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¿Quién diría que estando en un mundo demasiado grande iba a llegar a ser tan aburrido? Había pasado ya décadas desde los acontecimientos del Reino Champiñón (Día en el que todos los habitantes murieron a manos de ese monstruo sin corazón), ahora el lugar en la actualidad está más solo y vacío, sin ninguna sola alma. Vacío... La definición completa de un lugar tan solitario cómo está. El aire muerto solamente tocaba la piel fría del ende endemoniado quien se encontraba aburrido después de tantos días sin encontrar algo con que entretenerse. Es una de las causas de un rostro malhumorado que era el pan de cada día para el debido por el aburrimiento inmenso, no tenía nada más que un mundo destruído quien el fue el responsable de todo, solamente ha estado en comunicación con su hermano, GB (ya sea en sueño o telepáticamente; en esos momentos aún se encontraba dentro de su cuerpo). A pesar de que tenía al contrario de compañía, sentía que necesitaba más gente quien lo acompañe, era un pensamiento que no lo podía sacar de su cabeza, ni siquiera sabía que era...
Esa palabra se llamaba... ¿Familia, no? O... ¿Amistad? ¿Parientes? ¿Compañeros de por vida? Era una lluvia de ideas que rondaba en sus pensamientos.
Volviendo a la realidad, el fontanero endemoniado jugaba con sus poderes recostado en una tubería oxidada (de hecho casi todos los obstáculos u objetos se ponían cada vez más viejo al pasar de los días, como si una persona va envejeciendo durante en su tercera etapa), sus días eran casi lo mismo: Ver que podía hacer y si no encontraba algo se pondrá a jugar con sus poderes. Por suerte sabía cómo controlarlos gracias a sus experiencias, aunque presiente que en algún punto llegaría a hacer algo nuevo con ellas o terminara siendo incontrolables. GB por mientras por dentro veía lo que hacía, estaba en las mismas condiciones del contrario, cosa que entendía lo que se sentía en esos días.
—Me aburro viejo... —Habló el ser monocromáticos por telepatía mientras soltaba un pequeño suspiro— No hay mucho que hacer aquí, ¿Verdad?
—Exacto... —Contesto concentrándose en sus poderes para evitar estropear algo— Ya no hay nadie en este lugar más que tú y yo...
—Acabaste con todo el mundo, aún me sorprende el cómo lo hiciste para que lo dejarás tan vacío como nuestra alma —Ante su comentario salir una pequeña risa y notaba como el contrato sacó una sonrisa al recordar eso.
—Jeje, buena esa hermano —No tenía muestras de arrepentimiento tan solo recordar el caos y toda la sangre que había caído en sus propias manos.
Otra vez un enorme silencio en el lugar, odiaba admitir pero para ambos era algo incómodo, no eran bueno con las conversaciones debido a la falta de comunicación constante. Solamente se escuchaba el ruido del viento deprimente y muerto y los poderes de Mario.
Todo iba con tranquilidad hasta que el ser endemoniado comenzó a caer dormido, tanto aburrimiento hizo que tomara la decisión de tomar una pequeña siesta para recuperar energía y seguir buscando algo con que entretener, un buen descanso le ayudará mucho. Pero de repente escucho un ruido que hizo sobresaltar del susto, olvido por completo desactivar sus poderes y por ende termino creando una habilidad nueva.
