9 Puntos de Locura (Levi x Lectora)

Punto 1º Pesadilla

1º Pesadilla

El sonido de las cadenas se oía dentro de la pequeña celda, la única luz que había eran unas pocas velas a lado de tu cabeza apagándose lentamente hasta que terminaban por ser nada, una ya estaba perdida.
Tus rodillas temblaban, perdiste la cuenta del tiempo, no había ventana, todo el día era la misma frustración de las malditas velas. Tus piernas estaban lastimadas, un trapo viejo cubría tu adolorido y abusado cuerpo, tu ropa se encontraba echa pedazos debido al látigo que usaban para golpearte.
Presionando fuertemente tus piernas tratabas de levantare, pero tus pies se resbalaban perdiendo de nuevo el equilibrio, las cadenas llegaron a su límite provocando que tus brazos fueran tirados hacía arriba dolorosamente, diste un pequeño grito mientras tus hombros sentían que eran arrancados de tu cuerpo, tus pies se acomodaron de forma en la que ya no sintieras esa misma sensación, de nuevo ahí, parada y temblando, físicamente y mentalmente abusada por las tropas del enemigo, un sucio paño estaba amarrado y ajustado en tus labios separándolos y lastimando las esquinas de tu boca cuando tratabas de moverlos.
Escuchabas desde lejos el eco que producía unas botas que se dirigían hacía aquí, desesperadamente tiraste de las cadenas detrás de ti, tratabas de despertar de esta pesadilla, y regresar con tu vieja Maestra la cual te trataba decentemente, sin embargo, ella fue quien te dejó en este estado tan miserable... ¡no! Jamás dejarías de serle leal, ¡ella regresaría por ti de seguro! Habías hecho demasiado para protegerla y era el turno de que tu Maestra fuera en busca de su mejor amiga, asistente personal y su más fuerte soldado.
Querías ser libre. Libre de quien aparecería en pocos segundos detrás de las barras y observarte con una pequeña sonrisa en sus labios, casi imperceptible. El culpable de tus heridas, dejando moretones y cicatrices. Insistente, jalabas de las cadenas, no pensaste en parar, las lágrimas escurrían de tus ojos en desesperación hasta que oíste las barras abrirse.

'¡Por favor Maestra, dime que eres tú!'

Abriste los ojos y viste unas botas muy bien pulidas caminando hacia ti, podías reconocer su cara.

Levi.

Acercándose hacía tu figura temblorosa puso una mano en tu mejilla izquierda, mando una mirada aterrorizante, su otra mano tomo tu barbilla forzándote a mirarlo, mientras quitaba el paño lentamente de tu boca, sus ojos se concentraron en la sangre y saliva de tus labios.

"(Nombre) ¿quisieras decirme al fin donde está tu Maestra?"

"¡NUNCA! ¡Jamás traicionaré a mi Maestra!"

La mano de Levi que sostenía tu mejilla se levantó y la utilizo para golpearte con fuerza mientras tu cabeza también golpeaba la pared.

Como siempre.

"Tú nunca aprendes ¿verdad?"

Con un pequeño chasquido cuatro hombres entraron a la celda y tomaron tus cadenas para sostenerte en forma de 'X' frente a Levi.

"Al parecer nada de lo que hago podrá cambiar tu mente, tal vez esto lo haga"
Susurró mientras removía su pañuelo, podías ver una diabólica luz que se reflejaba en sus ojos

'¿Qué es lo que quiere hacer?'