🃏𔘓 ¦ Capítulo 20

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Luego de que pasara su ataque de tos e histeria y esos dos par de imbéciles dejaran de coquetear frente a sus narices, Taehyung le pidió las llaves del departamento ya que se le habían olvidado esa mañana e intercambió números de teléfono con el a...

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Luego de que pasara su ataque de tos e histeria y esos dos par de imbéciles dejaran de coquetear frente a sus narices, Taehyung le pidió las llaves del departamento ya que se le habían olvidado esa mañana e intercambió números de teléfono con el atontado pelinegro, y mientras se iba, Jimin le gritó que tenían una conversación pendiente respecto a su suspensión, a lo que el peligris le hizo una señal de silencio mientras Yoongi le daba la espalda y se reía suavemente.
 
–No puedo creer que en tan solo 10 minutos tú y mi mejor amigo ya hayan intercambiado números–, Jimin negó con la cabeza y se pasó una mano por el cabello.
 
–Bueno, tú no me lo diste cuando te lo pedí, al menos Taehyung sí lo hizo–, Yoongi le levantó una ceja, antes de tomar el té que Jimin le había dejado en frente tan solo un par de segundos atrás. –Si me hubieras dicho que tenías un amigo tan lindo, me lo hubieses presentado hace tiempo.
 
–Si sigues diciendo esas cosas, hoy en la noche no vas a alcanzar a hablar con Taehyung–, amenazó Jimin, y Yoongi enseguida levantó las manos en señal de derrota.
 
–Anotación procesada–, susurró, y Jimin le dedicó una sonrisa antes de seguir con lo suyo.
 
Al próximo día, en la mañana, Jimin volvía a trabajar. El sueño apoderándose de si mismo mientras le preparaba un café de grano de maqui a una chica que venía regularmente. Jimin conocía a casi toda la clientela, siendo él quien más veía a los clientes, siempre se topaba con las mismas personas -e intuía, que por ser vegetarianas y veganas, y ser uno de los pocos locales en Seul que no utilizaban ningún producto de origen animal-. Cuando terminó, le sonrió a la chica y le deseó un buen día.
 
Se dedicó a  mirar por los ventanales, mientras Jihyo le enseñaba a un chico nuevo sobre como balancearse con tantos platos encima y revoloteando de allá para acá.
 
Extrañaba a Jungkook. Era algo que hacía todos los días y más cuando el pelinegro no podía pasar tiempo con él.
 
Se fijó en los autos que se habían detenido en el semáforo frente a la cafetería. Y de pura casualidad, vio una motocicleta bastante reconocible esperando el semáforo. Jimin se refregó los ojos, tal vez la ausencia de Jungkook le estaba haciendo delirar y comenzaba a verlo en todas partes. Pero se dio cuenta que no era así cuando el chico de la motocicleta miró justo en su dirección, y subiendo las gafas que cubrían el rostro, vio los ojos de Jungkook, esos maravillosos ojos oscuros que Jimin adoraba mirar cuando Jungkook le sostenía en brazos como últimamente lo estaba haciendo.

Él realmente pensó estar alucinando, pero pudo observar con sus lentes puestos la pequeña sonrisa de Jungkook por debajo del casco, como le guiñaba un ojo y finalmente volvía a partir al semáforo colocarse en verde.
 
–Estás loco, estás definitivamente loco, Park Jimin–, se palmeó las mejillas, intentando desperezarse un poco, y realmente lo hizo al sentir a Jihyo mirándole extrañada a su costado, sobresaltándose a si mismo y también a la rubia.
 
–¿Estás bien?–, preguntó arqueando una ceja, y Jimin asintió rápida y nerviosamente, tragando saliva al ver que la rubia no le estaba creyendo demasiado.
 
Claro que estoy bien, solo que el chico que intentaste enamorar me tiene completamente loco.
 
Jihyo entrecerró sus ojos, analizando a Jimin y su rostro en un intento de ser estoico. Y Jimin realmente quiso huir de allí, Jihyo le ponía más nervioso. No sabía por qué, pero sentía que la rubia estaba más atenta con él porque quería saber algo, o quizás ya lo sabía, y quería confirmarlo.
 
–¡Ya sé!–, le apuntó acusatoriamente, y Jimin volvió a subresaltarse, –Estás saliendo con alguien, ¿no es así?–, sonrió como si hubiese descubierto alguna maravilla del mundo hacia Jimin.
 
Jimin enseguida negó con la cabeza, frunciendo el ceño y soltando una risotada burlesca intentando negarle a Jihyo.
 
–¿Qué dices? estoy más solo que pan duro–, Jimin le restó importancia a Jihyo con un movimiento de muñeca algo exagerado y una risa tonta, antes de darse media vuelta al ver que una chica se acercaba a la caja para pagar.
 
Sintió la mirada de Jihyo encima suyo por unos instantes más, antes de sentir como la chica suspiraba y se daba media vuelta para seguir con lo suyo.
 
Jimin suspiró aliviado antes de sonreirle a la chica y aceptar la tarjeta de crédito que esta misma le tendió amablemente. Y registrando el pago, no pudo evitar rodar los ojos hacia Jihyo por toda la cafetería.
 
¿Si tenía sospechas? Claro que las tenía. La única persona que se relacionaba con Jungkook cuando venía por Jihyo era él y Jimin sabía que Jihyo no era tan tonta como para no darse cuenta de que se habían hecho bastante cercanos, de que él era gay. Por lo que recordaba, Jungkook le había dicho que cuando "terminó" con Jihyo, él había dicho que había otra persona que le gustaba, e intuía que Jihyo estaba en la búsqueda de aquel.

Jimin negó con la cabeza. Jihyo no debería sospechar de él ahora. Jungkook no había hecho acto de presencia desde que terminaron los 30 días aquellos en los horarios de Jihyo en la cafetería, y Hoseok había sido lo suficientemente discreto como para no nombrarlo allí mismo.
 
Su teléfono brilló luego de que la chica a la que atendía se marchó. Por lo que lo tomó y desbloqueó con la huella digital, yéndose enseguida a la notificación de un mensaje que le había llegado.
 
Kook♡
 
Ver tu carita sorprendida al darte cuenta que era yo, me alegró por completo el día, tanto que no he parado de sonreir y Namjoon ya me está mirando extraño.
 
Prometo pasar a por ti al terminar tu turno, Minnie, te quiero♡
 
Nuevamente, Jimin tenía una sonrisa tonta en la boca, y un sentimiento que le dejaba el estómago caliente, se sentía ansioso, como un pequeño niño esperando sus regalos de cumpleaños. Y realmente no podía esperar demasiado tiempo para estar con Jungkook, sentir su aroma, su tacto caliente, fuerte y protector, aquellos besos que el chico le dejaba en la cabeza con un cariño y anhelo tan palpable que derretía a Jimin.
 
Negó con una sonrisa plasmada en el rostro mirando el chat, antes de suspirar y sentirse completamente correcto al estar tan colgado por Jungkook.

  Negó con una sonrisa plasmada en el rostro mirando el chat, antes de suspirar y sentirse completamente correcto al estar tan colgado por Jungkook

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Holiis, eso es todo por el capítulo de hoy. Espero os guste y nos vemos mañana. Gracias por todo y se despide:

–almin♡

For Me? ♡ Kookmin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora