Capítulo II: Canto al pie de tu ventana...

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La tarde del viernes Valentina tuvo que quedarse en la oficina con una junta muy importante de todas las sedes de Vogue, así que Juliana aprovechó para ir a su casa a cambiarse y regresar a "Entre páginas y tú".

Le mandó un mensaje a su ojiazul diciéndole que se quedaría a terminar el inventario y que después saldría con D a cenar para ponerse al día, esto último no era del todo verdad pero vamos, volvemos al punto en que las mentiras piadosas por tu cumpleaños se perdonan. Juliana tenía toda la intención de refugiarse en casa de D hasta que llegara la medianoche y pudiera sorprender a su esposa con su serenata; esperaba que Val la perdonase por no estar con ella justo a las 00:01hrs de su cumpleaños, algo en su tono de voz le había indicado que la ojiazul se había agüitado cuando supo que saldría por la noche.

– ¿Estás lista, JJ? – Preguntó Dani mientras veía a su amiga retocar su maquillaje, la morena iba despampanante ajuareada con un pantalón entallado, un body tinto con transparencias, una chamarra café de cuero, botas hasta la rodilla y su cabellera suelta con ondas; se veía bastante sexy y bueno ¡qué decir de esa mirada! esos smokey eyes le daban el toque perfecto.

– Sí, estoy un poco nerviosa.

– ¿Por qué? ¡Tú no vas a cantar!

La cara de Juliana le indicó que ella tenía pensado otra cosa...

– ¡¿Vas a cantar?!

– Solamente una canción...

– ¿Neta?

– Sí, la estuve practicando estos días y creo que le va a gustar.

– Awww JJ, eres toda una romántica.

– Por mi Val, todo D.

Se abrazaron para desearle suerte a Juliana y esta se despidió agradeciendo a Tania y a Daniela el haber sido su cómplice esa noche; hasta la habían ayudado a recibir unas flores en lo que ella terminaba de arreglarse, un hermoso ramo con tulipanes, la flor favorita de su esposa.

Al volante de su camioneta iba una morena bastante nerviosa, era la primera vez que le cantaría a Valentina y por supuesto que era la primera vez que le llevaba serenata a alguien.

Abrió el portón de su casa y lo mantuvo abierto para que pasaran los músicos, esperaba con todas sus fuerzas que Val estuviera dormida para darle la sorpresa.

– Empiecen con las mañanitas, por favor – pidió en un murmuro — Y luego la lista que les di.

– Perfecto, señora.

Los acordes de las mañanitas comenzaron a sonar inundando cada espacio del jardín mientras la morena miraba emocionada hacia el balcón de su habitación.

La luz tardó un poco en prenderse, incluso ya estaba dudando si Valentina los escuchaba o no, después de todo, su mujer tenía el sueño bastante pesado; justo cuando había decidido subir a ver qué pasaba, la luz se prendió y a los minutos, la hermosa silueta de Valentina se vislumbró abriendo la puerta del balcón.

– ¡FELIZ CUMPLEAÑOS, MI AMOR! – Gritó Juliana para oírse por encima del mariachi que seguía cantando las mañanitas a la cumpleañera.

– ¡Juls! – Sonrió la ojiazul emocionada mientras se abrazaba a ella misma por el frío y la emoción.

– ¡Espera ahí! ¡Tengo otra sorpresa!

Juliana se volteó hacia el mariachi y les dio la indicación de que comenzaran con la canción que había decidido cantar esa noche.

Los acordes comenzaron y Valentina no podía creer lo que veía, era Juliana preparándose para cantar.

Pide un deseo, mi amor | JuliantinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora