Atrapado en navidad ƪKookMin

☃️⊰13

❄️10 de Diciembre❄️

Namjoon se había encargado de llevar al abogado a la posada, quien se fue corriendo por su celular para comunicarse con Taehyung y contarle lo sucedido aquel día para luego bajar y disfrutar de la comida que Jeon había preparado para él.

Los dos tomaron asiento frente al otro, con unas cuantas velas ambientando la escena y la comida más deliciosa en el mundo, según Park, frente a ellos. Había salido de maravilla, lo que el pelinegro agradecia porque, al parecer, cada vez que intentaba sorprender al abogado algo salía mal y se sentía como un estupido

—¿Disfrutaste de la cena? —preguntó Jeongguk en cuanto Jimin despertó, que por suerte fue muy temprano en la mañana aunque la noche anterior el sueño había sido difícil de conciliar.

—No quiero que tu ego aumente, pero debo aceptar que ninguno de los más famosos chefs de Seúl logra compararse contigo. —dijo recorriendo la nueva habitación en la que se adentraba. —Y creeme que he conocido varios. —era cierto y el comentario lo realizaba con cierto doble sentido que Jimin esperaba que Jeongguk comprendiera.

—¿Descansaste bien? Considero que es muy temprano para lo que solías despertar.

La habitación era básicamente una biblioteca y era fantástica, existían miles de ejemplares de diferentes relatos y se encontraban muy bien cuidados, se notaban los años en algunos de ellos pero de manera nostálgica, notando el paso del tiempo de su estancia en aquella posada. Park no pudo evitar dirigirse a una de las estanterías y rozar con sus dedos los libros, disfrutar de su textura y la vista que le ofrecían.

—Logré entrar en un sueño profundo y siento que realmente descanse. —explicó el menor bajo la atenta mirada del dueño de todo aquello. —Aunque creo que fue aquella bebida que me diste combinada con una pastilla las mayores responsables de ello.

—Me alegra que por fin hayas descansado y que tengas un poco más de energía.

—Si, bueno, ahora que estoy mucho mejor quisiera escuchar tu relato en cuanto a lo que verdaderamente recuerdas sobre tu... vida. —se dio la vuelta y se encontró con el pelinegro sentado en un sillón individual con el libro que había estado leyendo en esos días. —Prometiste que me lo dirias y teniendo en cuenta que no estaba en mi mejor momento lo dejé pasar, pero creo que es momento de que me digas la verdad.

Jeon suspiro y dejo de lado el objeto para fijar toda su atención en el bonito abogado que posaba con su manos en su cintura y le observaba duramente, como si creyera que Jeongguk iba a enojarse y dejarle con la curiosidad, tal vez debió ser menos duro en un inicio.

—Por un cierto tiempo la posada se mantuvo en lo alto, pero se dieron variadas crisis y se esparcieron diferentes enfermedades por todo el país, así que muchos dejaron de lado sus ostentosos viajes y entre eso, sus estancias en este lugar. La posada Jeon se había convertido en un lujo que no muchos podían darse, por lo que con todo lo que te he nombrado, sus ingresos se redujeron considerablemente pero no sus gastos. —explicó el pelinegro viendo como Park se sentaba en un sofá justo enfrente suyo. —Para recuperar un poco de prestigio, decidí organizar una fiesta e invitar a las personas más reconocidas y de alto rango social. Esperaba todo de esta menos lo que realmente obtuve...

Aquel día, Jeongguk se encontraba charlando con su primo Jungsu, comentando sobre la situación en la que se encontraba el país como todos se veían gravemente afectados, en todo aspecto.

—Me sorprende que haya venido tanta gente, entre la gripe y la crisis me sorprende que la gente salga. —había dicho el mayor observando desde las escaleras como seguían llegando invitados en sus elegantes y costosos trajes para la ocasión. —No sé cuánto tiempo más podré mantenerla a flote, la economía en general flaquea, este negocio depende de todos ellos, comprendo que quieren mantener las apariencias pero no creo que darse el lujo de venir a la posada esté entre sus planes.