VEINTIOCHO

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Jeongin reía por las cosquillas que ocasionaban los pequeños besos que Seungmin le daba en todo su rostro. No se molestaba en apartarlo, aún cuando las personas los miraban curiosos, ni mucho menos cuando se topó con la mirada fría de Yuna, porque amaba los besos que Seungmin le proporcionaba. Y es que en algún momento de su vida había dicho que odiaba a las personas cursis y empalagosas, al igual que también les había desesperado cuando sus antiguas parejas se ponían en plan cursi, pero Seungmin tenía algo que hacía que adorara cada cosa que le decía o hacia. Seungmin rompía esa barrera.

-¡Basta!- ahueco las mejillas del pelinegro para dejar un dulce beso-, me estás llenando de baba.

-Lo siento- se alejó a la vez que acomodaba su cabello-. ¿Que te parece si luego de la universidad vamos a mi departamento y te hago algo rico de almorzar?

-Eso me parece bien- asintió. Miro de reojo a Yuna, quien no quitaba su vista de ellos. Los miraba con repulsión-. Ya no aguanto la mirada de Yuna, nos mira con asco, no soporto su mirada sobre nosotros y menos la forma en que nos mira.

Seungmin desvío la mirada hacia Yuna que los miraba con asco, como si lo que estaban haciendo estuviera mal y no se sorprendía porque Yuna era una persona con la mente cerrada.

-No te preocupes- tomo las manos del rubio entre las suyas. No le importaba en lo absoluto que la mirada de Yuna estuviera sobre ellos- Solo faltan unas semanas para terminar la universidad y ya no tendrás que volver a verla

-Tienes razón. Es solo que no soporto la forma en que nos ve ¿entiendes?- pregunto. El pelinegro asintió-. Se ha vuelto más insoportable cuando empezamos a salir- sonrió-, pero no me importa porque te tengo a ti y pronto a nuestra bebé.

Seungmin se mordió el labio inferior tratando de reprimir una sonrisa, pero a los pocos segundos sonrió.

-Tampoco me importa entonces- dijo para luego dejarle un beso en su nariz-. Bueno yo estoy tranquilo porque Hoshi no ha vuelto a hablarte.

-No me lo recuerdes, me hace sentir un poco culpable- soltó con sinceridad-. Le grite mucho ¿crees que fui duro con él? No pude reprimir lo molesto que estaba.

-Estabas en todo tu derecho de molestarte, no podía besarte sin tu consentimiento- explico-, además el sabía que tú y yo teníamos algo y aún así te beso y-

-Seungmin- hablo con una pizca de diversión en su voz-, te estás poniendo celoso de nuevo.

El ojiazul no lo negó, era muy celoso cuando se trataba de Jeongin porque cuando caminaban por los pasillos con las manos entrelazadas y veían a Hoshi cerca, el pelinegro tomaba a Jeongin de los hombros y le daba la vuelta para volver. Para que al final Jeongin terminara molesto y le gritara lo cansado que se encontraba y lo tanto que odiaba que lo hiciera caminar mucho.

-Tienes un bonito departamento- comentó mientras observaba cada rincón del departamento del pelinegro

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-Tienes un bonito departamento- comentó mientras observaba cada rincón del departamento del pelinegro. Todo estaba en su lugar, perfectamente acomodado y para ser sincero se había sorprendido la primera vez que entró y encontró lo limpio y ordenado que se encontraba. Todo lo contrario que había pensado que se encontraría.

UNA LLEGADA INESPERADA/ SeungInDonde viven las historias. Descúbrelo ahora