Los chicos y yo seguíamos caminando hacia el templo, quedaba algo cerca de la casa así que no demoramos mucho. Ya estábamos al frente del templo, y comenzamos con el plan.
-Bien chicos, hagámoslo.
-¡Si!.
Primeramente tenemos a Hanagaki y Matsuno, quienes se esconderán y cuando todos los hombres me rodeen ellos atacarán por detrás, serán la distracción y así yo podré pelear libremente con la chica. No es un plan tan elaborado, pero seguramente efectivo.
Dejé a los chicos atrás de un pilar y me adentré al templo. Subía las escaleras cuando en eso alguien se avienta encima mío y nos rodamos hasta llegar hasta abajo. Me empezó a arañar la cara y yo no tenía tiempo de reaccionar.
-Jaaaa. ¡No esperabas esto imbécil!. ¿Crees que no sabía tu plan?.
Se levantó y me pateo la cabeza. Si me duele, y mucho a decir verdad. Me la seguía pateando cuando Hanagaki se avienta sobre ella. Ambos caen al suelo y Matsuno me ayuda a levantarme.
-¡Esto es trampa!. ¡No podías traer a tus amiguitos!.
-Y tú no podías atacar antes de tiempo.
-¿Y eso quien lo decidió?.
-Yo.
-Aaah, ¡Ayúdenme chicos!.
Corrí hacia ellos dos y aplasté con mi rodilla la nariz de ella. Soltó un grito desgarrador y le dio una patada en la cara a Hanagaki, haciendo que este se desmayara. Matsuno corrió hacia él pero yo le di órdenes.
-¡Matsuno!. ¡Yo me encargo de ella!. ¡Ve por Kokonoi!.
-¡Vale!. Confío en ti compañero.
Matsuno subió las escaleras mientras que yo pateaba a la chica sin piedad alguna. En verdad que la odio. La golpeaba y pateaba con todas mis fuerzas y ella ya no se movía.
-P-para, p-por f-favor. D-detente.
-Te lo mereces maldita perra. Me secuestraste, hiciste que cayera en la cárcel, ¡Secuestraste a mi mejor amigo!. ¿Que mierda te pasa?. ¿Por qué no me dejas en paz de una vez?.
La dejé tirada en el suelo, sangrando, inmóvil. Recogí el cuerpo de Hanagaki y ya me iba a ir, cuando me habló la chica.
-S-se lo p-prometí a A-akane.
¿Akane?. ¿Ella qué?. Automáticamente voltee hacia ella. Me sorprendí al verla llorando.
-Akane, ay Akane. Si tan solo hubieras sobrevivido al incendio aquella vez... podrías ver lo mucho que me esfuerzo para cumplir tu promesa.
-¿Cuál promesa?.
-La de aquel día.
Hace 4 años
-Mika-chan, ¿Cómo te la estás pasando?.
-Akane, muy bien a decir verdad. ¿Y ustedes?.
-¡Bien!. Seishu y Hajime-kun ya están dormidos.
-¿Tan temprano?.
-Si, apenas son niños, Mika-chan.
-Ooh ya. ¡Comprendo!.
-Si... oye.
-¿Si?.
-Te seré directa. Quiero que protejas a Seishu.
-¿Hah?, ¿De qué hablas?.
-No sé. Solo protégelo... por favor. Si me llega a pasar algo él estará solo. Nadie lo podrá cuidar.
La chica al otro lado de la línea estaba confundida. ¿Por qué soltaba tan repentinamente algo así?.
-Está bien Akane, lo prometo.
-Gracias, Mika. Eres la mejor...
-No digas más Akane, aquí estaré yo para Seishu.
Presente
-Tiempo después Akane me había mandado una carta. "No pude más, cuida de Seishu". Cuando recibí la carta ya habría pasado el incendio, resultó que ella lo había provocado para acabar con todo. Supuso que Hajime iría por ella así que cambio a Seishu para su habitación. Yo la amaba, no de un sentido romántico, pero era mi mejor amiga. Me ayudó en mis peores momentos, me salvó. Ahora, yo solo trato de pagar la deuda protegiéndote, buscándote, teniéndote. ¡¿Es tan difícil de comprender?!.
-Está bien. ¿Eso te da el derecho de andar persiguiendome como asesino serial?.
-No, pero esa es mi forma de protegerte.
-Y me proteges haciéndome daño, que paradoja.
-¡Lo que hago es por tu bien Seishu!.
-¡Yo sé que es mentira todo eso!. ¡Tú solo me quieres a mi sin razón aparente!.¡Si me estuvieras protegiendo o cuidando como dices no harías todo lo que haz hecho!.
-Eeh. Bueno, en algo tienes razón...
Ella se levantó y se limpió la nariz empapada en sangre. Soltó un quejido de dolor y se limpió una lágrima.
-Vaya, me rompiste la nariz, me debes una rinoplastia.
-No te debo nada. ¡Habla!.
-Bien, bien. Dijera Akane, te seré directa. Yo entré en un cuadro de depresión por la muerte de Akane. Durante los primeros meses después de su muerte me intenté suicidar varias veces, estaba destruida. Nunca salía de mi habitación y estaba a la esquina de la muerte, cuando ví a un ángel desde la ventana...
El ángel que me llevaría al cementerio.
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𝒞ℯ𝓂ℯ𝓃𝓉ℯ𝓇𝒾ℴ - 𝒮ℯ𝒾𝓈𝒽𝓊 ℐ𝓃𝓊𝒾
FanfictionÉl, un chico frío, con cara de pocos amigos. Ella, aparentemente alegre, está completamente loca |--------| Tokyo Revengers ni sus personajes me pertenecen, los créditos a Ken Wakui