CAPITULO 7.

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VIOLET.

Estoy furiosa. Colérica. Quiero bajar y romperle con el mismo bate con el que le rompí los vidrios de su precioso carro, la cara.

Han pasado más de 3 horas desde que eso paso y yo todavia no puedo controlar mis emociones.

Sigo intentando calmarme cuando lo escucho, son quejidos, sonidos de dolor, suspiros que despiertan mis sentidos.

Escuche al profesor Smith entrar a su recamara, pero no lo he escuchado salir. Los delgados y casi silenciosos gemidos de la habitación de al lado continúan, y entonces se me ocurre.

¿Y si él esta...

Con una alumna.

Veo rojo, mi cuerpo se llena de celos e ira. Salgo rapidamente de mi cuarto e interrumpo la habitación, lo analizo todo, no hay nadie aquí, nadie más que él. Esta con los ojos cerrados en la cama, retorciéndose mientras susurra negaciones y emite quejidos.

Una pesadilla. Está teniendo una pesadilla.

Me levanto junto a él y comienzo a mover su hombro intentando despertarlo y entonces sucede. Él dice mi nombre, una explosión de satisfaccion y euforia me inunda. El me llama. En medio de sus pesadillas. Suelto una risa de la felicidad tan enorme que se instala dentro de mi pecho y entonces el abre los ojos.

-Violet, ¿Qué haces aquí?

-Escuché sonidos en mi habitación, pense que talvez sucedía algo malo, asi que vine. Usted estaba teniendo una pesadilla.

-Fue espantosa.

-Lo siento mucho, ¿quiere que le ayude?- pregunto. Él se sienta en la cama, imponente y entonces yo me pongo de rodillas, y acaricio su pelo color negro. Mientras hago sonidos arrulladores y tranquilizantes mis manos se deslizan hacia abajo, acariciando sus brazos, fuertes y marcados.

Esos brazos que me abrazan después del lanzamiento de un libro, en medio de mis sueños o que me acarician mientras hacemos el amor o que se enrollan alrededor de mi garganta mientra follamos duro y rápido en mi escritorio o en el suyo.

Luego paso mis manos por su estómago, por esos abdominales que siempre he querido arañar, dejando rastros rojizos, marcándolo como mío. Y finalmente me detengo en su pelvis, en su cinturon, hasta este momento Asher me mira con lujuria y hace pequeños sonidos, agradezco que no me ha detenido, pero cuando comienzo a desabrochar su cinturon la niebla de lujuria que he creado para él se dispersa un poco, solo un poco.

-Violet, esto. No. Esta. Bien. No podemos hacer esto.

-Mmmmm, pero lo quiere no es asi. Profesor Smith. Tranquilo. No voy a decirselo a nadie.

Y prometo cumplir con mi palabra, por mucho que quiera gritarle a todo el mundo que le he dado una mamada al profesor con el que llevo obsesionada desde hace años, no lo hare, no quiero presionarlo, quiero que el me elija.

Para este punto ya le he bajado, con su ayuda sus pantalones y bóxer, y deslizo su larga y gruesa polla entre mis labios, al principio solo tengo la punta, le doy toda mi atencion, lamiendo y succionando, tomando todo lo que puedo de su semen, el gime silenciosamente, pero cuando comienzo a ir más lejos él se muerde la palma de la mano, queriendo evitar que nos escuchen, ignoro la tristeza en mi pecho y sigo adelante.

Repitiéndome que ahora no hay nada más, soy solo yo intentando complacer a mi maestro, a mi obsesion, él es un rey sentado ahi, con sus muslos abiertos, conteniendo sus gemidos y yo soy su princesa. Obedeciendo a mi papi y complaciéndolo.

-Me voy a correr, Violet. Si no lo quieres en tu garganta tienes que alejarte.

Me separo brevemente y lo miro.

-Pero lo quiero en mi garganta, papi.

Suelta un gruñido y entonces toma un puñado de mi pelo, guio mi boca hacia su miembro, y entonces el me desliza, bruscamente alrededor de él, tomo todo lo que puedo y suelto gemidos de placer que se quedan atorados en mi garganta.

-Solo un poco más, princesa. Papá solo necesita un poco más de esa boquita y entonces podrá seguir respirando. Se que lo quieres. Déjame venirme en tu linda garganta- dice con su respiración irregular mientras sigue empujando cada vez más fuerte e impreciso, desordenado- hare lo que sea, te daré lo que sea, solo tienes que ser el juguete de papá.

Lo último sale más como un gruñido y cuando me libera del agarre, me levanto, le doy un pequeño y delicado beso en la mejilla, peligrosamente cerca de su boca. Y salgo del cuarto aun con la esperanza de que me detenga, de que me pida que me quede junto a él, pero cuando no sucede, y llego a mi habitacion lloro, con el corazón hecho añicos porque eso es lo más cerca que estaré de él.

SONG: I think he knows - Taylor Swift

Pequeña Oscura ObsesiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora