DIECINUEVE

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-¿Vieron al chico nuevo?- pregunto Beomgyu-. Yo sí le doy.

-Se va Yeonjun y ya estás buscando a alguien- hablo el Pelinegro llevándose un sándwich a la boca.

-No es ilegal ver chicos lindos- se defendió con los brazos cruzados.

-Pensé que tú y Yeonjun aún tenían algo- comento Jeongin mirando como las chicas hablaban del chico nuevo soltando risitas y se ponían algo coloradas.

-Yo lo termine- Jeongin lo miro con el ceño fruncido-. No creo en las relaciones a distancia y no quiero que se sienta atado a mi y no conozca a más personas. Quiero que salga con personas aún que eso me duela.

-Oh, Beomgyu- dijo Jeongin con la voz algo quebrada-. ¿Ya no va a volver?

-Supongo que no- dijo con la voz apagada-. Yo creo que no, aún cuando me haya dicho que intentara venir para las vacaciones.

El rubio hizo un puchero con los ojos cristalizados. No le gustaba ver a Beomgyu triste y apagado, cuando la mayoría del tiempo era alegre y sonreía por todo. Ahora sí sonrisa ya no estaba. Miro al Pelinegro, quien se encontraba a un lado de él, tenía la mirada en su comida solo jugaba con ella.

-No estén tristes- dijo abrazando a Seungmin de la cintura-, Verán que volverá, no va aguantar estar sin nosotros.

El Pelinegro sonrió, pero más parecía una mueca. Seungmin recordó cuando Yeonjun le dijo que iba a irse del país, recordó haberle dicho que no se fuera, que podía quedarse con él, que no tendría que irse. Y recordó la sensación cuando se despidió de él, la horrible sensación de pesadez en el estómago y la idea de ya no tener a su amigo cerca.

-Ya lo creo- río por la intención de Jeongin mientras lo abrazaba y al mismo tiempo depósito un pequeño beso en la frente del rubio.

-Ya lo creo- río por la intención de Jeongin mientras lo abrazaba y al mismo tiempo depósito un pequeño beso en la frente del rubio

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-¿Siempre te guardas tus sentimientos para ti mismo?- le pregunto a Seungmin mientras tomaba sus libros para la siguiente clase.

-¿Porque lo dices?- se apoyo en los casilleros mirando al rubio.

-Estabas triste con lo de Yeonjun,¿Porque no me lo dijiste?- lo miro unos cuantos momentos.

-No me..- suspiró mirando a un punto fijo-, no me gusta mostrar mis sentimientos, mucho menos cuando estoy triste, siento que me hace ver débil.

-Pero

-Y luego viene gente que ni siquiera le importas a preguntarte ¿Que tienes? O la razón por la que estás llorando, solo porque son una bola de chismosos- soltó con sinceridad.

Jeongin arrugo su frente para no llorar, pero esto fue en vano porque algunas lágrimas se le escaparon. No sabía que Seungmin se sentía así. Solo estaba embarazado con las hormonas alborotadas.

-No lo dije para que llores- se acercó a Jeongin y tomó los libros que se encontraban en las manos de rubio y volvió a dejarlos en su lugar para tomar a Jeongin del rostro de manera delicada.

-No lo puedo evitar- dijo con un puchero y los ojos brillosos por las lágrimas.

-No hables- ordenó Seungmin quitando con sus pulgares las lágrimas que se encontraban corriendo por las mejillas de Jeongin-, y deja de llorar.

-Seungmin- murmuró.

-¿Que pasa?- acaricio las mejillas del rubio.

-Siempre me has importado- ánimo con una pequeña, pero sincera sonrisa.

-Claro, te importaba cuando era un patán y te golpeaba- dijo irónico.

-Si, tienes razón, te odiaba- bromeo aunque fuese verdad-. Menuda forma de llamar mi atención, tomaré tu consejo.

-Oh cállate- dijo un poco avergonzado-. Hice lo que pude.

-Sabes podrías haberme dicho- sonrió-: "Hola, Jeongin ¿Quieres ser mi amigo?" No golpearme, imbécil de mierda.

-Okey- alzó las manos-, ahora te estás desquitando. Además te veías caliente siendo rudo.

-¿Sabes? Creo que te sigo odiando- hablo Jeongin alejándose un poco del Pelinegro.

-Oh, vamos. No me odies, amor- protesto intentando acercarse al rubio, pero Jeongin retrocedía -. No puedes odiar al padre de tu hijo.

-Lástima, ya lo hago- chillo cuando Seungmin lo acorraló en la pared.

-¿Y si hago esto, me odiaras más?- pregunto el Pelinegro acercando su rostro al de Jeongin.

-Hacer q-

Seungmin no lo dejó acabar porque estampó sus labios. Jeongin suspiro en medio del beso haciendo que el Ojiazul gruñera. Enredó sus brazos en el cuello del mayor siguiendo aquel exquisito beso.

 Enredó sus brazos en el cuello del mayor siguiendo aquel exquisito beso

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UNA LLEGADA INESPERADA/ SeungInDonde viven las historias. Descúbrelo ahora