𝙈𝙮 𝙎𝙬𝙚𝙚𝙩 𝘽𝙤𝙮 「 𝗧𝗮𝗲𝗞𝗼𝗼𝗸 」

Cuatro

Taehyung salió del baño despues de una ducha con ropa blanca que Jeon le habia dado, agradecido de que la habitación de la madre del menor era el único sitio que no apestaba a lavandina. Sobre la cama había un pijama de un canguro azul -o eso parecía-, que incluso tenía un pequeño muñeco cerca de su ombligo, y dedujo que tenía que ponérselo.

—¿Jungkook, puedo entrar?—pasados unos segundos, el menor respondió "adelante".

Kim giró el pomo de la puerta, y se quedó unos segundos observando el interior de la habitación. A diferencia del resto de los ambientrs, las paredes, los muebles, y la mayoría de las cosas en la habitacion de Jungkok eran blancas, o en su defecto, tonos pasteles.
Y olía a limpio, pero no a lavandina, sino a ese aroma a flores que dejaba en claro que todo estaba limpio.

El pelinegro estaba recostado en posición fetal sobre la cama de una plaza ubicada en uno de los rincones, -que parecía mas un sofa por la ubicación de las almohadas-.

—Te ves lindo de azul—sonrió burlón, haciendo a Kim rodar los ojos.

—Lo usé solo por que muero de frío—y no mentía, puesto que afuera de la casa incluso hacía más calor—. Déjame ver tus manos—pidió. Jeon asintió y las sacó de debajo de su almohada para enseñarselas, las heridas continuaban sangrando un poco pero aparentemente el chico se habia lavado para quitar el resto de sangre de la piel—. ¿Agua caliente y qué otra cosa usaste?

Si bien Jungkook no le habia dicho nada, era obvió lo del agua caliente, casi hirviendo. Sus manos en vez de estar blancas, se encontraban rojas e irritadas.

—J-jabón blanco y alcohol—su voz a penas era audible y estaba luchando por mantener los ojos abiertos. Siempre le pasaba igual, durante la crisis su cuerpo había gastado tanta energía de momento que luego solo quería dormir.

—La próxima vez intenta solo usar agua—le acarició el cabello, sus herbras negras eran suaves como la seda—. El agua también está limpia, ¿sabes?

—Mamá tenía las manos pegajosas, tocó el dinero que dejó en el sofá para la cena y me tocó a mí—el asco era palpable en su tono de voz, aunque casi no se le escuchaba con claridad—, el agua no fue suficiente y no pude evitarlo. Yo-yo... lo intenté, hyung, para que lo hicieras tú.

Sintió con su dedo pulgar como el pulso del peli-negro se elevaba, por lo que se apresuró a hablar.

—No te preocupes, yo hubiera hecho lo mismo. Está bien que te limpiaras tú mientras yo lo hacía conmigo, ¿recuerdas el trato?—le sonrió para tranquilizarlo, si de alguna manera era posible. Taehyung no indagó en el tema, no podía reprocharle ni exigirle nada por que no sabía cómo se sentía el mas pequeño.

Se alejó hasta una mesita para revisar el botiquín de primeros auxilios, Kim halló gasas, curitas. Había con dibujos y otras normales, pero escogió las primeras por que le parecieron perfectas para la ocasión. Mientras Jungkook se dormitaba él iba limpiando y colocando una a una las curitas en las heridas que fuere necesario.