Somewhere, Tenten

Reborn as red ı

Correr y esconderse se volvió un problema y una costumbre, puede mantenerse de pie solamente gracias a las píldoras pero nada más. Simplemente ya no tiene más fuerza, ni energía y sinceramente en el fondo el sabe que ya esta muerto. Incluso si logra salir del territorio del país del viento; el jefe lo encontrará y lo matará. Es así de fácil, pero aun sabiéndolo no deja de correr.

El cuerpo en su espalda hace un leve movimiento al sentir todo el ajetreo, decide entonces que es momento de tomarse un descanso.
-Donde.. ¿Dónde estamos?- puede entender apenas, su compañera llevaba dos días sin despertar y por ende no había bebido agua, Es normal que su voz se escuche ronca.

Se sentó en la fría arena, el desierto es demasiado frío por las noches
-Estamos cerca del país de la tierra, Descuida todo acabará pronto- es demasiado bueno ocultando su miedo que incluso el mismo creía en sus palabras, deseaba creer en ellas o todo el sentido de esta huida no tendría sentido

Le ofreció agua y ella enseguida la bebió casi desesperadamente

-Oh- la mujer con vendas en el rostro se froto la cabeza con ambas manos -Siento como si mi cabeza estuviera a punto de explotar-

Le sonrió tanto tiempo como le fue posible, de verdad se sentía cansado de todo -No es muy alejado de lo que sucedió en realidad- se rió sacudiendo un poco su chaqueta destrozada -¿Qué piensas sobre esto?-

El silencio y la tensión invadieron el ambiente, hasta que el decidió volver a hablar
-No tenía opción. Tampoco podía dejar que murieras.. puedes decir que lo hice por mi mismo, pero fue la primera vez que pude ser egoísta o tomar una decisión por mi cuenta- su voz tembló al final, haciéndole saber que estaba llorando ahora
-Nikko.. ¿Puedes decir algo?..-

Al voltear a verla solo pudo ver un montón de vendas sucias, la ropa desgastada y dos pequeños anillos
-¡¿Nikko?!-

Rápido la busco sintiendo que lloraría por el temor de no volver a verla.
-¡Nikko!- la encontro junto a un pequeño oasis, con cuidado llegó a lado de ella -¡Tonta, creí que algo te había pasado!-

Le sonrió apenada, fue irresponsable irse sin avisar -Lo siento- se hundió en el agua -Solo quería lavar mis heridas- lo examinó con cuidado, deteniéndose en su abdomen donde se notaba la marca de un corte
-Deberías hacer lo mismo Kuroda-san-

Sus mejillas se calentaron haciéndolo ver gracioso -No es correcto- dijo en voz baja con vergüenza -Esperare a que termines- a punto de darse la vuelta ella tomo su mano

Ven ahora, no hay que esperar mucho tiempo. Todavía tenemos que escapar de este país ¿Lo olvidas?-

Al sentir como lavaban sus heridas con cuidado se permitió relajarse un poco, nunca en su vida alguien se preocupo por el. Para el mundo el era alguien sin importancia, sentir que alguien más lo apreciaba le era extrañamente agradable. Si hubiera tenido una familia, seguramente hubiera deseado una hermana o madre como Nikko.
-Que estoy pensando.. debo darme prisa y ponerla a salvo-

Miro el rostro de Nikko unos segundos, acariciando la cicatriz en su mejilla -Lo siento- ver que uno de sus ojos faltaba solo lo hizo sentirse aún peor -Lo siento tanto-

Ella devolvió el gesto y acaricio su rostro con ambas manos -No fue tu culpa, no llores por favor- lo abrazo, Ignorando el hecho de que sus cuerpos estaban completamente desnudos -Desde que llegue a la campaña solo fuiste amable, fuiste como mi hermano mayor todo el tiempo, me cuidaste.. hiciste lo que podías-

-Pero no pude evitar que te hicieran esto- la corto cerrando los ojos
-Haré que todos ellos paguen por esto.. te lo prometo solo que-

-Tal vez en otra vida, donde yo sea más fuerte, tal vez pueda protegerte mejor- quizo decírselo, pero ahora necesita hacerla sentir segura.