capítulo 9

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"PAREJA".

Observo al hombre para estudiarlo, su
cabello rubio combina con su piel
bronceada, tiene la mandíbula afilada
y sus labios se ven rosados y suaves;
mis ojos recorren su cuerpo hasta su
musculoso pecho, se detienen en su
ombligo, continúan por su abdomen
bajo y de repente se abren de par en
par.

¡M*Idición!, está desnudo, y es
igual de perfecto ahí abajo.

Mis ojos azules se posan sobre los
suyos, que son de color marrón
oscuro, me mira fijamente pero sin
decir nada; su rostro permanece
estoico y se toma su tiempo para
mirarme, tal como lo hice yo. Siento
sus ojos escaneando mi cuerpo de
arriba a abajo y me comienzo a
sonrojar; debo verme ridícula en este
momento, espero que no se burle de
mí.

Vuelve a mirarme a los ojos y alcanzo
a ver una especie de sonrisa de
satisfacción en su rostro.

No puedo dejar de pensar en esos
m*lditos labios, se ven tan rosas y
provocativos.

"Nombre, edad y rango de la
cachorrita".

Me toma un tiempo asimilar sus
palabras, pero después de un segundo
me doy cuenta de lo que dijo y pienso
para mí misma: "¿Cachorrita?, ¿en
serio? Me llamó 'cachorrita', ¿acaso
me veo como una?", luego lo miro con
el ceño fruncido.

"Riven Adams, 19 años, hija de un alfa.

¡Y no soy una cachorrita!", agregué esa
última oración con vehemencia,
mientras sacaba pecho y levantaba la
barbilla con orgullo.

Él se inclina para estar al nivel de mis
ojos, es tal vez unos 15 centímetros
más alto que yo, lo que no justifica sus
acciones.

Parece estar decidiendo qué hacer, y después de lo que se sintió como toda una vida, pero en realidad
solo fueron segundos, se endereza y
de repente se aleja.

Por un momento me alegro de que al
menos no parezca ser un b*stardo
abusivo o sádico, pero por qué se está
alejando, ¿acaso está rechazándome?
Entonces grité desde el lugar en el que
estaba, me negaba a moverme: "Oye,
¿a dónde vas? Todavía no sé tu
nombre"; y él se dio la vuelta y me miró
como si yo fuera un fenómeno o una
idiota.

"Volveré a mi cabaña y tú vendrás
conmigo", dijo con indiferencia, como
si no estuviera hablando con su pareja
sino con un enemigo.

¿Me quiere rechazar delante de todos?
¡Demonios, claro que no lo permitiré!
"De ninguna manera, no iré a ningún
lado contigo hasta que me digas tu
nombre, ¡podrías ser un asesino en
serie!", exclamé.

Sin decir nada, y con mucha calma, se
volvió hacia mí, me agarró del brazo
con fuerza, con la otra mano me tomó
la barbilla y me hizo mirarlo.

Luego dijo con mucha seriedad: "Vas a
hacer lo que te diga o recibirás el
castigo que corresponda.
Niña, no me pongas a prueba, no soy una de esas personas que incumple su palabra.

Además, lo que haga o deje de hacer
no es asunto tuyo, sin importar si soy
un asesino o no.

¿Entendido?"

Permanecí en silencio, por lo que el
hombre apretó su agarre en mi brazo,
reemplazando el hormigueo por
chispas de dolor: "¿¡Entendido,
Riven!?"; su actitud tranquila ya había
desaparecido y ahora actuaba con una
rabia que nunca había visto.

Asiento apresuradamente, trato de
alejarme y él suelta mi barbilla, pero
sin dejar de agarrarme el brazo; creo
que sabe que huiré de él tan pronto
como tenga la oportunidad.

De todos modos, hasta ahora no he encontrado una razón suficientemente buena como para querer quedarme con él; mi loba también está de acuerdo, una relación necesita respeto antes de
cualquier otra cosa, y ella no está
contenta con la forma en la que
nuestra pareja nos está tratando.

No me atrevo a hablar ni hacer
ninguna pregunta, no porque tenga
miedo, sino porque algo me dice que
él no va a responder en este momento;
a pesar de que a veces soy una
bocona, también sé cómo manejar una
situación así.

Llegamos al claro y veo a todas las
otras chicas con sus parejas, cada una
parece estar muy feliz, comparado con
la última vez que vi a las mujeres.

Sin embargo, yo siento un dejo de tristeza en mi corazón, mi pareja "N.N." al parecer no está feliz en absoluto, a
diferencia de estos otros hombres,
¡qué romántico!

Escaneo la multitud buscando algún
miembro de mi manada.

De repente, mis ojos se posan sobre mi hermano, que está de pie junto a una hembra pelirroja de baja estatura; él la mira con ojos llenos de amor, me siento
verdaderamente feliz por él.

No la reconozco, tal vez pertenece a alguna manada vecina, pero parece que será una gran luna, así que me alegra por mi hermano.

El hombre me arrastra hacia el claro y
me siento aliviada al ver que nadie nos
presta atención; ¡qué espectáculo
debemos estar dando!, un macho
desnudo en todo su esplendor
arrastrando a una hembra que quiere
estar en cualquier lugar menos aquí,
en medio de la multitud de parejas
felices.

Al ver que lo estoy siguiendo,
me suelta, presintiendo que no voy a
huir, mientras yo me froto el brazo
tratando de quitarme el hormigueo que
ya me está mareando.

Entonces me doy cuenta de que nos acercamos a otra pareja, y cuando veo el cabello rubio y desordenado de ella, echo a correr.

Escucho a mi pareja, todavía sin
nombre, gruñirme, pero no me
detengo; por su parte, Emma se gira
cuando escucha el gruñido y luego me
ve corriendo hacia ella.

Nos encontramos a mitad de camino y nos abrazamos muy fuerte, como si nos
volviéramos a ver después de mucho
tiempo.

"¡Gracias a Dios estás bien! Cuando
llegué y no te vi, pensé que estabas
herida, ¿dónde está tu pareja?, ¿es
amable? Veo que aún no te ha
marcado, eso es bueno, ¿no? Es lo que
querías, ¿verdad?" Emma continúa
divagando y solo se detiene cuando ve
la expresión de mi rostro: "¿Qué pasa?,
¿qué hizo? ¡Te ves pálida!,
¿deberíamos llamar a los guerreros
para que lo maten? No es un sádico o
un b*stardo, ¿o sí?"

Tan pronto como lanza esta amenaza,
escucho un gruñido devastador y
siento que me alejan de sus brazos; cuando observa al macho que
me tiene aprisionada, el miedo en los
ojos de Emma se vuelve evidente.

Espero que su situación sea mejor que
la mía.

¡ Por favor, sé mi pareja!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora