CAPÍTULO III - Travesía en la Ciudad.

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- ¿Será que Aquino se equivocó? .-se preguntaba Rakkun mientras caminaba en unas de las direcciones indicadas por el chico-.

A su parecer, caminar por más de 15 minutos y no haber encontrar un solo local de hospedaje indicaba que Aquino había cometido una equivocación al momento de explicar donde podría hospedarse.

El frío y el hecho de estar usando falda en este clima no hacía más que aumentar las ansias de Rakkun por querer volver por donde vino, y pedirle a Aquino si podría dormir en su sofá, aunque sea solo por ese día, hasta cierto punto se lamentaba de no haberle consultado a Locochon si podría hospedarse también en su departamento. Cualquiera en su situación ya hubiese dado medio vuelta a atrás, pero por mero orgullo, e incluso algo de terquedad, Rakkun se rehusaba a la idea de regresar.

Siguió caminando por otros 10 minutos más, hasta que algo llamó su atención de golpe.

- ¿Segura que no quiere acompañarnos señorita? .-fue lo dicho por un sujeto acompañado por otros 3, hacía una chicha aparentemente universitaria-.

- N-no..., realmente ya me tengo que ir..., si me permiten... .-fue la respuesta dada por la chica, mientras trataba de alejarse de los sujetos en cuestión-.

- Insistimos, solo un trago, no le vendría mal. .- insistió el sujeto mientras se acercaba más a la chica, incomodándola notablemente-.

- ... .-ante este escenario, Rakkun tuvo recuerdos de varios sucesos ocurridos en Lima-.

Dado que, al ser Lima una ciudad tan grande y poblada, con todo tipo de personas, es realmente complicado no verse inmiscuido en una situación así por lo menos una vez, aunque, Rakkun tenía la esperanza que al Chiclayo ser una ciudad con un tamaño mucho menor al de Lima, la situación respecto a la delincuencia sería baja, grave error.

Rakkun veía con detenimiento a los sujetos, planteándose el hecho de intervenir, pero siendo un 4 contra 1, y sin ninguna persona a los alrededores que pudiese ayudar, no tenía chance alguno de poder ganarles.


-Minutos antes de esto-


En las afueras del edificio donde se encontraba el departamento de Aquino, estaban Locochon con Papitas dialogando tranquilamente desde hace ya varios minutos. Locochon estaba realizando comentarios graciosos y sarcásticos, y al Papitas ser alguien que entiende tanto su humor como su manera de ser, le causaba especial gracia todo lo que decía.

A ambos les resultaba curioso el hecho de ser capaces de llevarse bien en un ámbito diferente al de las redes, no estaban seguros si esto era porque estaban forzando la situación, o si es que realmente se llevaban bien, pero ninguno quería indagar mucho en eso, por miedo a dañar el buen ambiente de amigos que lograron generar.

El motivo por el cual ambos aún no se habían ido de ahí era debido a que estaban esperando a que el clima se calmase un poco, cosa la cual ya era evidente que no iba a pasar. Locochon finalmente entendió que el frío se trataba de la llegada del invierno, así que se resignó a seguir esperando, indicándole a Papitas que ya era momento de que se retirasen.

- Bueno, el clima no va a bajar su intensidad, así que ya vámonos. Tardaremos bastante en llegar a mi residencia, la casa de Aquino y la mía están de punta a punta de la ciudad. .-comentó Locochon a Papitas explicándole la situación-.

- Uh, no tengo problema con eso, un poco de caminata para calentar el cuerpo en este frío no vendría mal. .-respondió Papitas entendiendo la situación-.

- ...te seré sincero, fácilmente podría llamar a un taxi o a un Uber para llegar rápido a mi residencia, pero suelen cobrar casi 40 soles desde aquí a allá, y ya sabes, la economía está jodida y..., tengo que pagar editores, cuidar a Amy, el depa... .-decía Locochon, mientras colocaba su mano izquierda detrás de su cabeza, tratando de ocultar su vergüenza-.

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