Detrás de la máscara.|Three-shots

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--Entonces, ¿Quieres, o no?--Preguntaba el chico con firmeza ante el hombre vestido de sol en frente suyo.

--Hmm..--Pronunció pensativamente.--No lo sé, déjame pensarlo.--Comentó mientras trataba de disimular el pedazo de comida que en realidad ya había sacado, pero lo escondía en su espalda.

El rubio inhaló y exhaló aceleradamente como intento de calmar sus impulsos, y de una forma forzada le mostró una sonrisa a su padre.

--¿Y? ¿Qué tal está?--Preguntó al ver que su progenitor se había llevado la porción a la boca.

El sol empezó a agarrar los pedazos de comida que el menor sostenía en la bandeja, casi atragantándose.

--¡Es una delicia! ¡Al fin eres bueno para algo!--Exclamó el sol con alegría y con las mejillas tan llenas que parecían globos.

El rubio siguió forzando la sonrisa. El tick en el ojo era clave para expresar el estrés que le generaba esa persona.

--¿De qué está hecho?--Interrogó finalmente el sol.

El menor no se molestó en responder. Dejó la bandeja a un lado, permitiéndo que el padre agarrase los trozos que quisiera, y se largó de ahí, tensado gracias al hombre mayor en solo segundos.

En el camino no miraba nada más que al frente, acelerando de a poco e ignorando la mesa en donde había comido recientemente.

--¿Keda? ¿Estás despierto?--Cuestionó, abriendo el cierre y adentrándose en aquella tienda donde contenía al híbrido.

Todo estaba ordenado reciéntemente por el menor, limpio y bien cuidado.

Cerró antes de sentarse al costado de un funto, observando con presición al ser vivo que tenía en frente suyo.

Se retiró el guante y posó su mano en la frente del contrario, asomando su mano ligeramente por debajo de la máscara.

Rechinó sus dientes ante el impulso de querer quitarle la máscara. Cerró con fuerza su mano libre, y arrugó la naríz por unos segundos como intento de contenerse.

Separó la curiosidad de la prioridad, sacudiendo su cabeza para fijarse bien en el contrario.

Estaba frío. Sin duda ya llevaba algo de tiempo así, y seguía sin despertar.

El menor estaba acostumbrado a que se levantara después de las primeras horas, pero ya había pasado un día. Su estómago empezaba a apretarse conforme el mayor seguía sin despertar, y la adrenhalina hacía retumbar su cabeza.

--Despierta.--Demandó en ese mismo lugar a susurros.--¡Te eh dicho que despiertes!--Exclamó esta vez con un tono bastante más fuerte que el anterior.--Despierta..--Volvió a susurrar con la mandíbula cansada de tanto apretarla, frunciendo los labios y achicando sus ojos.

Con su mano ligeramente temblorosa, tapó con la manta al mayor hasta la cintura al fijarse en otro detalle.

Observó con precisión las marcas que quedaron de sus manos entre el cuello del mayor. Eran unas marcas que quedaron impregnadas desde el día de ayer, y que aún así, seguían sin desaparecer.

Por costumbre, se mordió la punta del dedo gordo. Sus pupilas se dilataron, y su corazón acelerado creaba pequeños espasmos en su cuerpo.

Suspiró como si tratara de contener la emoción. Sonrió, y con su dedo que anteriormente era apresada por sus dientes, ahora estaba acercándose al pecho del mayor.

Si observaba detenidamente, podía apreciar que el pecho subía y bajaba de manera sutíl. Ésto, al ser signo de que estaba con vida, lo empezó a tranquilizar.

No Matter! | PopKeda-Kedapop One/Two/Three-shotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora