Capitulo 5

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5. Artoria Pendragón

La paz, un sueño siempre anhelado por la raza como la humanidad. Muchos al principio tomaron el manto de reyes por tal sueño. Para su supervivencia para su gloria. Al final, no era más que un sueño en el que el soñador despertaría para mostrar su mayor desesperación. Por un sueño que nunca se podría permitir que se hiciera realidad. Para que el mundo no exceptúe nunca tales deseos.

Alaya, el guardián de la humanidad, así lo hizo. Los más fuertes pueden sobrevivir para asegurar la supervivencia continua de la humanidad. Las emociones y la tristeza no eran un factor para ella. Por su deseo, muchos gobernantes cayeron y dieron a luz a otros reinos. Mientras que los reyes en lugar de sus fines saben de tales, pero simplemente pueden mirar con desesperanza. Sus sueños e ideales incapaces de marchar contra la fuerza feroz de la humanidad cayeron.

¡Artoria Pendragón! un gobernante, un rey también, incluso por un corto tiempo, un padre supo de tal. Porque ella se esfuerza por lo mismo. La culpa no conducía a Alaya sino a su propia existencia. ¿Se ha esforzado por alcanzar los objetivos equivocados? ¿Fue un error de su parte empuñar la espada de piedra? ¿Era ella el rey legítimo o era una jugada de Alaya para hacerle creer como tal? Se sabía que los dioses eran volubles y miserables hasta la médula. Por sus deseos se supo que sacrificaron millones pero ¿estaban justificados? ¿Estaba justificada la contrafuerza en su lugar? La respuesta eludió a artoria.

Luchó por la salvación de Gran Bretaña. Porque ella luchará por aquellos que quedaron impotentes. Si su reinado hubiera llevado a la destrucción de Gran Bretaña, lo corregiría porque era su deber. Su deber como caballero, su deber para con su pueblo, su deber para con Gran Bretaña.

Y así fue llamada una vez más por el grial para dar a luz un milagro que buscó incluso en su muerte. Cambiar lo inmutable puede ser el cinturón perdido pero para ella era su salvación era su esperanza era el sueño que la pequeña Artoria atesoraba desde niña.

Y así comienza una vez más una continuación para una utopía eterna.

Fate: Gobernante de la muerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora