Confesión

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Ya no leer por un largo tiempo afecto mi facilidad de expresarme a través de un escrito.

No sé si recitarte un poema sea lo correcto, o cantar un verso de una canción que no para de sonar en mi cabeza y cada vez que la escucho pienso en ti, cantar aunque te avergüences de mi por saber afinar.

Quizá deba corregir mi manera de dirigirme a ti, porque me pongo nerviosa al estar a lado tuyo, las palabras chocan, mis mejillas se tornan coloradas y mi corazón palpita a mil por hora, provocando que diga chistes sin sentido. Pero si uno de esos chistes te causa risa, está bien. Me di cuenta que cuando ríes haces que mi ser se indunde de un calor acogedor, me da vergüenza saber que me haces sentir así.

Me siento débil, vulnerable y con miedo, pero a la vez emocionada e ilusionada.

Mi cabeza me dice que no, la ansiedad hace que invente escenarios en donde todo sale mal, no sé que resulte, pero prefiero saberlo a vivir una larga agonía, quitarme de la duda y así poder dormir tranquila sin tener que pensar en nada más.

No puedo pensar en nada más que que tú diciendo no, y está bien somos libres, pero espero que podamos seguir siendo amigos. Tan sólo imaginar lo que pasará, claro sólo puedo tener en cuenta los peores resultados, porque así me evito fantasear.

Ansiedad y depresión; Porque no sé si es poesía Donde viven las historias. Descúbrelo ahora