Akane se lavanta cómo está acostumbrada, sé alista para hacer ejercicio
Despues de tomar un vaso de leche sale a correr.
-bien estoy lista- susurró akane
Mientras en la otra habitación aún bostesando veíamos a un ranma desganado levantándose.
-tsk! Otro dia mas de entrenamiento- pensaba él chico, mientras él se estiraba su padre estaba dormido profundamente.
- papá ya despierta!!- gritó al oído de aquel panda.
-Rooar!!- el padre de ranma quién estaba convertido en panda hizo un gruñido cómo si lo estuviera regañando, ranma se escabulló y le tiró agua caliente.
-Ranma no se porque no me respetas encerio, no se que hice para merecer un hijo como tú- el padre de ranma se lamentaba.
-Encerio papá? Encerio no sabes?- Ranma miraba fijamente a su papá.
-Ranma, eh pensado que si ya formalizaste tú relación con Akane, es hora de que hagas más cosas con ella cómo por ejemplo salir a correr o entrenar al final los dos son fuertes, te tocó una mujer fuerte y eso es bueno- el hombre asentía con la cabeza.
-si papá tienes razón, creo que por está vez te haré casó. Bueno en fin la alcanzaré, tú sigue olgasaniando-
Ranma bajó rápidamente de las escaleras, saludo a kasumi y tomó una manzana para ir dónde Akane.
Mientras tanto a unas cuadras de ahí, Akane hacía sus calentamientos
-Uno, dos, tres- se escuchaba contar a la chica, por momentos se aparecía Ranma en sus pensamientos y no podía evitar sonreír.
-tan enamorada estás ahora Akane? Quién te viera nisiquiera lo creeria- esa voz que venía detrás de ella puso alerta a akane.
-shampoo!?- susurro akane, quien veia aquella chica de cabello morado sobre una barda, para luego ella bajar y llegar hasta donde Akane.
-oh! Akane, no queria interrumpir solo vine a despedirme- dijo la chica.
-despedirte?, La verdad pensé que ya te habías ido- dijo akane.
-no podía irme haci nada más, sin antes dejarte un recuerdo- shampoo cruzó los brazos al coello de akane y con un filo de seguridad le cortó la coleta que akane se habia echo en su cabello.
Akane se congeló pues había tardado muchos años para que su cabello volviera a crecer, shampoo se alejó un poco para luego tirarle su coleta a los pies de akane.
-Escuchame bien Akane, ésto no se quedará haci, juro que hare que te arrepientas de ésto y más. No debiste meterte entre Ranma y yo, por eso mismo haré que pagues, mientras tanto te dejare un recuerdo tan doloroso que hará que tomes una mejor decisión ya que como te darás cuenta es mejor tenerme de amiga que de enemiga- shampoo miro seriamente akane.
-callate- le grito akane
-si crees que te tengo miedo estás muy equivocada shampoo, jamás me rendiré y el dia que nos volvamos a encontrar lucharé contigo por lo que me hiciste no por un hombre como estás acostumbrada hacer- akane le grito tan fuerte que Ranma escucho todo pues estaba a la vuelta.
-maldicion! Que hace shampoo aqui- pensó ranma
-Eres una maldita- grito shampoo, estaba apunto de llegar akane cuando Ranma brinco la barda y miro fríamente a shampoo.
-ni se te ocurra tocarla shampoo- habló con un tono fuerte.
-por que la defiendes? Ranma sabes que yo te amo, porque la elegiste a ella?- la voz de shampoo se escuchaba entre cortada.
-lo sabes muy bien- dijo el chico
-pero... Ranma- dijo shampoo.
-mejor vete shampoo- ranma seguía con su mirada molesta.
-claro me iré, pero antes también te dejaré un recuerdo mío- shampoo lanzó su filo hacia Ranma, más él pudo esquivarlo solo que akane no corrió la misma suerte, su reacción de ranma fue lenta y ala vez se congeló, pues al momento de tratar de salvar akane, se encontró con una akane débil, vulnerable, con sus ojos rompiendo en llanto pues la chica llevaba en sus manos su gran mechón de cabello y aquel filo se habia clavado en la pierna de Akane.
Ranma inmediatamente llegó hasta ella pues Akane, poco a poco se desvanecía pero Ranma logró amortiguarlo abrazándola.
Sus expresión de Ranma cambió inmediatamente, él en ese instante se hubiese desconocido pues solo quería hacerle daño a shampoo. Ella sonrió pues sin querer había herido nuevamente a Akane, fue entonces que Ranma voltio y le dió una buena advertencia aquella mujer de cabellera morada.
-será mejor que te largues de aquí shampoo, o la próxima vez que te encuentre no tendre piedad contigo y no pensaré que eres una mujer, lárgate!! Y no vuelvas entendiste- gritó Ranma.
Shampoo se quedó atónita al escuchar a ranma, pues en su expresión de él ya no había esa mirada de amabilidad, ella sabía que él hablaba encerio, para eso entonces ella entendió que había pérdido a ranma para siempre.
-Ranma!! yoo...- habló en un tono más gentil la chica.
-que te largues!- volvió a gritar Ranma, mientras que en sus brazos llevaba akane.
Comenzó a caminar dándole la espalda.
La rabia consumió a shampoo
-ustedes dos me las pagarán, y juró que mataré Akane- el chico siguió caminando.
-la matare de la forma mas cruel que existe- grito una vez más shampoo.
-si te atreves a tocarla la que morirá será otra- contestó Ranma.
El chico siguió su camino dejándola atrás
Shampoo quedó tirada ahi, sus lágrimas comenzaron a salir, se lamentaba y a la vez juraba cosas que tal vez haría dependiendo su humor.
-Akane por favor aguanta, en un momento llegaremos a casa- sus ojos de ranma se llenaban de lagrimas pues el ver akane tan lastimada le partía el corazón.
Akane acarició su mejilla, mientras ranma trataba de sonreírle.
-estoy bien Ranma, solo quiero descansar un poco, haci que por favor entrá por la ventana, no quiero que me vean haci, no quiero dar explicaciones todavía- Ranma asintió con la cabeza y en un gran salto ambos entraron a la habitación de akane
Ranma la puso en su cama y le dio un beso en la frente, luego salio de la habitación pues tenía que curar las heridas de Akane.
-ahora vuelvo, esta bien!?- dijo ranma
-si, tomate tu tiempo- le contesto akane.
Cuando Ranma salió, ella se hizo bolita y comenzó a llorar, mientras que Ranma estaba de espaldas ala puerta de la habitación de akane y pegaba su cabeza a ella, pues sabía que Akane lloraba.
Esa era la única barrera que ellos no habían logrado romper, pues no siempre se dejaban consolar cuándo en verdad lo necesitaban y Ranma en verdad quería hacerlo, él respiró profundamente y entró de nuevo a la habitación.
Para luego tomar en sus brazos a Akane.
-tranquila aqui estoy llorá todo lo que quieras- susurró él chico.
Akane lo abrazó fuertemente pues había llegado a un punto de quiebre muy grande, haci que no dudó en resguardarse en su pecho.
-Gracias!- susurró de igual manera.
