pesadilla

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Gen abrió los ojos de manera abrupta. Recibiendo la luz del amanecer directo en su rostro.

Solo pudo sonreír ante eso.

Otro día más.

Aunque esa mañana había sido una molestia despertar, se dijo mentalmente que fue en parte su culpa por no descansar lo suficiente.

Otro día más, solo un día más y podre descansar.

Su horario siempre estuvo así.

Llegar cansado a su "hogar", comer algo (aun que había omitido eso) y quedarse a altas horas de la noche a ver algún tipo de video en Youtube. Claro, si su equipo no planeaba algo.

Estiró sus brazos y bostezo.

—Que solitario... —su departamento parecía a la de una escena de crimen. Solo que, solo era algo vacío y gris todo.

Llegando hacia su lugar de trabajo. Saludo animadamente a todos.

No podía negarlo, estaba mas cansado que ayer.

La falta de hambre llego rápido. Unos dulces ya estaba en su boca, junto con un poco de café.

Pero, sintiéndose algo mal. Decide dejar todo eso. No era por algo físico o interno...

—Oh, hola Gen.

Poniendo su mirada en el piso, saludo sin mirar a una de las estrellas de la compañía.

¿Por qué estas comiendo esta chatarra? Sabes que nuestra dieta es muy específica —Gen tiembla levemente.

Sentía miedo, de nuevo.

Inexplicablemente sentía ese miedo, de nuevo.

Trato de calmarse.

.
.
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Despertó con la respiración agitada. Con todo el cuerpo temblando y pequeñas lagrimas asomándose.

—Una pesadilla...

Murmuró enojado. Sentándose, miro el reloj en su pared.

A penas eran las doce de la noche. Entonces, se rió.

No puedo creer que tuviera esa estúpida pesadilla de nuevo.

Suspiro. Trato de despejar su mente, sus manos agarraron su cabello. Le dolía la cabeza, tenia mucha hambre todavía.

—No puedo mas.

.
.
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—¡Se ve delicioso! Señora, usted sabe lo que hace.

—Obviamente joven, este ramen es el mejor que probará, te lo aseguro.

Gen no pierde tiempo y come. Saboreando ese dulce momento y sintiendo el liquido caliente en su boca.

Delicioso.

—Parece que el joven lechuga no vino.

—¿Uh? ¿Lechuga? —indaga Gen, sonriendo divertido al oir aquello.

—Oh, es nuestro cliente frecuente. Le decimos joven lechuga ya que... —la señora no puede evitar soltar una risa— mejor, no, lechuga no le queda.

Gen casi no entendió lo ultimo y solo sigue comiendo, todavía pensando en ese joven lechuga. Le sonaba mas que interesante, imaginando que posiblemente tuviera algún tipo de pelo extraño o la cara verde. O quizás, una rara obsesión con lo verde.

Gen al ver que había vaciado aquel tazón. Sonrió aun mas.

Sin duda. Estaba muy rico. Aun que, todavía no estaba satisfecho. Pero, duda un momento. Si seguía comiendo, iba a romper su dieta...

A la mierda

—Otra tazon ma-

—Lo mismo de siempre.

Un cabello peculiar. Ojos de un color Rubí.

Era muy atractivo.

—¡Daiko-chan! —como si Gen lo conociese de siempre, golpea ligeramente el hombro de Senku, riendo.

Sin duda. Gen pensó que fue buena idea salir. Nunca se había divertido tanto. Aun que, ahora solo ignoraba a un Senku estupefacto.

Sin Poder Dejar De Escuchar Donde viven las historias. Descúbrelo ahora