For Me? ♡ Kookmin

🃏𔘓 ¦ Capítulo 31

Jimin miró la habitación sin poder creérselo, ignorando el ladrido de Bam al reconocerle desde su cama. Aún parado en el umbral de la puerta, el sueño se le había ido por completo de un segundo a otro e inspeccionaba el lugar de rincón a rincón, sintiendo un nudo en la garganta cuando quiso tragar saliva.
 
Se giró hacia la derecha, en donde Jungkook tenía una mano en la cadera y la otra se la pasaba por los ojos, con una mueca de frustración más que evidente, le estaba evitando la mirada a Jimin y murmuraba algo en voz baja que ahora mismo el rubio no podía comprender.
 
Jimin soltó el aire que tenía retenido antes de entrar a la habitación y detenerse en la alfombra al medio de esta, girando sobre si mismo y sintiendo su corazón palpitar cada vez que veía algo nuevo.
 
–¿Es... en serio?–, se odió por dejar que su voz saliera como un pequeño hilo a punto de romperse, y sintió sus ojos arder y nublarse cuando notó  a Jungkook apoyado con una sonrisa avergonzada en la puerta.
 
–Se suponía que debía ser una sorpresa... pero se me había olvidado con la visita de mamá–, explicó con un largo suspiro, levantando las cejas y rascándose la nuca, sin dejar esa mueca de frustración y mirando como Bam se paraba a duras penas de su cama y se iba a refregar a las piernas de Jimin en busca de cariño, pero este estaba demasiado concentrado viendo su sorpresa fallida.
 
–No puedo creerlo–, soltó una risa, entrecerrando los ojos y dejando que la primera lágrima saliese de estos, se llevó las manos a la boca mirando hacia el techo toda aquella decoración.
 
–Supongo que la he cagado, ¿no?–, Jungkook se rió junto a él, negando con la cabeza y mirando hacia el suelo. El pequeño plan que tenía se había ido por la borda por su pequeño descuido y ahora ya no sabía que hacer, tampoco que decir, solo podía ver la sombra de Jimin pasearse por su habitación un par de instantes, antes de detenerse frente a él y abrazarlo con tanta fuerza que le faltó el aire por un momento al castaño, sintió un par de cosquillas al sentir el rostro de Jimin ocultarse en su cuello, y más aún como una pequeña lágrima caía a su clavícula. Rodeó el pequeño cuerpo con sus brazos, sintiendo como Jimin se acoplaba contra él y soltaba suspiros de felicidad mientras lloraba suavemente.
 
Jimin jamás se esperó que al entrar a la habitación de Jungkook, se encontrase con el lugar lleno de globos blancos y rojos, de los cuales colgaban pequeñas rosas y las pocas fotografías que tenían juntos impresas, al igual que su cama decorada con pequeños lazos de seda y un ramo de claveles blancos con bordes tintados en rojo -sus flores favoritas-, envueltas en género cromado y con un montón de bombones junto con un sobre negro encima de las sábanas blancas.
 
–Eres un idiota, Jeon Jungkook –, susurró el rubio, afianzándose aún más sobre Jungkook y sintiendo la burbujeante risa del chico retumbar contra su pecho.

–Ya sé, que todo esto te lo debía mostrar yo, no descubrirlo tú solo–, volvió a reír por su fracaso, sintiendo a Jimin alejarse de él y mirarle. Y solo pudo tomar ese bonito rostro entre sus manos y limpiarle las lágrimas, –No llores, ¿si?, ven conmigo.
 
Jungkook le tomó la mano con cuidado, entrelazándola suavemente y dándole un apretón. Y Jimin instintivamente recordó aquella vez cuando notó como Jungkook le había agarrado la mano a Jihyo, tan distinto a como se la tomaba a él, con tanta ternura y cariño expresado que hacía sus dedos hormiguear. Jimin miró todas las fotos colgadas de los globos. Estaba aquella que se habían sacado cuando Bam se había interpuesto entre ellos en el sofá de la sala, de esa primera vez en donde habían salido a una cafetería, su primera cita, el día en el que Jungkook se le declaró. Eran pocas, pero todas eran tan especiales que Jimin no evitó el tomarlas de los listones de los globos y apretarlas contra su pecho.
 
Jungkook le jaló a la cama, en donde ambos se sentaron y Jimin soltó al grande mano de Jungkook para tomar el ramo de claveles. Eran sus flores favoritas, estaban suaves y olían suavemente a la colonia del castaño, Jimin pasó un dedo por los pétalos y luego por el género que las cubría, mordiendo su labio para evitar que un sollozo saliese de sus labios, sentía sus dedos temblar y lo confirmó al tomar la caja de bombones, soltando una risita al ver que, de nuevo, eran sus favoritos y veganos.
 
Sintió a Jungkook acomodarse con la espalda en el respaldo de la cama, entre los listones y extendiéndole el sobre negro con una sonrisa apenada. Jimin lo tomó con suavidad, sintiendo la textura gruesa del sobre y dejando la caja de bombones a un lado por la curiosidad que le daba lo que sea que hubiese dentro. Y sintiendo los profundos ojos de Jungkook clavados en su persona, abrió con delicadeza el sobre y miró la pequeña nota que había allí adentro. La sacó frunciendo el ceño, solo decía una frase y tenía pequeños detalles dorados por los bordes. Miró a Jungkook de reojo aún sin leerla, notando como este movía los dedos nervioso y apretaba los labios sin dejar de mirarle, y sin más preámbulo leyó lo poco que decía la nota en bonita caligrafía impresa.
 
Aguantó la respiración, volviendo a releer la nota cinco veces más antes de quedarse en un completo silencio al intentar procesarla, sentía su corazón bombear a mil por hora y como su mente parecía un torbellino, su estómago estaba dando vueltas como una lavadora y una euforia estaba llenando su cuerpo de forma caliente y rápida.
 
Se giró hacia Jungkook, aspirando aire y sosteniendo fuertemente la nota entre sus dedos. Subió las piernas a la cama y gateó bajo la atenta mirada de Jungkook hasta quedar a su lado, y pasando una pierna por encima de los muslos del mayor, quedó sentado en su regazo, sus narices rozándose y Jimin con los ojos brillantes mirando los de Jungkook sin saber como empezar. Medio sonrió al sentir esas manos sujetar con ternura su cintura y dejar una caricia allí mismo, a la vez que sus narices se movían suavemente de un lado a otro en un beso esquimal.
 
–¿Hiciste todo esto... por mi?–, susurró el rubio contra los labios contrarios, viendo el rostro del mayor iluminarse suavemente en una sonrisa.

–Claro que si, y volvería a hacerlo las veces necesarias–, no dudó en decirle, antes de subir una de sus manos y delinear el rostro de Jimin con su dedo índice, –Solo por ti, Jimin.
 
Jimin apretó sus labios, separándose solo un poco para volver a leer la nota entre sus manos, soltó una risa llena de alegría antes de estampar sus labios contra los de Jungkook en un tierno beso que el mayor correspondió enseguida, acercándolo más a él y moviendo parsimoniosamente sus belfos con los de otros, un beso lleno de ternura en donde se expresaban todos aquellos sentimientos que aún no eran capaces de demostrar. Un beso tranquilo, sin necesidad de llegar más lejos y con una ternura desbordante que les hizo sentise tan cómodos en aquel espacio, en su espacio.
 
Park Jimin definitivamente estaba enamorado de Jeon Jungkook y viceversa. Y ninguno de los dos jamás se arrepentirían de como se dieron las cosas entre ellos. Y el menor, separándose cuando le comenzó a faltar el aire, entrelazó sus brazos por detrás del cuello del mayor y dijo:
 
–Si, acepto ser tu novio, hyung–, Jimin cerró los ojos, y apoyó su frente contra la de Jungkook, –Y yo también te amo.
 
FIN

Holiiis, aquí os traigo el final de esta adaptación que me ha encantado hacer desde el principio, también ha tenido mucho apoyo y os debo agradecer, gracias por todo el apoyo a cada capítulo y con cada mensajito. Espero que os haya gustado mucho, os vemos mañana con el epílogo. Se despide:

–almin♡