02. ¡Este no es mi cuerpo!

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Luego de una noche larga, en la que cayó en el más profundo de los sueños, Jungkook por fin abrió sus párpados, acostumbrándose de a poco a los rayos de sol que por alguna extraña razón entraban con mucha más fuerza a su habitación en esa mañana.

Ese pequeño detalle le hizo fruncir el ceño, mientras su rostro continuaba adormecido, luchando por dejar el sueño completamente. ¿Desde cuándo dejaba la ventana abierta? ¿Cómo era posible que entrara tanta luz?

Jungkook hizo un leve estiramiento, provocando que su espalda crujiera al instante. Su cuerpo parecía reaccionar de manera negativa, pues aquel pequeño movimiento le dolió en demasía, al punto de causarle un pequeño jadeo que no tardó en salir de su boca.

¿Qué le pasaba a su cuerpo de atleta? ¿Desde cuándo le dolía realizar un movimiento tan simple como ese?

Joder, mi espalda duele como la mierda.

Bufó por lo bajo, incorporándose rápidamente de la cama que parecía mucho más cómoda de lo que recordaba, con unas sábanas tan blancas que le hicieron fruncir el ceño en cuanto las vio. No recordaba haber arreglado su cama con sábanas de ese color, el blanco no era nada atractivo para su gusto, por tal razón, siempre optaba por las tonalidades oscuras, tan frías como su personalidad misma.

Que extraño...

Pensó en sus adentros, curioso ante ese cambio tan repentino y sin perder más el tiempo, se levantó de un tirón, sintiendo como la pereza continuaba apoderándose de su cuerpo, el cual de repente se sentía extraño, bastante ligero y débil, incluso podía jurar que sus bíceps no estaban tonificadas como se supone debían estarlo.

Algo no estaba bien y la confusión incrementó mucho más en su interior, cuando abrió los ojos completamente.

¡¿Pero qué mierda?!

Gritó exasperante, frotándose los ojos con impaciencia, tratando de mejorar su visión que parecía fallar en esos momentos. Jungkook no miraba bien, todo a su alrededor lucía borroso, alterando su ritmo cardíaco ante el susto que empezaba a apoderarse de todo su sistema.

Jungkook se sintió frustrado y una risa nerviosa se apoderó de él, convenciéndose a sí mismo de que quizás estaba borracho y todo a su alrededor solo era una ilusión absurda de sus resacas. Pero luego de unos segundos, su risa cesó al recordar que no había tomado ni una gota de alcohol la noche anterior.

De acuerdo, no estoy entendiendo nada, esto no tiene sentido. Seguramente estoy soñando, sí, eso es.

Se convenció así mismo, dejando caer nuevamente su cuerpo en la cama y no fue hasta ese preciso momento, que Jungkook notó una pequeña cajita color marrón en la mesita de noche. ¿Unos lentes? ¿Cómo es que habían unos lentes en su habitación? Es decir, ¿Alguna vez los usó?

Por supuesto que no y aunque su entrecejo no tardó en reaccionar, viendo con extrañez aquel objeto, Jungkook no dudó en tomarlo, sacando cuidadosamente los lentes de marco marrón para colocarlos en su rostro, el cual se encontraba pálido por lo ilógico que le resultaba todo en esos momentos.

Y como si todo no fuera lo suficientemente confuso, la poca lógica que permanecía en sus pensamientos, se esfumó por completo al observar con claridad el entorno de aquella habitación.

Santa mierda...

Susurró el peliazul, luciendo totalmente sorprendido y quizás incrédulo ante la escena que sus ojos estaban presenciando. Aquella habitación de paredes blancas lucía tan pulcra y ordenada, a diferencia de la suya. Habían discos de vinilo en las paredes, libros de quien sabe qué o quién y una cantidad incontable de diplomas y medallas en cada rincón.

Él en mi cuerpo y yo en el suyo | KookVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora