Fate: Gobernante de la muerte

26: Sirviente Archer (Fate Extra)

Tokiomi no estaba teniendo un buen día. Estaba a punto de unirse a la iglesia para promover la unidad entre ellos y así poder acceder fácilmente a sus recursos para apoyar su batalla en la guerra del santo grial. Pero en el último minuto debido a algunos errores de comunicación de su parte, el trato se vino abajo.

"Piensan que apoyar a Zouken sería un esfuerzo mucho mejor. Seguramente haré que se arrepientan de esta decisión" Este atractivo hombre de mediana edad estaba hirviendo de odio mientras sorbía su copa de vino añejo. Con un abrigo rojo con una camisa polo debajo con pantalones negros de moda, este hombre estaba planeando lo que se suponía que debía hacer ahora. Perdió una gran cantidad de apoyo debido a este percance. Pero luego decidió olvidarse de este incidente y reparar su corazón. Pero seguramente tomaría tiempo para que tales heridas sanaran.

Era hora. De pie, Tokiomi preparó su catalizador para el ritual de invocación. El tiempo estaba cerca. Era mejor comenzar temprano ya que le permitiría entender mejor a su sirviente. A diferencia de Einzburn, a quien solo le importaban los resultados, Tokio al menos hizo un esfuerzo por comunicarse con sus sirvientes. No importa lo que en su mente todavía había un poco de decencia hacia el individuo que usaría.

Actuar muy nervioso como los matou sin cuidar a sus hijos o incluso a los sirvientes no era propio de él. Era una clase acorde con la suya y en algún lugar de su mente una pequeña creencia de que el sirviente trabajaría duro si la emoción se vinculara con su amo. Como tal, sin pensar más, se dirigió hacia el lugar designado de invocación.

Era un cuarto oscuro bajo tierra sin almas a su paso. Mostrando el mundo de su pedigrí el lugar quedó oscuro. La practicidad era de suma importancia para este lugar. La magia emanaba del equipo que yacía en una esquina.

Un círculo de invocación fue escrito de antemano en el centro de la habitación. Sin ayuda, tuvo que arreglárselas con lo que tenía. Pero el resultado final a sus ojos no fue tan malo.

"¿Qué me dará esto, ahora?" tokiomi estaba observando la gran reliquia presente ante sus ojos. Era una flecha excavada en algún lugar de Rumania. Aunque Tokiomi preferiría una reliquia donde se conociera la historia. Esta reliquia específica no tenía historia alguna. Ningún evento del pasado podría relacionarse con esta reliquia. Pero la cantidad de misterio que exudaba esta flecha era enorme. Se sentía como si la flecha estuviera fechada incluso antes de la era de los dioses. Sorprendentemente, no quedaron rasguños ni abrasiones en esta vieja pieza olvidada en el tiempo. Como un océano que fluye, la magia parecía brotar de él. Este fue el factor decisivo para descartar cualquier otra reliquia potencial para esta.

"Es tiempo de empezar"

"Plata y hierro hasta el origen. Gema y el archiduque de los contratos hasta la piedra angular.

El antepasado es mi gran maestro Schweinorg.

El viento posado se convierte en un muro. Las puertas de las cuatro direcciones se cierran, viniendo de la corona, circula el camino de tres bifurcaciones que lleva al reino.

Cerrar (llenar).

Cerrar (llenar).

Cerrar (llenar).

Cerrar (llenar).

Cerrar (llenar).

Repita cada cinco veces.