crédito y si veía que ella tenía un cargo por una visita al hospital podía que la volviera a golpear como en el pasado. Otra idea llegó a su mente la cual era dejarlo en la entrada del hospital para que los médicos lo atendieran, la mujer desecho la idea al ver por un momento al chico y su estado, no podía dejarlo solo y se imagino que podía pasar si el chico al despertar y recuperarse no podía pagar su estancia en el hospital.

Ella tomó una decisión tenía que ayudar a este chico por suerte tenía tiempo, su esposo cuando salía a uno de sus viajes de negocios tardaba de 5 a 7 días en regresar, la mujer seguía limpiando el rostro del chico con mucho cuidado, con el mismo cuidado le quito la hodie, la mujer descubrió que el chico tenía algunos cuantos cortes en sus brazos algunos ya estaban totalmente cicatrizados mientras que otros parecían más recientes.

-Que te han hecho?.

Se Preguntaria la mujer mientras limpiaba los brazos del chico con cuidado, no podía dejar de pensar por todo lo que había pasado el chico para llegar a estar así, temiendo que el chico tuviera más fracturas comenzó a quitarle su playera, estaba sonrojada y avergonzada, nunca había hecho esto pero debía revisar si el chico tenía más fracturas, la mujer se sonrojo mucho más cuando vio el buen físico del chico, no tenía mucha musculatura pero no estaba nada mal cualquier mujer estaría sonrojada por ver al chico sin playera, nuestra milf no era una excepción su rostro estaba totalmente rojo al ver el físico del chico rápidamente sacudió su cabeza, esto estaba mal ella estaba casada y era mayor que el chico no podía sacar sus deseos carnales en este momento comenzó a revisar al chico, soltó un pequeño suspiro de alivio al ver que el chico no mostraba tener fractura.

Después de revisar y limpiar al chico fue a su habitación a cambiarse, sacó de bajo de su cama un botiquin de primeros auxilios, ella lo tenía ya que en el pasado sufría de muchas "caídas por las escaleras" y tenía que limpiarse los golpeas de las "escaleras", además tomó una manta para arropar al chico. Después de tomar las cosas regresó a la sala ella dejó la manta en el sillón estaba enfrente del otro y comenzó a tratar las heridas del chico, después de eso lo cubrió con la manta cuidadosamente.

-Espero que mañana estés mejor.

Diría la mujer mientras bostezaba y se sentaba en el otro sillón, ella se quedaría en la sala a cuidar al chico, sus ojos comenzaron a sentirse pesados y se comenzaron a cerrar lentamente mientras veía al chico dormido en el sillón de enfrente una pequeña sonrisa se dibujo en su rostro hasta que se quedó totalmente dormida.

Fin del capítulo 2 espero que les esté gustando la historia, pueden dejar comentarios de que les parece la historia hasta ahora.

Millf x Asecino Donde viven las historias. Descúbrelo ahora