AIDANA {EMMETT CULLEN}

Little boy

TERMINÉ de ajustarme el traje color verde esmeralda para luego mirar a mi tía la cual tocó la puerta y abrió
Vuestro chicos están abajo -sonrió para luego volver a irse-
Estamos preciosas. Tenemos que pasarlo bien -besó mi frente la rubia para luego salir de allí. Betty se sujetaba a mi brazo y a la barandilla para no partirse los morros con tremendos tacones enormes que llevaba puestos-
Estáis muy guapas -sonrió Emmett. Claro, y yo era un unicornio-
Ay, ya lo sé -le sonreí mientras la otra parejita se ponía a darse mimos y toda esa cosa asquerosa-
Me gusta tu estilo -afirmó Emmett a lo que yo di una vuelta mostrando mi chaqueta esmeralda al igual que mis pantalones largos junto a mis converse negras y mitad de pelo suelto y lo demás recogido en un moño-
Gracias. Supongo que esperabas verme con un vestido -le dije mientras empezábamos a irnos de casa-
No, eso lo espero el día de nuestra boda -sonrió él-
En tus sueños, bonito -negué mientras me subía en su coche. Tal vez en los míos también-

¿NO se te pondrán los ojos rojos en la foto o algo así? -le murmuré mientras el fotógrafo nos dejaba ciegos por el flash y seguíamos caminando hacia dentro-
Nos iremos en cuanto me digas, ¿sí? -me preguntó para luego girarse en una especie de baile junto a Edward-

LE buscaba entra la multitud de la gente, los cuales bailaban como posesos, algo preocupada ya que no le había visto mucho.
Suspiré aliviada tras verlo sentado fuera con la corbata más floja y él traje abierto.
Mi sonrisa cayó cuando le noté estresado, como si quisiera llorar aunque claramente no podía
Emmett, ¿te encuentras bien? -le pregunté caminando hacia él. Me dentrozó una especie de mirada rota-
Solo quería que lo pasarás bien. Como los demás mortales pero no pude, Aidana. Había tanta gente alrededor mío, solo pensaba en... -comenzó a balbucear. Me senté dos escalones por debajo y sujeté sus manos-
Emmett, está todo bien. Has hecho un gran esfuerzo. No pasa nada.
Es un buen gesto de tu parte.
No importara que lugar era, lo importante es...que estemos juntos, ¿sí? ¿Qué más da un traje, un baile, la gente? Nada de eso importa ahora -le sonreí. Le sonreí de verdad porque él me hacía sonreír así-
Quiero besarte -me respondió-
Puedes besarme -accedí a los que él sujetó mis mejillas y me besó. Fue un beso épico y el mejor que me han dado en mi vida-